El gobierno y la burocracia roja, rojita quieren destruir los sindicatos y privatizar Pdvsa

Por José Bodas*

Respuesta a Manuel Páez

Los laboratorios de guerra sucia de Wills Rangel reaccionaron a una nota que recientemente publicamos, titulada: “Con los Consejos Productivos de Trabajadores el gobierno pretende liquidar los sindicatos y privatizar Pdvsa”, (http://laclase.info/content/con-los-consejos-productivos-de-trabajadores-el-gobierno-pretende-liquidar-los-sindicatos-y-privatizar-pdvsa/).

Hubiéramos preferido que el propio presidente de la Futpv respondiera, pero tendremos que conformarnos con responderle a uno de sus lugartenientes. Salieron de la “cuarentena” en la que se encontraban, reflejando que sintieron el golpe. Esto nos satisface porque, la respuesta que nos dio uno de sus secretarios, nos permite ahondar en el debate y llamar la atención a todos los trabajadores y trabajadoras petroleras sobre el carácter nefasto de los llamados Consejos Productivos de Trabajadores, mediante los cuales se intenta liquidar lo poco que nos queda de reivindicaciones; terminar de acabar con las organizaciones sindicales y profundizar la privatización de la industria petrolera.

Para nosotros sí es importante luchar por salarios y todas nuestras reivindicaciones

Manuel Páez en una nota divulgada por las redes nos hace parte del “viejo sindicalismo que no sabe de lucha de clases, que sólo se dedica a lo reivindicativo”. Nosotros nos preguntamos ¿y él de dónde viene? ¿A qué sindicalismo pertenece?¿Y es que acaso su jefe Wills Rangel, que fue lugarteniente de Carlos Ortega durante años en Fedepetrol, no viene de ese sindicalismo adeco al que hace referencia? Que nosotros sepamos ninguno de los dos viene de algún soviet o algo por el estilo. Ni tienen una historia de militancia socialista. Como ya decíamos, su jefe Wills Rangel, fue militante de Acción Democrática. Y tuvo tuvo sus primeras lecciones de sindicalismo burocrático y patronal en ese partido y en la CTV.

Eso de rechazar la lucha por salario y las reivindicaciones concretas de los trabajadores y trabajadoras es una típica aberración del chavismo. El mismo Chávez lo acuñó. Como si pelear por arrancarle una mayor tajada de la plusvalía que los patronos nos roban a diario no fuera importante. Como si esa no fuera la razón de ser de las organizaciones sindicales, desde su surgimiento hace ya muchos años.

Es lógico que no les importe luchar por nuestros derechos más elementales, después de todo ellos no viven del salario, y disfrutan de privilegios como vivir durante años en hoteles cinco estrellas, come en buenos restaurantes o pasear en camello frente a la muralla China.

Nosotros en el PSL y C-cura, que sí vivimos del salario, pues no tenemos esos privilegios que ellos disfrutan gracias a vender contratos y arrodillarse a las transnacionales y al gobierno, seguiremos luchando contra los salarios de hambre de 6 dólares en la industria petrolera; por nuestro contrato colectivo que venció el 1 de octubre de 2019; por los comedores, por el Sicoprosa y las dotaciones de herramientas e implementos de seguridad, entre otros derechos.

El chavismo a partir de este criterio, que minimiza la importancia de las reivindicaciones de los trabajadores, que ningunea al salario y no le importan las contrataciones colectivas, inventó un supuesto “salario social” que nunca se ha materializado. Ejemplo de ello fue el cuento de las miles de viviendas que supuestamente iban a construir para los petroleros y petroleras, de las cuales no han construido ni una.

El tal salario social del falso socialismo chavista no es más que la miseria de las bolsas Clap, de los tristes “combos proteicos” con una mortadela y un pollo. No es más que poner a mendigar y a depender de una piche caja de comida a los trabajadores, en lugar de lograr con la lucha un salario digno, suficiente para cubrir nuestras necesidades alimenticias, de vivienda, educación, salud, de recreación, entre otras cosas.

Es así como gente que nunca tuvo ningún rol importante en alguna huelga o conflicto de la clase obrera petrolera, posan de ser “revolucionarios” hablando de “lucha de clases”, como si supieran algo de eso.

¿Qué nos diferencia del chavismo y de los partidos y sindicalistas ligados a la derecha patronal y proimperialista?

El chavismo, antes con Chávez y ahora con Maduro, no tiene nada que ver con la lucha por el verdadero socialismo con democracia obrera. Ni mucho menos tienen interés en impulsar la lucha de clases, entendida como el enfrentamiento de los trabajadores y el pueblo oprimido contra los patronos y el imperialismo, en la perspectiva de lograr un gobierno de los trabajadores y el pueblo.

En realidad el gobierno actual es un gobierno burgués. Un gobierno que sigue defendiendo los intereses de los empresarios y transnacionales. Que se esconde detrás de un falso discurso popular y de izquierda. Mientras hambrean al pueblo venezolano, destruyeron los servicios públicos, aplican un brutal paquete de ajuste para hacernos pagar la crisis creada por empresarios y funcionarios, liquidan los contratos colectivos a través del factor de equilibrio 9030 y el memorando 2792. Es un gobierno constituido por civiles y militares que se colocan una franela con la cara del Che Guevara y cantan canciones de Alí Primera. Hasta allí llega su “lucha de clases”.

Mientras que Guaidó y los partidos patronales de la Asamblea Nacional, representan los mismos intereses patronales y proimperialistas pero sin el disfraz socialista del chavismo. Estos no se avergüenzan de sus intentos golpistas apoyados por Estados Unidos. Y quieren privatizar Pdvsa y todos los servicios públicos, en lo que coinciden con el chavismo.

Por nuestra parte, los que conformamos el Partido Socialismo y Libertad e integramos la corriente sindical C-cura, tenemos una larga tradición de lucha por las reivindicaciones de las trabajadoras, trabajadores y el pueblo pobre y oprimido. Para nosotros la lucha por salarios, por mejores contratos colectivos y condiciones laborales optimas se combina, y está indisolublemente ligada a la lucha por el socialismo verdadero con democracia obrera, no esta patraña capitalista disfrazada de socialismo que tanta confusión ha generado en el pueblo venezolano.

En el sector petrolero nos construimos en las luchas que dimos en los años de la apertura petrolera, con un movimiento muy progresivo que se desarrolló en los años 90 del siglo pasado con La Jornada. Que enfrentó a los gobiernos del puntofijismo y a la burocracia sindical adeca. Todo este trabajo nos convirtió en una referencia de lucha, clasista y consecuente, con el compañero José Bodas a la cabeza. Y fue lo que nos permitió ganar el sindicato de base, antes de Fedepetrol-Anzoátegui, y obtener una importante votación en las elecciones de la Futpv.

Páez nos acusa de querer defender privilegios. ¿Cuales privilegios? Me imagino que se refiere a los de él y a los de su jefe, y de toda la burocracia roja rojita, como los llamó Rafael Ramírez, gran revolucionario para todos ellos hasta hace poco, y mano derecha de Chávez en el sector petrolero, hoy caído en desgracia.

Sobre los Cppt

Las organizaciones genuinas e históricas de las trabajadoras y trabajadores de todos los sectores económicos, no sólo de la industria petrolera, son los sindicatos. Lamentablemente los sindicatos de base, en su mayoría, así como la Futpv, están en manos de la burocracia roja, rojita, completamente arrodillada a las transnacionales, los patronos privados y el gobierno.

Es decir que el problema no son los sindicatos o la Futpv en sí mismos, si no las personas y las políticas que estas desarrollan al interior de nuestras organizaciones. Esto nos plantea la necesidad de lograr que los sindicatos y la federación estén en manos de verdaderos luchadores clasistas, combativos, que no se arrodillen ante los patronos o el gobierno. Que conviertan a nuestras organizaciones en instrumentos de lucha y movilización por nuestros derechos. Para sacarlos del marasmo burocrático en el cual hoy se encuentran.

La gerencia de Pdvsa y el gobierno, quieren aprovechar el descontento de muchos trabajadores y trabajadoras con la dirigencia sindical para terminar de liquidar lo poco que queda de autonomía en nuestras organizaciones, creando unos aparatos digitados desde arriba, controlados por gerentes y militares para seguir liquidando el salario, la convención colectiva y todas las reivindicaciones obtenidas a lo largo de muchos años de lucha.

Los fulanos Cppt, con el cuento del “empoderamiento de la clase obrera en los procesos productivos”, frase que en apariencia suena muy bonita, tienen como objetivo acabar con los sindicatos y crear una casta de burócratas del partido de gobierno, apoyados por la Milicia y los llamados “cuerpos de combatientes”, que sirva de correa de transmisión sumisa de las políticas gubernamentales al interior de Pdvsa. Su objetivo central es terminar de acabar con la convención colectiva, como parte del proceso hacia la privatización de nuestra principal industria.

El gobierno quiere privatizar Pdvsa

Páez afirma que Pdvsa no será privatizada, y agrega que la industria va a un cambio de modelo de gestión. Pero lo más interesante es lo que dice después “que el modelo al servicio de las transnacionales colapsó”. Ah…pero bueno, después de 21 años de chavismo en el poder, descubrieron que el modelo mediante el cual se viene gestionando Pdvsa está al servicio de las transnacionales, y no al servicio de sus trabajadores y del pueblo venezolano. Pdvsa entonces ¿no y que era del pueblo?

Es decir que reconoce que el actual modelo impulsado por Chávez, el comandante supremo del chavismo, y continuado por Maduro, está al servicio de las transnacionales. Además reconoce que con “oscuros manejos de sus fondos”, que interesante, no lo decimos nosotros, lo dicen ellos, sin duda, se le chispoteó.

El chavismo ha difundido el cuento que ellos renacionalizaron la industria petrolera. Esto es falso. En realidad continuaron el proceso de privatización que ya se venía produciendo con Caldera. En el año 2006 Chávez y Rafael Ramírez en el marco del plan pomposamente llamado “Plena Soberanía Petrolera”, se asociaron a capitales internacionales, permitiendo que numerosas empresas transnacionales se transformaran en socias de Pdvsa. Convirtiendo los convenios de asociación estratégica en empresas mixtas. Entregaron nuestra soberanía y el petróleo a Chevron, Repsol, Shell, Total, Statoil, BP, China National Petroleum, Rosneft, Lukoil, Mitsubishi, entre otras empresas.

Los círculos de calidad japoneses: instrumento para superexplotar a los trabajadores

Ahora más recientemente con el aumento de la gasolina y su venta en divisas este proceso se profundiza. Para avanzar en la privatización pretenden utilizar los Cppt. El modelo que intentan imponer, según Páez, es el de los “círculos de producción”, que por cierto, no se llaman así, su verdadero nombre es el de Círculos de Calidad. Los cuales fueron implementados en Japón después de la segunda guerra mundial.

Expliquemos en qué consisten estos organismos. Los Círculos de Calidad son elementos de técnicas de gestión empresarial que buscan que los trabajadores por un mismo salario, se involucren en el desempeño de distintos oficios. Mediante este instrumento se sobreexplota a los trabajadores y se maximiza la ganancia de los patronos. Generando un gran stress entre los trabajadores. Esto llevó a Japón a convertirse en el país con la tasa mas alta de suicidios en el mundo.

Imagínense ustedes, este es el modelo que el chavismo quiere implementar a través de los Cppt. Páez nos recomienda una técnica utilizada en una potencia capitalista que ayudó a extraer más plusvalía de los trabajadores y trabajadoras del Japón, y enriqueció a sus transnacionales. ¿Qué tiene que ver eso con el socialismo? ¿Qué tiene que ver eso con el supuesto empoderamiento de la clase obrera?

Y para más confusión, el falso socialismo chavista pretende vendernos este cuento con una cita de Lenin de un texto escrito en abril de 1911, en conmemoración de la Comuna de París, el primer gobierno obrero de la historia. Definitivamente Marx, Lenin y el socialismo, no tienen nada que ver con Páez, la burocracia sindical roja, rojita y el actual gobierno chavista.

*Secretario general de la Futpv, dirigente del PSL y C-cura

 

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