Por salarios dignos, empleo estable, y la recuperación de la soberanía petrolera

Una severa crisis que se expresa en todos los órdenes pesa sobre los hombros de los trabajadores y el pueblo venezolano. Esta crisis se agrava con la enfermedad del presidente Chávez, que es un hecho político de gran significación nacional, dado el carácter caudillesco de su liderazgo. Las disputas internas en el PSUV permiten vislumbrar la magnitud de la crisis política que se incuba en el gobierno.

Una severa crisis que se expresa en todos los órdenes pesa sobre los hombros de los trabajadores y el pueblo venezolano. Esta crisis se agrava con la enfermedad del presidente Chávez, que es un hecho político de gran significación nacional, dado el carácter caudillesco de su liderazgo. Las disputas internas en el PSUV permiten vislumbrar la magnitud de la crisis política que se incuba en el gobierno.

Hace cuatro años cuando estalló la crisis económica internacional el gobierno anunció que nuestro país no sería afectado. Sin embargo, empezó a implementar un plan de ajuste económico antinacional y antipopular, del cual hoy son evidentes sus nefastos resultados: se hipotecó a PDVSA, se incrementó la deuda externa, se entregó el 40% de los recursos petroleros a las transnacionales, y las empresas básicas de Guayana están amenazadas de cierre por falta de inversiones. Las devaluaciones y la inflación devoraron nuestros salarios y los trabajadores hemos perdido el derecho a la negociación de contratos colectivos de trabajo. Con la implementación del plan de ajuste quedó al descubierto que este no es un gobierno obrerista y mucho menos socialista.

Ante esta hora menguada, los trabajadores y el pueblo, debemos continuar levantando nuestra voz y presentar propuestas concretas para superar esta dramática situación. 
Más de 2.700 protestas sociales en lo que va de año atestiguan la decisión de los trabajadores y el pueblo de defender sus derechos. Sólo los trabajadores y el pueblo movilizado, retomando sus sueños truncados por el actual gobierno, podrán llevar a cabo un programa económico y social de emergencia como el que nuestro país requiere. Un programa que el actual gobierno no puede aplicar, pero que tampoco aplicaría la MUD, cuyos partidos vinculados a Fedecámaras encabezaron por décadas a gobiernos represivos, caracterizados por la corrupción y el servilismo ante el Banco Mundial y el FMI. En tal sentido, respaldamos la iniciativa de realizar una Jornada Nacional de Protesta, planteada por el Frente Autónomo en Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato (Fadess).

Los revolucionarios agrupados en el partido Unidad Socialista de Izquierda comprometemos nuestros esfuerzos para luchar al lado de los trabajadores por la aplicación de las siguientes medidas de emergencia: 
 
1.- Aumento general de sueldos y salarios, sobre la base de un salario mínimo igual a la canasta básica oficial (Bs. F 2.892), tal y como lo establece el artículo 91 de la Constitución. Discusión inmediata de los contratos colectivos vencidos en el sector público y privado, y pleno respeto a la libertad sindical.
 
2.- La adopción de un plan de emergencia con participación de los trabajadores eléctricos para solventar la crisis del suministro. Reactivación de las mesas técnicas de agua para asegurar el acceso a este vital servicio.
 
3.- La reactivación independiente del gobierno y bajo control democrático de los trabajadores de la industria cementera y del hierro, así como de las empresas básicas, para garantizar la materia prima y las inversiones para apalancar un verdadero plan de vivienda, con la participación de las organizaciones comunitarias.
 
4.- Aumento presupuestario con control democrático del gasto para todas las universidades, y que se honren todos los pasivos con profesores y trabajadores.
 
5.- Respuesta satisfactoria a todos los puntos del pliego de exigencias del gremio médico, incluyendo la dotación de los hospitales, la culminación de las obras de infraestructura, la discusión del contrato colectivo, y el llamado a elecciones de la Federación Médica.
 
6.- Recuperación de la soberanía sobre nuestros principales recursos naturales. Que se nacionalice en un 100% la industria petrolera y se coloque la renta al servicio de las necesidades sociales, con prioridad en los puntos de este programa de emergencia.
 
7.- Realización de una verdadera reforma agraria con participación del campesinado, para garantizar la soberanía alimentaria.
 
8.- No al pago de la deuda externa. Cese el endeudamiento externo y la venta a futuro de petróleo, hierro, aluminio, y otros minerales.
 
 
Por la dirección nacional de la Unidad Socialista de Izquierda
Orlando Chirino, Miguel Angel Hernández, José Bodas

/laclase.info/@laclaseinfo
@usi_vzla

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *