Capriles es chavista, el verdadero voto de izquierda es por Orlando Chirino

Nos encontramos nuevamente y por enésima vez en la “gran feria electoral”, bajo la actual manipulación politiquera e inclemente del Psuv y de la MUD. Polarizando electoralmente, ambos sectores políticos buscan mantenerse en el poder, aunque en el fondo tienen grandes acuerdos sobre cómo llevar la vida económica y política del país. Antes fue el pacto de punto fijo, ahora es el falso socialismo del siglo XXI, el que satisface las necesidades de la oligarquía venezolana y, por supuesto, de los grandes poderes económicos mundiales.

Nos encontramos nuevamente y por enésima vez en la “gran feria electoral”, bajo la actual manipulación politiquera e inclemente del Psuv y de la MUD. Polarizando electoralmente, ambos sectores políticos buscan mantenerse en el poder, aunque en el fondo tienen grandes acuerdos sobre cómo llevar la vida económica y política del país. Antes fue el pacto de punto fijo, ahora es el falso socialismo del siglo XXI, el que satisface las necesidades de la oligarquía venezolana y, por supuesto, de los grandes poderes económicos mundiales.

Más allá de la esmerada insistencia de ambos sectores políticos en violar los reglamentos del CNE en lo referido a la prohibición del uso de símbolos patrios, la inversión de millones y millones en sus campañas en para mostrarse en escena como héroes del pueblo, nos encontramos hoy con una población con un gran descontento, hay una franja de la población con un porcentaje relativamente considerable que no participa electoralmente o no está alineada con el gobierno ni con la oposición de derecha, y a esto la muchas encuestadoras no hacen referencia.

Por otra parte, algunos ven la contienda electoral desde el punto de vista de cómo apostar a la fórmula que les permita mantener privilegios en la dinámica del clientelismo. En la campaña quedan en segundo plano los derechos del pueblo, la garantía de sus necesidades básicas y la mejora de la calidad de vida colectiva, más allá de que la opción del gobierno se haga llamar revolucionaria.

Cuando nos preguntamos cuál es la política petrolera de Chávez y Capriles, vemos que ambos defienden las empresas mixtas con transnacionales. Cuando averiguamos qué plantean ambos en cuanto al pago de la deuda externa, vemos que están de acuerdo en seguir pagándola religiosamente. Cuando verificamos qué política salarial tienen los candidatos de la polarización, nos encontramos que ambos proponen un salario mínimo muy por debajo de la canasta básica. Podemos observar entonces, que la simpatía de Capriles Radonski hacia Chávez, no se limita a emular las gesticulaciones y ademanes de éste en sus discursos. Más allá de la gestualidad, ambos son los defensores a ultranza del capitalismo. Por eso no hablan mucho sobre sus propuestas de gobierno, sino que prefieren concentrarse en difundir campañas con corazones, la clásica abrazadera de señoras y cargadera de bebés, una hipócrita y falsa devoción por la gente. En el caso del gobierno nacional y de la gobernación de Miranda, se evidencia el delito de peculado de uso establecido en la ley contra la corrupción y otras leyes que rigen la administración pública, por el desvío de fondos hacia la campaña.

De esa manera quieren mantener a la gente distraída y confundida. En vista de esta vil y desenmascarada farsa, que ha causado descontento y, hasta cierto punto, frustración en un sector considerable de la población venezolana, ha surgido desde las bases obreras una nueva propuesta verdaderamente socialista, de compromiso social que, lejos de confundir a la población, envía un mensaje claro y contundente al país. Que el petróleo sea 100% del Estado venezolano sin transnacionales. Que se conforme un bloque latinoamericano de países deudores para dejar de pagar la deuda e impulsar una verdadera unidad latinoamericana antiimperialista y socialista. Que el salario mínimo sea igual a la canasta básica. ¡Basta de hipocresía, camaradas! ¡Sinceremos la realidad política venezolana! Contamos con una alternativa verdaderamente de izquierda, de las bases populares, de los trabajadores: Orlando Chirino es una propuesta para la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela. ¡Vota consciente!

* Candidata al Consejo Legislativo del estado Mérida por la circumscripción no. 1, por el Partido Socialismo y Libertad (PSL)

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