Desempleo, inflación y caída del consumo predominaron en el 2009

Caracas, 31 de diciembre de 2009. Ayer publicamos una breve nota donde describiamos los principales indicadores económicos al cierre del año 2009, según lo presentado en el Informe Anual del Banco Central de Venezuela, hecho público el pasado 29 de diciembre. Destacamos la caída de 2,9% de la economía nacional, sin embargo, queremos hacer algunas precisiones al respecto.

Caracas, 31 de diciembre de 2009. Ayer publicamos una breve nota donde describiamos los principales indicadores económicos al cierre del año 2009, según lo presentado en el Informe Anual del Banco Central de Venezuela, hecho público el pasado 29 de diciembre. Destacamos la caída de 2,9% de la economía nacional, sin embargo, queremos hacer algunas precisiones al respecto.

Como hemos afirmado en otros artículos, lo que realmente cae es la situación social y económica de los trabajadores y el conjunto del pueblo pobre. Los sectores económicos dominantes, más allá del impacto negativo que pueda tener la crisis económica mundial, tienen los recursos, la experiencia, el acumulado de capital y el músculo financiero para sortear esta situación y continuar obteniendo jugosas ganancias, a costa de la explotación de los trabajadores. La extracción de plusvalía continúa su marcha, mientras que es el pueblo el principal afectado por la crisis capitalista, y la subsecuente caída en los precios del petróleo, principal motor de la economía venezolana. Veamos esto en términos concretos, a través de tres indicadores sociales fundamentales, a saber: empleo, inflación y consumo popular.

Empleo

El informe del BCV reconoce que la desocupación aumentó por primera vez después de 5 años. Y esto es lógico, ya que la economía venezolana lleva 3 trimestres seguidos en caída lo cual significa que entramos en recesión. La economía descendió 2,4% en el segundo trimestre, 4,5% en el tercero y 4,7% en el último, dato que no presenta el informe del ente emisor. Es decir que la recesión se profundiza.

Decíamos que la burguesía, los capitalistas en general, tienen muchos recursos para hacer caer la crisis en los hombros de los trabajadores, uno de ellos es el reducir costos para maximizar las ganancias, a través de los despidos, esta es la razón por la cual el desempleo abierto se incrementó este año.

En nuestra opinión, esas cifras de desempleo oficiales son engañosas, ya que el INE considera empleados a los trabajadores que se desempeñan en empleos precarios como las Misiones, Madres del Barrio, y otros, donde sólo se recibe un “incentivo” económico, no se cuenta con contrataciones colectivas ni otros beneficios socioeconómicos. Situación que nos hace pensar que en realidad el desempleo abierto es mucho mayor a lo que dicen las cifras oficiales. Pero en todo caso, lo cierto es que el desempleo aumentó en el 2009.

Inflación

El BCV informa que la inflación acumulada de enero a noviembre es de 23%. Por otra parte, el ministro Alí Rodríguez estimó recientemente que la inflación de diciembre podría llegar a un 4%, lo que significaría que la inflación al cierre del 2009 sería de 27%, lo que traduciría en que Venezuela tendría la inflación más alta del continente por cuarto año consecutivo.
Todos los economistas saben que la inflación es el impuesto más regresivo que se descargaba sobre los bolsillos de los trabajadores y los sectores populares. Es una extracción directa de recursos que afecta con severidad a las personas que devengan un salario.

La inflación continua, combinada con desempleo, conforman lo que se denomina “estanflación”, es decir, estancamiento económico e inflación, fenómenos que no suelen presentarse unidos, ya que cuando se reduce el empleo tiende a bajar el costo de la vida debido a la reducción del consumo. En el caso venezolano, como estamos viendo, habría aumento del desempleo e inflación, a pesar de que cae el consumo popular.

Consumo

La contracción de la economía estuvo determinada en gran medida por una caída de 2,6% del consumo final de la población. Es decir, producto del aumento de los precios, del incremento del número de personas sin empleo y de la reducción de las importaciones, la población redujo su nivel de consumo de productos, bienes y servicios. Como el mismo BCV lo reconoce, la caída del consumo es producto, entre otras cosas, de la contracción del ingreso real. Es decir que a pesar del pírrico aumento del salario mínimo decretado por el gobierno, los trabajadores venezolanos vieron reducir sus salarios en términos reales, es decir, con más dinero se pueden comprar menos productos hoy. Lo que significa que el pueblo y los trabajadores tienen una menor capacidad de compra de alimentos, equipos para el hogar, transporte, y otros bienes esenciales para la vida.

En resumen, como hemos venido afirmando, los que verdaderamente vemos afectado nuestro nivel de vida con la caída de la economía somos los trabajadores, el pueblo pobre y oprimido, los que no tenemos bienes de fortuna, y debemos vivir de un salario mensual o semanal. Los empresarios, terratenientes, banqueros, importadores, sean burgueses tradicionales o “boliburgueses”, siguen en su danza de millones, no dejan de vivir en el lujo, conservan sus aviones y yates, mientras se quejan de la crisis, para seguir explotando y extrayendo plusvalía de sus trabajadores.

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