(Vídeo) Chile: campaña en defensa de dirigentes estudiantiles secundarios

El gobierno no logra controlar del todo la situación. Las vacaciones han impuesto un relativo reflujo de las luchas, pero en un marco de mucha crisis. La expresión más clara de esta situación es la crisis en la misma derecha, donde la UDI (partido más grande de ese sector y más de derecha) amenazó con que, si no se logra calmar el país para abril, mes del plebiscito, ellos se van a negar a realizarlo.

Desde La Moneda hasta las asambleas, todo el mundo está de acuerdo con que marzo significará una reactivación de la lucha. la entrada de estudiantes secundarios y universitario a las casas de estudio significara la concentración de esa juventud que ha estado, desde el 18 de octubre, dispersa luchando en los barrios y principales plazas del país.

En este marco de tensa espera por lo que comentaristas del régimen llaman “marzo horribilis”, sucedió un hecho que desbordó al gobierno. En Chile se entra a las universidades rindiendo una prueba de selección universitaria (PSU). Todos deben rendirla, y según el puntaje que se obtiene más un promedio de las calificaciones de la educación secundaria, se define a que universidad puede entrar el estudiante.

Obviamente, desde que se impuso en el año 2003, lo único que ha hecho es reflejar la desigualdad y la completa banca rota de la educación pública. Los estudiantes de familias ricas van a las mejores universidades, los pobres a la peores o no entran a las universidades.

El término de esta prueba ha sido una bandera de lucha de los secundarios desde hace más de una década. Este verano, la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) y otras organizaciones llamaron a boicotear la PSU, tomándose los colegios donde se rinde. El gobierno, que venía posponiendo las fechas de rendiciones, desplegó un contingente de carabineros para evitar las movilizaciones, pero sobre todo se jugó al enfrentamiento este los estudiantes que querían rendirla y quienes querían boicotear.

De los 270 mil estudiantes que debían darla, un 15% no pudo rendirla por movilizaciones. La cifra no parece relevante, sin embargo, las imágenes de colegios tomados por estudiantes que espontáneamente se sumaban a la lucha fue lo que marcó los dos días. Quienes la rindieron declararon públicamente su apoyo a sus compañeros y compañeras que se manifestaban, y en la mayoría de los locales de rendición de la prueba hubo todo tipo de manifestaciones contra el gobierno. Chicos con ojos tapados en señal de apoyo a los mutilados, poleras y carteles que se tomaron las jornadas.

Piñera que teme un marzo estudiantil, se vio totalmente sobrepasado por los secundarios en enero. Demostrando nuevamente que no puede controlar la situación en el país. Las críticas, esta vez, fueron feroces desde la derecha hasta la Nueva Mayoría, las iglesias y la prensa. Todos se quejan de que “unos pocos vándalos” pudieron boicotear la prueba más importante del país.

En respuesta, Piñera lanzó una ofensiva, anunciando que procesará a los dirigentes y 34 activistas de la Aces con la Ley de Seguridad del Estado, que les quitará el derecho a rendir la PSU y que quienes no pudieron rendirla en esta fecha deberán hacerla a fines de enero… en los cuarteles militares. Este enfrentamiento despertó a cientos de miles que comenzaron una campaña, a través de las asambleas y otras organizaciones, amenazando a Piñera que si los toca todo el mundo sale a la calle en masa.

La Aces es una de las organizaciones de estudiantes secundarios, sector históricamente muy atomizado. Sin embargo, es una de las más importantes y la que viene relegando a segundo plano a la Cones (dirigida por el PC y el PS). Entre otros hechos, la Aces salió hace dos meses de la MUS denunciándolos de actuar contra la lucha nacional, y ahora sostiene que quiere formar un frente de lucha con las asambleas territoriales y las feministas del 8M que rompieron esta semana con la MUS. Secundarios, asambleas territoriales y mujeres sería un frente que expresaría a los más radicalizado del país y que cuenta con mayor apoyo nacional.

CHILE: CARTA DE SOLIDARIDAD Y APOYO A DIRIGENTES DE SECUNDARIOS

Los abajo firmantes declaramos:

Luego del boicot a la Prueba de Selección Universitaria (PSU) liderado por un conjunto de secundarios, entre ellos, la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) y los efectos que tuvo esta movilización estudiantil sobre este proceso de ingreso a las universidades chilenas, el gobierno a través del Presidente Sebastián Piñera anunció la aplicación de la Ley de Seguridad del Estado contra los voceros de las ACES, Ayelén Salgado y Víctor Chanfreau, acusándolos de instigadores de la campaña contra la PSU. Una medida judicial que lejos de apuntar hacia soluciones de fondo para cambiar el sistema de acceso a la educación superior, lo que hace es criminalizar por decreto la protesta social, perseguir a los liderazgos sociales y alentar desde el Estado castigos a quienes se alcen contra el modelo imperante en el país.

La actual movilización de los secundarios contra la PSU, al igual que en octubre de 2019 con el llamado a la evasión en el Metro, apuntó a terminar con uno de los pilares que sostiene la desigualdad en Chile, como lo es la educación en todas sus etapas y en especial en la superior. La PSU es el instrumento que mejor refleja que el poder del dinero garantiza acceso a las mejores universidades a los más ricos y a la elite, mientras posterga a la gran mayoría de los jóvenes que no recibió una educación de calidad en su etapa de formación a estudiar donde el sistema y puntaje se los permita a costa incluso de un alto endeudamiento familiar. No se trata entonces, como lo han querido instalar algunos, de una disputa que pone a estudiantes contra estudiantes, sino, de una lucha contra un sistema de acceso educativo funcional al modelo económico, que perpetúa la desigualdad incluso en los futuros profesionales.

La movilización secundaria es parte del estallido social que vive el país. No es una expresión ajena a las demandas de la sociedad chilena ni en su fondo ni en la forma que se ha levantado con masivas manifestaciones, huelgas y paros para exigir cambios profundos en las pensiones, en la salud, en las luchas feministas y por la igualdad de género, en la vivienda, en el medioambiente y en la educación. Los estudiantes exigen cambios profundos al sistema de acceso a la educación superior, pero también han sido opositores a la educación de mercado que concibe como un negocio el derecho a educarse. A la vez, los secundarios han sido la primera línea en la defensa de la educación pública que hoy yace moribunda y que es la expresión más nítida del fracaso rotundo de las políticas educacionales de los últimos 30 años.

Los secundarios conocen como nadie las políticas represivas, entre ellas, Aula Segura y no se sorprenderán ante las acciones que ahora emprenda el Estado contra los voceros de las ACES y otros estudiantes. Ellos iniciaron el estallido social que cambió el escenario político y han pagado con muertos, torturados, heridos y mutilados el derecho a rebelarse contra un país injusto y desigual. Es el momento que exista una solidaridad activa de la sociedad para frenar todo tipo de represión contra los jóvenes movilizados y a su vez, impida una “pasada de cuentas” a los dirigentes estudiantiles desde quienes se aferran a un modelo que los chilenos queremos cambiar en todas sus expresiones. Chile Despertó.

Todos somos Ayelén Salgado. Todos somos Víctor Chanfreau
Todos somos secundarios. Nunca los dejaremos solos
No a la criminalización de la protesta social

Santiago, 8 de enero de 2020

Mandar comunicados de apoyo a: asambleacoordinadora.aces@gmail.com

 

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