A unificar los luchadores independientes y crear comités de conflicto para derrotar la política antiobrera del gobierno en Sidor

Los trabajadores defendieron su sindicato

La votación en las elecciones sindicales del 31 de octubre al 2 de noviembre fue la más alta en la historia. Concurrieron a las urnas el 92% de los afiliados, en una prueba clara y contundente del patriotismo de los trabajadores hacia su organización sindical, que desde hace tiempos viene siendo amenazada. Sidor es de los pocos sitios, quizás el único, donde los trabajadores además de conquistar la reestatización con su lucha directa venciendo los obstáculos gubernamentales, es donde más se ha fortalecido la organización sindical. En todos los sitios donde hubo estatizaciones, el gobierno contando con dirigentes sindicales arrodillados impuso la desaparición de las organizaciones sindicales y por ende la pérdida del derecho a la negociación de los contratos colectivos. La alta participación demuestra que los sidoristas quieren mantener su organización sindical contra los ataques del gobierno y los divisionistas, los intentos de quebrar económicamente al sindicato o de adelantar campañas de desafiliación.

Los trabajadores defendieron su sindicato

La votación en las elecciones sindicales del 31 de octubre al 2 de noviembre fue la más alta en la historia. Concurrieron a las urnas el 92% de los afiliados, en una prueba clara y contundente del patriotismo de los trabajadores hacia su organización sindical, que desde hace tiempos viene siendo amenazada. Sidor es de los pocos sitios, quizás el único, donde los trabajadores además de conquistar la reestatización con su lucha directa venciendo los obstáculos gubernamentales, es donde más se ha fortalecido la organización sindical. En todos los sitios donde hubo estatizaciones, el gobierno contando con dirigentes sindicales arrodillados impuso la desaparición de las organizaciones sindicales y por ende la pérdida del derecho a la negociación de los contratos colectivos. La alta participación demuestra que los sidoristas quieren mantener su organización sindical contra los ataques del gobierno y los divisionistas, los intentos de quebrar económicamente al sindicato o de adelantar campañas de desafiliación.

Además, los burócratas sindicales no reivindicaron la política antisindical bandera del gobierno en las empresas básicas, que es el mal llamado “Control Obrero”, debido a que los trabajadores la identifican correctamente con el clientelismo y la corrupción. El “Control Obrero” gubernamental queda tambaleando, y se abre un espacio para debatir acerca de lo que significa realmente un rol protagónico de los trabajadores en la conducción de las empresas, en contra de lo que pretende el gobierno, que es la entrega de las empresas a los intereses de capitales privados, a través de mecanismos como ventas a futuro y asociaciones en empresas mixtas.

Las elecciones de Sutiss también demuestran que el gobierno no pudo imponer su agenda. El gobierno quiso postergar indefinidamente las elecciones, para jugar con el criterio de la mora electoral, como mecanismo político para impedir la negociación del contrato colectivo, tal como lo hace desde hace 7 años con los trabajadores y empleados de la Administración Públicas. Lo cierto es que las elecciones se realizaron y ahora el gobierno no puede eludir su responsabilidad de negociar el contrato. El gobierno no pudo doblegar la autonomía sindical al querer violentar los estatutos de Sutiss, para imponer la afiliación forzada de contratados, con el ánimo de distorsionar los resultados electorales.

Una victoria pírrica para el gobierno

Las elecciones de Sutiss dieron el triunfo a la burocracia sindical del Psuv, dividida en dos candidaturas con apoyo de distintos sectores del gobierno nacional y regional. Pese a los festejos de la gerencia, la vicepresidencia, el ex ministro del Trabajo José Ramón Rivero, y todos los agentes del gobierno que intervinieron en las elecciones y teledirigieron a los dos candidatos más votados, se trata de triunfos endebles, que no resisten la prueba de la lucha de clases. Y es que los que ganaron con ofertas engañosas y apalancados con los recursos del Estado, no son interlocutores de los trabajadores cuando éstos deciden salir a luchar por sus derechos, como quedó demostrado rápidamente con la protesta realizada a pocas horas de culminada la elección, en la que la furia de los sidoristas se hizo sentir y obligó al gobierno a cancelar seis meses de retroactivo, de los 33 que adeuda. Esta protesta no fue convocada ni controlada por la burocracia sindical, que aún celebraba su alta votación.
Esta contundente protesta demuestra que hay una gran reserva de combatividad en las filas de los trabajadores, y que es importante impulsar métodos organizativos y de movilización que permitan superar el vacío de dirección que se profundiza con los resultados electorales, ya que la gran mayoría del comité ejecutivo de Sutiss estará en manos de agentes directos del gobierno, cuya función será desmovilizar, confundir y desmoralizar a los trabajadores para que no luchen.

Unidad de acción y métodos democráticos de lucha para defender el contrato

La dispersión de las fuerzas independientes ha permitido el avance del sindicalismo patronal. José Luis Hernández, el presidente reelecto de Sutiss, ha tenido la misión de dividir e invisibilizar a la organización sindical, y es conocido por los trabajadores por el apodo de “bola fría”. Bajo su gestión casi nunca se reunió el comité ejecutivo de Sutiss, y nunca se hizo un evento democrático para que los trabajadores discutieran el proyecto de contrato, razón por la cual hoy la negociación del nuevo contrato lleva casi un año de atraso. Se congelaron las reclamaciones por pago de utilidades a los accionistas Clase B y de pasivos laborales. La inseguridad laboral cobró la vida de varios trabajadores sin que José Luis Hernández encabezara una lucha para proteger la vida y la salud de miles de sidoristas. Como dicen los propios simpatizantes de José Luis Hernández, se impuso la “Era del Hielo”.

José Meléndez de la Plancha 2, contó con el apoyo de la gobernación de Bolívar y de un sector del Mibam, e incluso una viceministra se prestó para participar en un acto electoral en el Portón III, para informar que el pago de los pasivos laborales para la semana después de las elecciones sindicales. Pero al incumplir con esta promesa, los trabajadores desataron su furia en una violenta protesta acompañada con la paralización de las labores. Los trabajadores quemaron la tarima de José Luis Hernández, mientras éste se encontraba en Caracas negociando desesperadamente que le habilitaran alguna migaja reivindicativa para mostrar ante los trabajadores. Esto demuestra la debilidad de la dirección burocrática, que sólo cuenta con el aparato y los recursos estatales, así como el chantaje que ejerce sobre los trabajadores tercerizados. Por eso es importante exigir la inmediata liquidación de la tercerización, pues se trata de un flagelo que no sólo permite la superexplotación de los trabajadores, sino que también se convierte en un mecanismo para la extorsión política y el vasallaje de este sector obrero.
Ante este cuadro se convierte en una necesidad unificar en un bloque clasista, independiente y autónomo a todos aquellos activistas y dirigentes que se reivindican independientes del gobierno y de la MUD. Ya que otro elemento importante de la lectura electoral es que la plancha de la MUD desapareció del cuadro electoral, castigada por su orientación favorable a la privatización. Por ello es importante que dirigentes tradicionales como “Acarigua” junto con emergentes dirigentes combativos y clasistas como los agrupados en la Coalición Siderúrgica, encabezada por Leonel Grisett, junto con Cruz Hernández, y otros, busquemos la unidad de acción para dar la batalla contra el gobierno y su política antiobrera y antisindical. Estamos en la antesala de una dura batalla que los trabajadores deberán librar si quieren que se discuta el contrato colectivo vencido, y esto sólo puede hacerse si se conforman comités de base en defensa del contrato en todas las áreas, con el impulso de los sectores independientes y clasistas. Estos comités pueden incorporar a su agenda la lucha por el pago inmediato del retroactivo por Tabulador, exigir inversiones de emergencia para evitar el colapso productivo de Sidor, y todas aquellas reivindicaciones que surjan democráticamente de las filas de los trabajadores en la etapa que se abre actualmente en Sidor.

Es la hora de que todos los trabajadores rescatemos la unidad, como la alcanzada en la lucha por el arrancar a Sidor de las manos de la transnacional Techint. Hoy, luchar por un mejor contrato pasa por exigir el respeto a la democracia de las bases. No aceptaremos que José Luis Hernández o José Meléndez secuestren al sindicato. Los próximos pasos a dar deben surgir de las bases, discutiendo en cada departamento, en cada sector, en procura de asambleas generales de trabajadores. Unidad desde las bases ante todo, exigiendo el respeto de las decisiones que se adopten. Sutiss, es una herramienta de los trabajadores, que defendimos a través de la participación en las elecciones, y con la respuesta inmediata ante el atropello y engaño de la burocracia sindical. Mañana, debe ser con la movilización unitaria de los trabajadores, en la lucha por el contrato y el respeto a los derechos laborales.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *