El PSL ante el referendo sobre El Esequibo

Por Partido Socialismo y Libertad

El gobierno de Nicolás Maduro ha lanzado una agresiva y millonaria campaña sobre el litigio con Guyana sobre el Esequibo, convocando a votar en el referéndum fijado para el próximo 3 de diciembre.

Intenta presentarse como antiimperialista, rechazando la entrega que el gobierno guyanés hace con los recursos petroleros a empresas norteamericanas. Pero no dice que también sus aliados rusos y chinos tienen intereses económicos y comerciales en Guyana, especialmente en relación a la explotación petrolera. Y que el propio gobierno venezolano entregó el petróleo a empresas norteamericanas, europeas, chinas y rusas, a través de los contratos de empresas mixtas, lo que también ha hecho con las riquezas minerales existentes en el llamado Arco Minero del Orinoco.

El objetivo de esta campaña, que tiene como lema “El Esequibo es nuestro”, es utilizar el litigio para ocultar la pavorosa crisis social que viven los trabajadores y el pueblo venezolano. Esconder bajo la alfombra los salarios y pensiones de hambre, la no discusión de las contrataciones colectivas, tanto en el sector público como en el privado, la desaparición de 36 mil millones de dólares de los fondos de PDVSA y de 400 mil millones de bolívares, que eran los aportes patronales a las cajas de ahorro del sector público. La destrucción de los servicios públicos, expresada en que el 75% de los hospitales no tiene agua potable, mientras sobreviven sin medicamentos e insumos, haciendo que los trabajadores y los sectores populares paguen los costos de cada intervención quirúrgica, comprando todo lo requerido para poder ser atendidos. Además de continuos cortes de luz en todo el país, mientras que en beneficio del gobierno y de los empresarios privados, se incrementan abusivamente las tarifas de aseo, luz, teléfono y telecomunicaciones.

Mientras que el gobierno sigue aplicando su paquetazo de ajuste capitalista, y para ello restringe las libertades democráticas, y mantiene tras las rejas a trabajadoras y trabajadores detenidos por reclamar sus derechos o denunciar la corrupción en empresas del Estado. Todo esto en el contexto del repudio generalizado del pueblo hacia un gobierno que visualiza como el responsable de la tragedia social y económica en la que estamos sumergidos.

El referendo es un recurso para rodearse de apoyo de cara a las elecciones del 2024, exacerbando los ánimos nacionalistas y el patrioterismo extremo. Al mismo tiempo, estigmatiza y criminaliza a cualquiera que se oponga al referendo.

En el pasado puntofijista AD y Copei utilizaban el mismo expediente nacionalista. Levantaban cortinas de humo para ocultar los problemas del país, apelando al litigio por el Golfo de Venezuela con Colombia.

El gobierno no tiene ningún pudor en gastar recursos en una mil millonaria campaña propagandística, en lugar de destinar esos recursos al aumento de los salarios, honrar el contrato docente, el de los trabajadores de la salud o el de los petroleros, ya vencidos. O invertir en escuelas, hospitales y servicios públicos.

Nos convocan para un referendo por el Esequibo, pero nunca nos consultaron para aprobar el instructivo de la Onapre que cercenó nuestros salarios o para aplicar el memorando 2792, con el cual se sepultaron los salarios, se liquidaron los contratos colectivos y el derecho a huelga. Para aplicar estas medidas leoninas que acompañan el paquetazo de ajuste que instrumenta el gobierno desde el 2018, no se hizo un referendo ni se consultó a nadie.

El gobierno está jugando con fuego, exacerbando los ánimos nacionalistas. Esta política es un arma de doble filo que puede llevar a una peligrosa escalada de confrontación con el gobierno guyanés, que eventualmente podría conducir a alguna escaramuza bélica en la frontera. Ya vimos como el presidente del gobierno burgués de Guyana, Irfaan Ali, se fotografió en la frontera en uniforme acompañado de militares, y más recientemente con el izamiento de la bandera guyanesa en la serranía de Pacaraima, en abiertos actos de provocación, como respuesta a las bravuconadas provenientes de Venezuela.

Desde el Partido Socialismo y Libertad decimos categóricamente que rechazamos cualquier aventura militarista que conduzca a un enfrentamiento entre los pueblos de Guyana y Venezuela, que solo serían carne de cañón, en un conflicto que a fin de cuenta, solo beneficiaria a las burguesías y gobiernos de ambos países, y a los intereses del imperialismo norteamericano y sus empresas petroleras.

Este es un conflicto de intereses propios de las burguesías y gobiernos de ambos países, alejado de las necesidades de los pueblos y de las clases trabajadoras de Venezuela y Guyana. Tanto el pueblo trabajador guyanés como el de nuestro país, deben seguir luchando contra los ajustes capitalistas de sus respectivos gobiernos.

Sin ninguna duda, el imperialismo inglés se apoderó de un territorio que le pertenecía a la Capitanía General de Venezuela para el momento de la independencia. Ya desde la época de la colonia, Inglaterra había ido progresivamente ocupando ese territorio que no controlaba la corona española. Y luego se aprovechó del desastre en el que estaba sumido el país después de la cruenta guerra de independencia. Sin embargo, si bien en su origen esta reclamación tuvo legitimidad porque enfrentaba al imperialismo británico, al independizarse Guyana la perdió en la medida en que se convirtió en un instrumento de agresión contra un pueblo hermano caribeño, el cual podría perder el 74% de su territorio.

Toda la propaganda que desarrollan el gobierno e incluso los partidos patronales agrupados en la Plataforma Unitaria, pretende hacernos creer que el territorio de la Guayana Esequiba es un “interés nacional”, común a la burguesía, el gobierno venezolano y los millones de trabajadores y trabajadoras que hoy padecemos la más grave tragedia social de nuestra historia, con salarios de hambre y servicios públicos destruidos. No hay intereses comunes entre el gobierno, el Psuv, los empresarios y los partidos patronales, por una parte, y por otra el pueblo trabajador venezolano, que es quien soporta la crisis y el ajuste que aplica el gobierno en connivencia con empresarios, transnacionales y la burocracia sindical.

Al servicio del interés de los pueblos de Venezuela y Guyana, el camino debe ser la negociación bilateral e iniciar un proceso de diálogo entre ambos gobiernos, que tienda a lograr la cooperación económica, comercial y cultural entre los dos pueblos.

Desde el Partido Socialismo y Libertad planteamos que este referendo está muy alejado de los intereses y necesidades del pueblo trabajador venezolano, y solo es un mecanismo propagandístico del gobierno para ocultar las consecuencias del ajuste y presentarse como defensor de los intereses del país, de cara a las elecciones del 2024. En tal sentido llamamos a abstenernos, como un claro repudio a las pretensiones del gobierno en su manipulación del hambre, la miseria y la crisis social que padecen los trabajadores y sectores populares.

26 de noviembre de 2023

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *