Wikileaks: Baltazar Porras pidió a los yanquis que pusieran mano dura contra Venezuela
El obispo Baltazar Porras solicitó al embajador yanqui William Brownfield, durante una reunión realizada el 6 de enero de 2005, que el gobierno de los EEUU asumiera una política más dura contra el gobierno venezolano, exhortó a que el imperialismo lanzara una campaña internacional contra Venezuela, y ofreció la infraestructura de la Iglesia Católica para desarrollar programas filantrópicos para mostrar las supuestas bondades del imperialismo y del empresariado capitalista. Documentos del servicio diplomático gringo publicados por Wikileaks muestran esta perversa orientación de la cúpula de la Iglesia Católica.
El obispo Baltazar Porras solicitó al embajador yanqui William Brownfield, durante una reunión realizada el 6 de enero de 2005, que el gobierno de los EEUU asumiera una política más dura contra el gobierno venezolano, exhortó a que el imperialismo lanzara una campaña internacional contra Venezuela, y ofreció la infraestructura de la Iglesia Católica para desarrollar programas filantrópicos para mostrar las supuestas bondades del imperialismo y del empresariado capitalista. Documentos del servicio diplomático gringo publicados por Wikileaks muestran esta perversa orientación de la cúpula de la Iglesia Católica.
Porras, para la fecha presidente de la Conferencia Episcopal, y quien en 2002 jugó un papel importante en el apoyo de la Iglesia Católica al golpe de Estado, se quejó ante Brownfield porque los yanquis no habían apoyado suficientemente a la derecha opositora luego del referendo de 2004. Según Porras, «el gobierno de Estados Unidos suavizó su mensaje en contra de Chávez después del referéndum en agosto 2004 por sus intereses energéticos». Porras expresó el despecho de la derecha venezolana ante la falta de apoyo del imperialismo, e increpó a Brownfield planteándole que «América Latina y Europa necesitan un fuerte liderazgo del gobierno de Estados Unidos».
Este cable demuestra los roces entre sectores ultraderechistas venezolanos, representados por Porras, nostálgicos del golpismo; y el imperialismo, cuyas relaciones con el chavismo se han ido normalizando, debido a que el gobierno venezolano salvaguarda de los intereses de las transnacionales.