El gobierno de Maduro repudiado por la mayoría del pueblo prepara elecciones fraudulentas

Por Prensa PSL

Caracas, 9 de febrero de 2024. Este año está previsto que se realicen elecciones presidenciales. Sin duda esto determinará la vida política y social del país.

El gobierno sabe que está en una encrucijada. No tiene votos para ganar unas elecciones más o menos competitivas. Esto quedó patente con la escasa afluencia de votantes en el referéndum sobre el Esequibo, en el que no pudieron movilizar ni siquiera a su base, a pesar de haber exacerbado los ánimos nacionalistas del pueblo, con una millonaria campaña de más de 2 meses. No es casual que de este tema no se volvió a hablar y el CNE ni siquiera ha publicado los resultados definitivos. El gobierno está concentrado en lograr las mejores condiciones posibles para perpetuarse en Miraflores, apelando a todo tipo de maniobras.

El repudio generalizado a un gobierno que aplica un brutal ajuste capitalista y restringe las libertades democráticas, y las relativamente exitosas primarias de la Plataforma Unitaria, ganadas por María Corina Machado, llevaron al gobierno a desconocer los acuerdos de Barbados firmados en octubre con la oposición patronal y el con el auspicio del imperialismo norteamericano.

Al ver que con dichos acuerdos se preparaba el terreno para una segura derrota, eventualmente con María Corina Machado, el gobierno decidió incumplir los acuerdos previos, manteniendo la inhabilitación a cargos públicos a María Corina Machado y a Henrique Capriles, incluso a riesgo de que el imperialismo restituyera las sanciones.

El gobierno está preparando el terreno para realizar unas elecciones a su medida, con un CNE controlado por ellos, con candidatos inhabilitados para postularse, con numerosos partidos sin legalidad, incluyendo el nuestro y de toda la izquierda, con dirigentes políticos presos, en el exilio o con medidas cautelares, con el control de los medios de comunicación y los cuantiosos recursos del Estado.

Repiten el guión que ya han puesto en práctica en otras ocasiones: dividen a la oposición patronal, generando incertidumbre, lo cual desestimula la participación y propicia la abstención. Estas prácticas fraudulentas posiblemente se combinarían con un aumento del gasto público aprovechando el incremento de la producción petrolera y los negocios estimulados por la flexibilización de las sanciones imperialistas, lo que permitiría el otorgamiento de bonos y algunos pequeños beneficios a los sectores populares, pero que no se reflejarían en mejores condiciones estructurales de vida y trabajo, y solo servirían para alimentar el clientelismo y los negocios de los funcionarios gubernamentales.

La oposición de derecha se debate entre María Corina Machado o un sustituto

Por su parte, la oposición patronal también está en un dilema. El gobierno a través del TSJ acaba de ratificarle a su candidata María Corina Machado, elegida en las recientes primarias, la inhabilitación para optar a cargos públicos, esto ha generado una nueva crisis al interior de dicho sector ya que María Corina Machado insiste en ser candidata a pesar de no poder inscribirse, mientras que algunos sectores comienzan a plantear que hay que buscar un sustituto, aflorando las apetencias personales. Estos sectores no están dispuestos a movilizar y su programa es antiobrero y antipopular. Incluso María Corina Machado se presenta como seguidora de Javier Milei, ultraderechista que pretende aplicar un brutal ajuste en Argentina. Esta oposición burguesa no es alternativa para el pueblo.

Candidatura unitaria de izquierda y un programa en defensa de los derechos del pueblo trabajador

En el Encuentro Nacional en Defensa de los Derechos del Pueblo, donde participa nuestro partido junto a otras organizaciones, también se ha comenzado a hacer el debate sobre el tema electoral. Esto no se inició con buen pie ya que

equivocadamente, desde nuestro punto de vista, los compañeros del PCV, PPT/APR y MPA, acordaron una alianza electoral, sin plantearle a las demás organizaciones del Encuentro la posibilidad de ser parte de dicho acuerdo. Esto es excluyente, cuando necesitamos que la unidad de la izquierda sea lo más amplia posible, y que enarbole un programa en defensa de los derechos del pueblo trabajador.  

Entendemos que cualquier organización política puede reunirse con otras sin consultarlo en el seno de la articulación que venimos haciendo, pero hubiera sido sano plantear el tema a las otras organizaciones que hacemos vida en el Encuentro Nacional en Defensa de los Derechos del Pueblo. Este tipo de procedimientos afecta la confianza que se ha venido tejiendo entre los participantes de la agrupación, y resultan a todas luces innecesarios.

Por otra parte, para el Partido Socialismo y Libertad (PSL) cualquier alianza electoral debe partir de un acuerdo sobre puntos programáticos, cuestión que los compañeros no hicieron. No obstante, el debate sobre los aspectos programáticos de una eventual alianza unitaria amplia de izquierda se ha comenzado a dar en el Encuentro, lo cual nos parece muy positivo. Después de acordar sobre lo político-programático, habrá que avanzar en el tema de la candidatura.

Para el PSL hoy es necesario levantar una candidatura unitaria de izquierda, anticapitalista y antimperialista, con un programa de defensa de los derechos del pueblo trabajador, y por las libertades democráticas. Es urgente una alternativa al gobierno y a la oposición patronal que le hable a las trabajadoras, trabajadores, a los jóvenes, a las mujeres, a la comunidad sexodiversa o lgbtg, y a todos los sectores populares.

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