Gobierno y oposición se disputan la Asamblea Nacional a fuerza de dólares mientras el pueblo se muere de hambre

Por Partido Socialismo y Libertad

El pasado domingo 5 de enero, el gobierno de Nicolás Maduro y el Psuv, dieron otra vuelta de tuerca reafirmando su carácter dictatorial. Ese día, en acuerdo con un grupo de diputados corruptos de la oposición patronal, intentaron conformar una nueva directiva de la Asamblea Nacional, más afecta a sus intereses, comprada con dólares. Según diputados de la oposición patronal, el gobierno les ofreció entre 750 mil y un millón de billetes verdes, la «operación maletín verde», como se le conoce popularmente.

Esto no es más que la continuación del guión que ha venido instrumentando desde hace algún tiempo en alianza con Claudio Fermín, Timoteo Zambrano y Henry Falcón, conformando una nueva oposición a su medida.

La marramucia urdida e instrumentada en la Asamblea Nacional por el gobierno cívico-militar de Maduro no es una novedad. Desde hace tiempo se caracteriza por vulnerar todas las libertades democráticas, y hacer lo que le venga en gana con la misma constitución que tanto se ufana en defender como un legado de Chávez.

Desde 2015 se ha hecho casi permanente la suspensión de garantías constitucionales. En el 2016 se anularon las competencias de la Asamblea Nacional, colocándola en “desacato”. Desde 2017 se estableció una Asamblea Constituyente, elegida de forma fraudulenta, controlada de manera absoluta por el gobierno, con carácter plenipotenciario y de duración indefinida. Por su parte el TSJ usurpa funciones parlamentarias; se persigue y criminaliza a todo el que disiente o protesta; se detiene y amenaza a gobernadores, alcaldes y diputados opositores; se aplica la justicia militar a civiles por protestar, entre muchas otras violaciones constantes a las libertades y derechos humanos.

Sin embargo, este intento de controlar a la única institución del régimen no sometida del todo a sus designios, no podría haberse ejecutado sin la complicidad de un grupo de diputados de los partidos de la oposición patronal de la Asamblea Nacional.

Se trata de varios oscuros personajes que recientemente vieron sus nombres involucrados en un caso de corrupción con las cajas Clap, y que posteriormente fueron expulsados de los partidos en los que militaban (Primero Justicia y Voluntad Popular).

Todo esto no pone más que en evidencia la profunda división existente en el seno de los partidos de la exMUD, así como el carácter corrupto de los mismos. En nada diferentes a los funcionarios gubernamentales enriquecidos al amparo de la renta petrolera.

Estos diputados no son una excepción. Ya el pasado año se mostraron los manejos turbios del partido de Juan Guaidó, Voluntad Popular, en relación con la llamada ayuda humanitaria; así como el robo de los recursos para atender a los policías, guardias y militares que rompieron con el gobierno y se refugiaron en Cúcuta en el mes de febrero. Hasta el “canciller” de Guaidó, Humberto Calderón Berti, hizo críticas públicas a la forma dispendiosa como se estaban utilizando los recursos enviados por el imperialismo y otros países aliados agrupados en el Grupo de Lima.

El Partido Socialismo y Libertad ha insistido en reiteradas ocasiones en plantear que Guaidó y los partidos patronales y proimperialistas que lo acompañan, no son alternativa para el pueblo trabajador venezolano. No tienen nada que ver con las necesidades y urgencias del pueblo que vive de un salario y padece las terribles condiciones de la crisis, el brutal ajuste del gobierno de Maduro y las sanciones imperialistas de EEUU. Sus lazos son con Trump, empresarios y transnacionales, y los gobiernos reaccionarios de América Latina como el de Duque, Bolsonaro, Piñera, odiados por sus respectivos pueblos.

Mientras el gobierno y Guaidó montaron su show en la Asamblea Nacional, el pueblo ha comenzado el año viendo como el dólar se incrementaba desproporcionadamente, mientras los precios de los alimentos se desbocaban. El fulano medio Petro fue otro engaño más del gobierno. En las regiones no hay gasolina, no hay agua ni gas.

El gobierno, Guaidó y el imperialismo tratando de hacerse con el control de la Asamblea Nacional mientras el pueblo sigue pasando hambre y padeciendo la más horrenda crisis conocida en la historia contemporánea del país.

Desde el PSL seguimos planteando que la única manera de terminar con esta situación que sufrimos es con la lucha; movilizándonos en las calles masivamente y de forma independiente a los partidos corruptos que acompañan a Guaidó. Ahora andan haciendo llamados a concentraciones solo con la intención de lavarse la cara y tratar de recuperar el prestigio que perdió.

No podemos creer en sus cantos de sirena fracasados. Debemos seguir el ejemplo del pueblo ecuatoriano, que derrotó el paquetazo de Lenin Moreno con la movilización. Continuar el camino que muestra el pueblo de Chile, los trabajadores y trabajadoras francesas y de muchos otros pueblos del mundo que salen a las calles contra los gobiernos ajustadores, que pretenden descargar la crisis del capitalismo sobre los hombros del pueblo trabajador. Debemos seguir el ejemplo que el pasado año dieron las maestras y maestros venezolanos imponiéndole varios paros a la burocracia sindical adeca.

Hay que retomar el camino de la lucha que ya habíamos iniciado el año pasado con los docentes a la cabeza. Debemos movilizarnos por un Plan Obrero y Popular de Emergencia, alternativo al paquetazo de ajuste del gobierno.

Por salario igual a la canasta básica indexado mensualmente de acuerdo a la inflación
En defensa de las contrataciones colectivas
Por la derogación del memorando 2792
Contra los despidos y suspensiones en empresas públicas y privadas
Contra la criminalización de la protesta. Libertad para Rodney Alvarez y Rubén González
Por el no pago de la deuda externa
Por la confiscación de los bienes de corruptos e importadores fraudulentos
Por petróleo 100% estatal sin empresas mixtas ni transnacionales
Por un Gobierno de los Trabajadores y el Pueblo