Para Rodrigo Cabezas la devaluación hoy es positiva, hace 2 años era lo contrario

Caracas, 12 de enero de 2010.Ayer lunes, el exministro de Finanzas Rodrigo Cabezas, se refirió en el programa “Despertó Venezuela” a las comparaciones de la devaluación anunciada el pasado viernes por el presidente Chávez, con el “Viernes Negro” de 1983, hechas por sectores de la oposición de derecha.
Para el exministro, esa medida hoy sería «una oportunidad» pero hace 2 años afirmó que aplicarla sería «una debacle, una superinflación y un resultado catastrófico para el salario de los trabajadores».

Caracas, 12 de enero de 2010.Ayer lunes, el exministro de Finanzas Rodrigo Cabezas, se refirió en el programa “Despertó Venezuela” a las comparaciones de la devaluación anunciada el pasado viernes por el presidente Chávez, con el “Viernes Negro” de 1983, hechas por sectores de la oposición de derecha.
Para el exministro, esa medida hoy sería «una oportunidad» pero hace 2 años afirmó que aplicarla sería «una debacle, una superinflación y un resultado catastrófico para el salario de los trabajadores».

Cabezas afirmó ayer que “las condiciones de 1983 a las condiciones macro económicas de hoy son totalmente diferentes, en aquella oportunidad el deterioro de la economía, los niveles de endeudamiento y la caída de los precios del petróleo eran de una magnitud incomparable con las fortalezas que hoy tenemos”, y agregó que “la medida cambiaria es una gran oportunidad para debatir el tema de la industrialización de las importaciones, así como mayor competitividad de la exportación venezolana”.

Esto no sería noticia, si antes el mismo economista Cabezas, en funciones de ministro de Finanzas, no habría afirmado todo lo contrario respecto a la devaluación de nuestra moneda.

Efectivamente, el que hoy alaba la devaluación del Bolívar, dijo tajante el 18 de agosto de 2007: “No habrá devaluación el próximo año. No sigan engañando al pueblo”. «No estamos ni siquiera pensando a mediano o largo plazo llevar el dólar a 4,30 bolívares fuertes», y agregó que una medida como esta significaría “una debacle, una superinflación y un resultado catastrófico para el salario de los trabajadores, y aquí está instalado un Gobierno que protege al pueblo. Nosotros no representamos a grupos económicos ni empresariales. El pueblo puede tener confianza en las decisiones que estamos tomando. Nosotros somos y representamos al pueblo y sólo al pueblo”.

Definitivamente para este gobierno, la salsa de la pava no sirve para el pavo. Lo que ayer era estigmatizado como una medida propia de los gobiernos puntofijistas, hoy, por obra y gracia del descaro y la desfachatez, se convierte en una política “socialista”.

Digámoslo con claridad, tanto ayer como hoy, la devaluación es una típica medida propia de los paquetes de ajuste neoliberal, alabada y recomendada por el FMI y el Banco Mundial, la cual tendrá efectos devastadores en el ya debilitado bolsillo de los trabajadores venezolanos.

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