Crece el descontento con el capitalismo en Japón y la juventud busca una alternativa política

Un «manga» o revista de historietas japonesa sobre El Capital de Carlos Marx se ha transformado en un best-seller en todo el país; y un cuento de la entreguerra sobre la explotación de los trabajadores encontró nuevos lectores como cómic. La versión «manga» de Das Kapital es un best-seller, al igual que el cómic del clásico de 1929 Kanikosen o el Barco Enlatador de Cangrejos, del escritor comunista Takiji Kobayashi, que describe la brutal explotación de los trabajadores. La versión cinematográfica se estrena este verano (boral), con la actuación de la estrella ascendente Ryuhei Matsuda.

Un «manga» o revista de historietas japonesa sobre El Capital de Carlos Marx se ha transformado en un best-seller en todo el país; y un cuento de la entreguerra sobre la explotación de los trabajadores encontró nuevos lectores como cómic. La versión «manga» de Das Kapital es un best-seller, al igual que el cómic del clásico de 1929 Kanikosen o el Barco Enlatador de Cangrejos, del escritor comunista Takiji Kobayashi, que describe la brutal explotación de los trabajadores. La versión cinematográfica se estrena este verano (boral), con la actuación de la estrella ascendente Ryuhei Matsuda.

A pesar de ser la segunda economía del mundo, Japón asiste al surgimiento de un movimiento juvenil que cuestiona el sistema capitalista, cuando su economía sufre la peor recesión desde 1945, con megaempresas en rojo que eliminan puestos de trabajo.

Paradójicamente, esta situación ha beneficiado al Partido Comunista japonés. El Partido Comunista de Japón no pregona la revolución socialista, y sus miembros dicen que no comulgan con el marxismo leninismo, ni siquiera con las ideas del movimiento estudiantil radical de los años 60 y 70. Pero la desilusión con los partidos políticos tradicionales y con los sindicatos ha hecho que el partido saque dividendos del desconcento de los jóvenes con la decadencia capitalista.

La desreglamentación del mercado de trabajo ha facilitado a las empresas emplear y despedir trabajadores, y el tradicional empleo de por vida japonés ha dado lugar a la incertidumbre y salarios más bajos para la última generación que entró al mercado de trabajo.

El Partido Comunista Japonés, fundado en 1922, fue legalizado recién después de la Segunda Guerra Mundial. Desde los turbulentos años 60 y 70 ha sido un sempiterno partido de oposición. Actualmente sólo tiene 16 bancas de las 722 del parlamento, y políticamente es socialdemócrata, como lo son hoy todos los partidos comunistas de la tradición estalinista.

La manifestación del Primero de Mayo en Tokio, atrajo a 36.000 personas, muchos jóvenes.

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