Diputados del PSUV admiten que en ese partido no hay democracia
Siete diputados del PSUV dirigieron el 3 de diciembre una carta al presidente Chávez en la que muestran su preocupación por la erosión del apoyo popular al gobierno, así como la falta de democracia interna en el partido chavista, la corrupción, y un cúmulo de problemas sociales que se han venido agravando en los últimos años. Los diputados, cuya carta refleja el descontento en las bases chavistas y la creciente crisis del gobierno, no llegan a cuestionar su apoyo político a Chávez, a quien solicitan una reunión a través de la mencionada carta.
Siete diputados del PSUV dirigieron el 3 de diciembre una carta al presidente Chávez en la que muestran su preocupación por la erosión del apoyo popular al gobierno, así como la falta de democracia interna en el partido chavista, la corrupción, y un cúmulo de problemas sociales que se han venido agravando en los últimos años. Los diputados, cuya carta refleja el descontento en las bases chavistas y la creciente crisis del gobierno, no llegan a cuestionar su apoyo político a Chávez, a quien solicitan una reunión a través de la mencionada carta.
Los diputados firmantes son Eustoquio Contreras, Tirso Silva, Lelis Páez, Henry Tachinamo, José Ernesto Rodríguez, Isrrael Sotillo y Roberto Quintero. Los legisladores no expresan una crítica de fondo al gobierno, sino que les motiva la preocupación por la pérdida de «espacios sociales, electorales y políticos», así como una supuesta desviación de la práctica gubernamental con respecto a los «propósitos iniciales» del chavismo.
También observan los diputados que la base chavista «en sus crecientes críticas ya no excluye al líder del proceso de las fallas de la revolución», y llaman la atención sobre «el deterioro ético de los cuadros dirigentes de la revolución».
Los diputados piden cambios en el gabinete, y se quejan de la «inconsecuencia de los equipos gerenciales y técnicos de la burocracia estatal».
En la carta denuncian que en el PSUV no hay libre discusión ni democracia interna, y que el partido no brinda formación política a su militancia.
«Se ha hecho regla que para salir favorecido (en las elecciones primarias) se debe estar apadrinado por ministros, gobernadores y alcaldes y la complacencia de miembros de la dirección del PSUV, que cada vez esconden menos sus apetitos grupales», explican.
Atribuyen el resultado electoral del 26 de septiembre a «hechos tan relevantes como la crisis eléctrica, la inseguridad, la ineficiencia, la corrupción (caso Pdval), la inflación y el estado insoportable de la vialidad, (lo cual) ha promovido un creciente descontento en los sectores populares».
Para los diputados, quienes apelan al liderazgo de Chávez ante la crisis, la solución radica en emprender medidas administrativas y efectuar relevos en los cargos de dirigencia gubernamental. Denuncian los síntomas pero no detectan la enfermedad que los produce. Por ningún lado asoma una crítica política profunda al modelo que impulsa el chavismo bajo el rótulo de «Socialismo del siglo XXI», pues comparten sus premisas reformistas y de conciliación de clases.
