Nueva Central Sindical: otro aparataje más

Se realizo en el Estado Vargas el lanzamiento de una nueva “central de trabajadores” con la participación del presidente Chávez. Este evento demostró una vez más, un andamiaje mediático-chanchullero, propio de la burocracia que pretende llenar cada espacio o aparcar en las carencias, en este caso de la base trabajadora, ante la imposibilidad de la misma de consolidar una verdadera Central de Trabajadores.

Ante una realidad como la que esta viviendo el movimiento obrero Venezolano, Chávez se ha asegurado, o al menos ha movido esta pieza, de colocarle una camisa de fuerza a cualquier iniciativa que surja desde las masas y se retrata con unos “dirigentes” que no dirigen a nadie, pero esos son los que el necesita para que estén al frente de una organización que le haga las veces de alfombra o algo parecido en el marco de la dirigencia Sindical.

La intervención de Wills Rangel es un ejemplo de la estafa que representa esta “nueva central”, con un discurso vacío, incoherente, trastabillado y sobre todo de una característica sumamente entreguista. Una incongruencia total, pues una central de trabajadores jamás debe ser apéndice de ningún órgano, su carácter autónomo debe ser inmarcesible, punzante e inspirador para la consolidación de las masas como fuerza social y política.

La dirigencia Sindical Venezolana en su mayoría, aun esta lejos de ser esa vanguardia que asuma el reto de orientar a los trabajadores hacia las grandes conquistas. Que les indique a los trabajadores que la verdadera lucha no se centra en los convenios colectivos, que hay que dar el salto a lo político y hacerse de un programa con la democracia obrera como eje fundamental. Y ante la falta de verdadera dirigencia revolucionaria en las organizaciones primarias de los trabajadores, es que han surgido figuras como Oswaldo Vera (por citar un ejemplo), que por el único costado al que se la ha aproximado a los obreros, ha sido por la espalda.

El carácter Reformista de este gobierno desconoce iniciativa alguna independiente, no admite la critica, no atiende las propuestas y mucho menos da cabida a cualquier perspectiva desde la base del proceso, del que por supuesto cada vez se distancia más. La UNETE, con todas sus debilidades, problemáticas y contradicciones internas, logro realizar tres movilizaciones nacionales, de manera independiente, las cuales fueron invisibilizadas, incluso una de ellas trato de ser bloqueada por la Policía Nacional y en dos ocasiones el Vicepresidente de la Republica se negó a recibirles. Pero hay que decir también, que la UNETE desaprovechó una gran oportunidad de marcar una política unitaria en su gran momento, siendo que mas bien por sus malos métodos y pretensiones burocráticas de algunos de sus dirigentes, termino asesinando dicha posibilidad.

El evento de Vargas, fue una apología al sectarismo, ese celo que daña y deteriora toda condición del hombre. El presidente Chávez como principal protagonista de dicho acto, no pudo quedar sino como un arrogante que valiéndose de su envestidura, hace juego con los burócratas y sus pichones, que son los principales responsables de los últimos resultados electorales. Uno de esos por cierto, fue la derrota política en las elecciones parlamentarias del año pasado, en donde al no obtener los dos tercios necesarios, se hace cuesta arriba aprobar la nueva Ley Orgánica del trabajo (amen de la asamblea anterior rojita- rojita). Y estos mismos personajes son los que ahora en una mera patraña electorera, lanzan la propuesta que dicha Ley sea aprobada vía habilitante. En fin, un aparataje más y mal augurio para el Polo Patriótico