Trabajadores de Edelca pierden el miedo a protestar

Ciudad Guayana, Viernes, 21 de Octubre de 2011 (Foto Carlos León).- El apego a la norma y a la institución bajo un importante esquema remunerativo y social ha prevalecido en la cultura laboral de Electrificación del Caroní (Edelca). Lo “pacífico” es inherente a la condición del trabajador de esta empresa, hoy inmersa en un inquietante proceso de fusión eléctrica en el país. “Hemos esperado lo suficiente”, se escuchaba decir a un empleado durante la marcha que partió del edificio administrativo en Alta Vista y llegó a la Inspectoría del Trabajo, donde los manifestantes entregaron un documento con las violaciones a la convención colectiva.

Ciudad Guayana, Viernes, 21 de Octubre de 2011 (Foto Carlos León).- El apego a la norma y a la institución bajo un importante esquema remunerativo y social ha prevalecido en la cultura laboral de Electrificación del Caroní (Edelca). Lo “pacífico” es inherente a la condición del trabajador de esta empresa, hoy inmersa en un inquietante proceso de fusión eléctrica en el país. “Hemos esperado lo suficiente”, se escuchaba decir a un empleado durante la marcha que partió del edificio administrativo en Alta Vista y llegó a la Inspectoría del Trabajo, donde los manifestantes entregaron un documento con las violaciones a la convención colectiva.

“Edelca es como nuestra madre y a la madre se hace respetar”, repite Zunilde Berenguer la frase que empleó el miércoles en el minicine de la estatal antes de la videoconferencia y que usa para explicar por qué está protestando en la calle.

“Siempre hemos sido muy respetuosos de la institución y del compromiso con el país. Siempre hemos sido muy pacíficos, pero cuando se viola el derecho a la vida y un hijo tuyo llega a la clínica y te rebotan porque el seguro no sirve y tienes que acudir a una tarjeta de crédito… Fueron muchas cosas. Estamos pidiendo lo que es nuestro. Estamos cansados de la persecución”, agrega Berenguer.

Trabaja en la División de Presupuesto. Espera, junto a compañeros de Edelca y de Cadafe, que en la Inspectoría del Trabajo les reciban un comunicado que recoge el malestar de los trabajadores del sector eléctrico.

“Hemos esperado lo suficiente”, afirma Berenguer. Ya despertó la luz del edelquiano”.

“¡Edelca unida: jamás será vencida!”, gritaban los trabajadores. “Orgullo. Siento orgullo. Teníamos bastante tiempo por despertar. Hay muchos que no se atreven. Pero nadie nos regala nada. Nosotros mismos luchamos año tras año”, exclamó al micrófono una empleada de Edelca, a la entrada de la Inspectoría del Trabajo.

“No gritemos consignas de Edelca o de Cadafe. Somos una sola empresa. Ahora somos familia y tenemos unidad”, agrega. “… Aquí estamos sin ningún sindicato ni partido político. Esto es una implosión de los trabajadores; así que no hay espacio para la manipulación”, expresa otro de los trabajadores.

Activos

“Nosotros teníamos la esperanza de que esto mejorara sin llegar a ningún problema”, explica Néstor Sifontes, del departamento de Servicios de Transporte, por qué el trabajador de Edelca no se había sumado antes a la protesta.

“Yo mismo soy uno de los afectados por la falta de póliza de vehículos: me lo robaron el año pasado y aún La Previsora no me desembolsa porque Edelca no ha cancelado. No estamos saboteando; sabemos que hay dinero para que paguen. La videoconferencia de ayer (miércoles) fue una burla: no sé para qué nos invitan si no podíamos dirigirles la palabra”.

Que los trabajadores de Edelca salgan a la calle es “histórico”, califica Sifontes.

Antes de emprender la manifestación hacia la Defensoría del Pueblo, Omar Hernández, del Centro de Información y Documentación, acota que ya el trabajador no tiene miedo y que haya escasez hasta para los insumos de oficina no es la cultura en Edelca.

“Siempre nos amedrentaban, pero ya nadie tiene miedo. Tienen que prestarnos atención. Estamos resteados y que nos amenacen no vale, lo que vale es el bienestar de nuestra familia”. Hernández evalúa como “más politiquería” que los hayan convocado a una videoconferencia y no los hayan dejado hablar; “es más de lo mismo”.

Fusión

Un grupo de trabajadores del área de Recursos Humanos tuvo que ausentarse, quienes se quedaron reclamaron que los jefes habían llamado a sus compañeros “si no, que se atuvieran a las consecuencias”.

Uno de los trabajadores sugirió ir al edificio a apoyar a quienes se habían devuelto al edificio de Edelca a retomar sus puestos de trabajo.

Todos los empleados aseguran que el servicio eléctrico seguirá prestándose, aunque ellos estén exigiendo el cumplimiento de los beneficios contractuales.

Santos Moya trabaja en la oficina de Cadafe en Upata e informa que las actividades no se han interrumpido.

Él percibe que, a raíz del incumplimiento de Corpoelec en honrar sus compromisos con los trabajadores, estos se unirán.

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