Invetex: 5 años cerrada y sus trabajadores cobrando salario mínimo

Hace ya 5 años, exactamente el 4 de mayo del 2005, la empresa textilera Hilanderías Tinaquillo, se convirtió en la Industria Endógena Venezolana Textil (Invetex). Dicha empresa había estado cerrada por 12 largos años, mientras fue propiedad de la familia Mishkin, de larga tradición en el sector textil.

Hace ya 5 años, exactamente el 4 de mayo del 2005, la empresa textilera Hilanderías Tinaquillo, se convirtió en la Industria Endógena Venezolana Textil (Invetex). Dicha empresa había estado cerrada por 12 largos años, mientras fue propiedad de la familia Mishkin, de larga tradición en el sector textil.

En aquella ocasión el presidente en un pomposo acto transmitido por Aló Presidente declaró que dicha empresa ahora sería administrada bajo el sistema de cogestión, en el cual el Estado tendría el 51% y el sector privado 49%, y supuestamente, después de los primeros 6 meses de producción, los trabajadores adquirirían el 49% de las acciones para igualarse a los privados, y el Estado conservaría un 2%.

Por otra parte, se aseguró en aquel entonces que el Estado invertiría 16 mil 320 millones de bolívares de los viejos, y el sector privado otros 15 mil 680 millones más, durante los primeros 9 meses de actividad de la nueva empresa.

Todo esto fue puro bla…bla…como ha sucedido con la mayoría de las empresas “expropiadas” o “nacionalizadas” por el actual gobierno –en realidad, compradas a precio de mercado-. Es la triste historia de Inveval, Invepal, Sidor, las briqueteras y las cementeras, entre otras, y posiblemente el futuro que aguarda a los supermercados Éxito.

La verdadera historia de las “nacionalizaciones” de este gobierno seudosocialista

Hoy aparece en Ultimas Noticias una ilustrativa nota sobre la verdadera situación de la empresa, y las vicisitudes de los trabajadores que estoicamente aún se mantienen en la misma.

Después de 5 años de total silencio sobre Invetex, Arístides Matute, presidente de la cooperativa de trabajadores de Invetex, aseguró que tienen todo ese período cumpliendo horario y cobrando salario mínimo, pero sin producir un centímetro de tela.

Afirmó que los tienen de “toeros”, colocando bombillos ahorradores, acondicionando escuelas y otras labores que no tienen nada que ver con la actividad textilera. Matute agrega que lo que quieren es producir, y además se muestra preocupado por el anuncio gubernamental de que va a importar telas de Bolivia.

En la nota elaborada por Beatriz Caripa, Matute dice que Invetex ha pasado por varios ministerios pero ninguno ha sido capaz de resolver la situación, y poner a producir a la empresa, la cual ahora pertenece al Ministerio de Ciencia y Tecnología.

La realidad hoy es que Invetex nunca abrió sus puertas. Sus máquinas y equipos están sumidos en el total abandono. De los 348 trabajadores que la empresa tenía hace 5 años, sólo 119 se mantienen entre telarañas y el deseo de recuperar las máquinas para comenzar a producir algún día.

Todo esto fue una gran mentira y una estafa a los trabajadores de Invetex, que fueron sorprendidos en su buena fé, por Chávez y su gobierno.

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