Venezuela: “La función de los sindicatos paralelos es atacar y dividir a los trabajadores”

Entrevista con Carlos Patiño, presidente de Sintrainces
El pasado 21 de junio más de un centenar de trabajadores y trabajadoras del Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (INCES), provenientes de distintas partes del país, protagonizaron la marcha “Salvemos al INCES”. Semanas después entrevistamos a Carlos Patiño, presidente del sindicato, para conocer más sobre sus luchas en defensa de los derechos de los trabajadores y trabajadoras.

Entrevista con Carlos Patiño, presidente de Sintrainces
El pasado 21 de junio más de un centenar de trabajadores y trabajadoras del Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (INCES), provenientes de distintas partes del país, protagonizaron la marcha “Salvemos al INCES”. Semanas después entrevistamos a Carlos Patiño, presidente del sindicato, para conocer más sobre sus luchas en defensa de los derechos de los trabajadores y trabajadoras.

– En el año 2007 el sindicato logró la homologación del contrato colectivo del INCES. ¿Se ha venido cumpliendo?

Se cumple en un 70%, sin embargo está vencido pues su duración era de dos años. En la convención los jubilados, que no tenían ninguna clausula en las convenciones colectivas anteriores, lograron alrededor de 30 clausulas de las 70 que presentaron. Eso marcó un hito, pues son pocas las convenciones colectivas que hacen extensivo, por lo menos para esa época, la inclusión de los jubilados, e incluso afiliarlos: Tenemos alrededor de mil jubilados afiliados. Pero además, en el año 2010, en una reforma estatutaria también se logró que se pudieran afiliar los contratados, que históricamente han sido excluidos de los derechos sindicales en la administración pública, porque siempre se les toma como unos trabajadores temporales.

Tercerización laboral bolivariana

– Dentro del INCES ¿Cuál es la proporción de contratados con respecto al personal fijo?

Prácticamente la mitad de la fuerza laboral del INCES es contratado. Si hablamos de los facilitadores, que son los trabajadores contratados por cursos y horas podemos decir que hay mayor cantidad de contratados. El instituto maneja una nomina, incluyendo a los facilitadores que van y vienen, de alrededor de 14.000 trabajadores. Y fijos habemos alrededor de 5.000. Los facilitadores, que es una de las luchas del Sindicato Nacional de Trabajadores del Inces (Sintrainces), son unos tercerizados en la práctica, que no tienen beneficios de contrato colectivo, la hora curso es muy baja, etc. Eso cambió el 23 de junio, hace unos meses, un día después de la marcha, donde las autoridades no sólo les aumentaron la hora curso sino que los incluyeron en el seguro social y en el HCM, no para sus familiares pero por lo menos sí para ellos.

– ¿Hay estímulos para discutir contratos colectivos en el sector público?

Cuando discutes convención colectiva con el patrono es complicado, pero cuando lo haces en el sector público es muchísimo más difícil y burocrático porque puedes llegar a un acuerdo con el patrono, pero llega la Procuraduría General, que es el abogado del Estado, que tiene un documento nefasto aprobado en el año 2003, llamado “Lineamientos para la discusión de las convenciones colectivas en el sector público” que echa para atrás prácticamente todas las clausulas. Entonces tienes que convencer al patrono y luego pelearte con el abogado de la Procuraduría.

– ¿Qué otro tipo de problemas laborales tienen dentro del Inces?

Uno es la negativa de las autoridades a discutir la contratación colectiva. Con relación a la anterior estamos pidiendo ajustes salariales, porque las convenciones colectivas en el sector público te piden que sean en números fijos. No puedes poner lo que ellos llaman una “clausula abierta”. Como no puedes especular con respecto al presupuesto del año siguiente de un ente del Estado colocas las clausulas en números tangibles. Si en el año 2006 teníamos para los trabajadores una ayuda de transporte de 0,5 bs diarios, en la realidad es que ahora un transporte sólo de ida cuesta 3 bs. Ese 0,5 que en el año 2006 era factible este año es insuficiente. En primer lugar, entonces, el ajuste de las clausulas, pero además, mejoras socioeconómicas en cuanto a la caja de ahorros, a los estímulos de profesionalización, a clausulas que no se cumplen como ayudas de vivienda y dignificación de los jubilados, de los contratados, de los funcionarios obreros fijos y buscar profundizar la equidad entre todos.

Además hay problemas de todo tipo. Desde el año 2009 las autoridades tienen un maltrato hacia el trabajador. Hay descalificación a quien tiene carrera en el instituto; hay descalificación a quien tiene ideas sobre la ejecución técnica de los trabajos porque se le ha dado un vuelco a la forma gerencial del instituto. También al trabajador que reclama sus derechos laborales, sus condiciones de trabajo, porque hay hacinamiento, sobre todo en las regiones; hay descuido de la infraestructura, hay centros que se están viniendo abajo. Esta situación no se corresponde con los ingresos que tiene el instituto. El INCES desde el año 2004 ha venido incrementando y superando sus metas de recaudación. Hay que recordar que somos un ente recaudador porque hay un tributo parafiscal que es la solvencia INCES. Todas las empresas que tienen más de 5 trabajadores tienen que aportar al INCES un porcentaje de sus ganancias para que eso se revierta en formación de sus propios trabajadores, cosa que actualmente está paralizada. El INCES no está dando respuesta ni a las comunidades ni a las empresas en el área de formación. Pero como desde el año 2004 se implementó lo que se llama la solvencia laboral, si una empresa no ha pagado al INCES no puede obtener esta solvencia. ¿Qué pasó? Que del INCES estar persiguiendo a los empresarios para que hicieran el pago, ahora son los empresarios los que hacen colas interminables. Entonces, de una recaudación de aproximadamente 100 millones de bolívares que se percibieron en el año 2003, en el año 2010 es de un millón 350 bs f, lo que serían 1350 millones de los bs viejos. Eso solamente por recaudación, sin tomar en cuenta los aportes del Ejecutivo y los intereses por colocaciones. No se corresponde a que haya cursos paralizados, que no haya insumos ni material didáctico en los cursos. Y tienes beneficios laborales eliminados, como incentivos que se les daban a los trabajadores cada vez que se superaban las metas. Hay una gestión que ha venido desmejorando la infraestructura, las condiciones de trabajo, quitándonos beneficios adquiridos y negándose a discutir convención colectiva. Además ha venido instituyendo prácticas y conductas antisindicales.

Paralelismo sindical

– ¿Puedes describir alguna de las prácticas antisindicales implementadas dentro del instituto?

En muchos casos se les prohíbe a los trabajadores asistir a las asambleas. Las autoridades no se reúnen con el sindicato, cosa a la que están obligados. Interpretan las clausulas del contrato a su conveniencia, tienen campañas de desprestigio, instituyendo el paralelismo sindical. Desde que está Sintrainces el patrono ha promovido y ha financiado, porque prueba de eso tenemos, alrededor de 4 sindicatos, de los cuales sólo se han registrado dos, uno llamado Sintraset y luego otro llamado Sintrabinces, cosa que impugnamos porque era casi igual a nuestro nombre. Luego intentaron registrar Sintrasbin y finalmente se logra registrar un sindicato, a todas luces ilegal, en marzo del 2011, llamado Sincontrainces: Sindicato de Consejos de Trabajadores del Inces, cosa que es ilegal. Nosotros no estamos en contra de esa figura, pero o eres consejo de trabajador o eres sindicato. Las funciones de esos sindicatos paralelos es atacarnos y dividir a los trabajadores.

– Han denunciado la “desinstitucionalización” del INCES. Que de ser la Universidad del Pueblo se ha convertido en otra cosa…

En primer lugar no está cumpliendo con su misión principal que es la formación profesional, la formación oficios para que se entienda mejor. De tener un promedio de 500 mil egresados al año, ni siquiera llegamos ahora a los 200 mil egresados. Pero además, se ha venido priorizando una estructura paralela al INCES por parte del Ministerio de las Comunas. Esta institución ha venido instaurando una estructura paralela denominada “Escuela de formación para el fortalecimiento del poder popular” o Escuela del Poder Popular, que es como se conoce. Esta prioriza lo que ellos llaman la formación sociopolítica o política ideológica. Entonces estamos destinando recursos y esfuerzos a formar políticamente a las comunidades, a sectores organizados y no es que esté mal, pero eso no puede solapar la formación en oficios. Aquí necesitamos gente que conozca de construcción, de mecánica, de computación, gente que maneje oficios. En el INCES se han venido dando prioridades a otro tipo de cursos y se ha abandonado la formación en oficios. Para inflar los números de egresados uno de los programas, que es muy bueno pero como un complemento, ha venido a pasar a ser el programa bandera que es el de certificación ocupacional o certificación de saberes. ¿En qué consiste? Ya no de formarte, de darte un curso de carpintero en seis meses. Sino que ya tú eres carpintero, porque lo trabajaste toda la vida, pero nunca hiciste un curso. Así que yo vengo y digo “Ah tu eres carpintero, vamos a hacerte este cuestionario, esta prueba. ¿La pasastes? Te doy el certificado”. Entonces lo que estoy es convalidando los saberes que ya tiene la gente y digo “Yo, INCES, certifiqué 200 mil participantes”, cuando la realidad es que tu no los formastes.

Un sindicalista defensor de la autonomía

Carlos Patiño como abogado siempre ha estado ligado al mundo laboral trabajando desde el 2001 en el Ministerio del Trabajo, pasando un año después al INCES. En el 2005, ante la ausencia de una organización sindical que defendiera a los trabajadores, funda Sintrainces con voceros elegidos en asambleas a nivel nacional: “Nacimos realmente en función de un proyecto de convención colectiva”. De los 60 delegados y delegadas, Patiño fue el más votado, por lo que ocupa el cargo de presidente del ente gremial, siendo ratificado en el año 2008 para el período que finaliza este 2011. La estructura de Sintrainces es la clásica de los sindicatos venezolanos: Un presidente, 11 secretarios generales y 7 vocales.

– ¿Que significa autonomía sindical para Carlos Patiño?

Para mi autonomía es que tomes tus propias decisiones como organización sin el lineamiento, sin la dependencia de partidos políticos, de patronos, de corrientes ideológicas o eclesiásticas de ningún tipo. La política que debe privar debe ser netamente sindical: lo que más beneficie al trabajador, Y hay que trabajarla sin complejos. No puedes limitarte que porque tienes una ideología política determinada no te sientes con el diputado tal o cual. Me puedo sentar con todos y puedo reclamar. Vemos muchos sindicatos que ellos mismos se denominan bolivarianos, de oposición o que se dicen independientes, pero sus dirigentes priorizan la política partidista sobre la política sindical. Uno de los aciertos de Sintrainces es manejarnos con esa autonomía respetando las diferentes ideologías de nuestros afiliados, a pesar que nos han calificado de “guarimberos” y de “oposición”.

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