Estudiantes en Madrid desafían seriamente al Plan Bolonia.

La movilización de esta mañana ha sido el digno colofón a más de 7 años de movilizaciones contra el plan privatizador y elitizador de la universidad europea.

La movilización de esta mañana ha sido el digno colofón a más de 7 años de movilizaciones contra el plan privatizador y elitizador de la universidad europea.

Los recientes éxitos en otros países como Portugal, Italia o Grecia, el sentir las primeras consecuencias en su vida académica, y el salto cualitativo en capacidad organizativa del movimiento, han permitido la mayor movilización estudiantil de los últimos años.

Más de 20.000 estudiantes (10.000 según fuentes policiales y prensa oficial) compusieron un variado y animadísimo cortejo que promete unirse a las movilizaciones convocadas por el personal laboral y el profesorado de la universidad ante los recortes de sus derechos, amenazando con forjar definitivamente un potente movimiento en defensa de la educación pública, gratuita y de calidad que ponga en serios aprietos la atolondrada carrera de rectores y gobierno por implantar a cualquier coste un Plan que empieza a hacer demasiadas aguas.

Con índices de seguimiento de la huelga superiores al 50% en todas las facultades madrileñas, y cercanas al 90% en los centros con mayor tradición de movilización (como la Universidad Complutense o la Autónoma), varias asambleas encerradas indefinidamente en sus facultades y el apoyo creciente del profesorado, es dudoso que los responsables políticos del proyecto Bolonia puedan seguir indefinidamente mirando a otro lado insistiendo en su táctica del avestruz.

La ya habitual actitud del Sindicato de Estudiantes, que legalizó la manifestación vía fax minutos antes de que lo hiciera la plataforma mayoritaria que coordina a todas las asambleas de base de las facultades, le sirvió para que sus cuadros dirigentes acaparasen la palabra ante los medios oficiales, pero no para evitar el espantoso ridículo de marchar con apenas 100 estudiantes a 200 metros por delante de un colorido cortejo más de 100 veces mayor.

Exceptuando los ya habituales roces entre el cordón de seguridad del mencionado sindicato y los grupetes adolescentes más partidarios de la acción violenta espontánea que de la movilización de masas organizada, que no han tenido ninguna consecuencia, el larguísimo cortejo ha recorrido el espacio entre la Plaza de Colón y la puerta del Ministerio de Educación ocupando los cuatro carriles y demostrando su capacidad y voluntad para seguir auto-organizándose en esta lucha hasta vencer.

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