(Videos) ¿Paul Gillman revolucionario? ¡No me jodas!

Paul Silvestre Gillman es una metáfora. No me revienta para nada que el pana esté organizando un festival musical con su nombre y que traiga a algunas bandas metaleras en conciertos cuidados por el ejército. Tampoco me dice nada que, al amparo del gobierno, por fin tenga una cuenta bancaria de seis ceros a costa del rock. Ni será el primero ni será el único. Ni siquiera el hecho que pontifique sobre lo que es rockero o no desde su programa de televisión. Eso es guion repetido -y aburrido-. Lo que si me pudre es que el amigo, con su cara bien lavada, quiera convencernos que el siempre fue un revolucionario tira piedras y que pretenda ningunear a los que nos son patriotas-bolivarianos como el. Por suerte existe la memoria youtube.

Paul Silvestre Gillman es una metáfora. No me revienta para nada que el pana esté organizando un festival musical con su nombre y que traiga a algunas bandas metaleras en conciertos cuidados por el ejército. Tampoco me dice nada que, al amparo del gobierno, por fin tenga una cuenta bancaria de seis ceros a costa del rock. Ni será el primero ni será el único. Ni siquiera el hecho que pontifique sobre lo que es rockero o no desde su programa de televisión. Eso es guion repetido -y aburrido-. Lo que si me pudre es que el amigo, con su cara bien lavada, quiera convencernos que el siempre fue un revolucionario tira piedras y que pretenda ningunear a los que nos son patriotas-bolivarianos como el. Por suerte existe la memoria youtube.

Por que por lo menos a mi, no se me olvidará que, mientras en la década de los 90´s algunos rockeros -y muchos otros no rockeros- nos fajábamos de lo lindo contra el paquete neoliberal del gocho, el amigo era “el rockerito loco” del staff del canal de Gustavo Cisneros. Y que con su melena de peluquería participaba en, lease bien, los comerciales navideños de Venevisión y, anótese, comerciales pavosísimos y ñoños contra el consumo de drogas. Mientras lo revolucionario no daba plata pues, el pana bailaba al son del Canal 4. Yo, que iba a todos los conciertos rebeldes y antisistemas de la época, no vi a Paul Silvestre por ningún lado. Que haga toda la plata que quiera, pero que no venga a joder con sus falsos sermones revolucionarios. He dicho carajo.

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