Argentina: Ante el Memorando del gobierno sobre el caso AMIA
El gobierno nacional envió un proyecto de ley al Congreso Nacional para que se vote un Memorando sobre la causa AMIA. Un acuerdo con el gobierno de Irán, que se venía negociando desde hace un par de años.
El gobierno nacional envió un proyecto de ley al Congreso Nacional para que se vote un Memorando sobre la causa AMIA. Un acuerdo con el gobierno de Irán, que se venía negociando desde hace un par de años.
En primer lugar, nuestro partido ratifica -como lo hicimos desde un primer momento-, su total repudio al atentado de la AMIA -cualquiera haya sido su autor-, provocando la muerte de 85 personas inocentes. Y nos solidarizamos con los familiares y amigos de las víctimas, comprendiendo su dolor y reclamo de justicia en búsqueda de la verdad. Pero junto con ello decimos que la verdad no vendrá de la mano del Memorando que presenta el gobierno kirchnerista ni de las posturas de la oposición, la AMIA o la DAIA y la embajada de Israel.
El kirchnerismo y sus funcionarios afirman que el acuerdo Argentina-Irán serviría para “llegar a la verdad”, mostrándose (en un año electoral) como el gobierno que quiere terminar con la “impunidad” y que quiere dar avances en una causa que está paralizada desde hace años. Pero no va al problema de fondo: el conflicto de Medio Oriente, el rol criminal de Israel y el alineamiento de Argentina con EEUU-Israel.
Distintos sectores políticos opositores (UCR, PRO, FAP), junto con la DAIA y la AMIA, y la organización de familiares APEMIA con su dirigente Laura Ginsberg, se oponen al Memorando. Con críticas desde distintos ángulos: que Argentina pierde soberanía al aceptar que el proceso no se haga en un tercer país; que el acuerdo se lo impuso Teherán o que no se puede firmar un acuerdo con Irán, un “Estado terrorista”. Con lo cual, aceptan el punto de vista de Israel y EE.UU. que desde un primer momento tomó el kirchnerismo, que Irán sería el autor del atentado. Izquierda Socialista tiene una visión opuesta. Partiendo de que el caso es muy complejo y tiene un montón de connotaciones, en especial internacionales.
Ni el gobierno ni la oposición relacionan el atentado con los crímenes del estado sionista de Israel
Más allá de los distintos análisis y conjeturas, lo que nadie sostiene -ni el gobierno, ni los políticos opositores, ni la AMIA y la DAIA ni, lamentablemente, ninguna de las organizaciones de familiares- es que el caldo de cultivo del atentado de la AMIA hay que ubicarlo en el contexto del conflicto de Medio Oriente y el rol criminal del Estado genocida de Israel que ha usurpado desde 1948 la tierra Palestina y que masacra permanentemente al pueblo palestino, con el apoyo incondicional de los EE.UU. Ni el gobierno ni la oposición nombran a Israel. Menos lo van a hacer los dirigentes de la AMIA y la DAIA, portavoces de la embajada de Israel. Callan, además, que el atentado fue perpetrado después que el gobierno del PJ de Carlos Menem se alineó con el gobierno yanqui de George Bush contra los pueblos árabes, dándole apoyo público a la invasión de EE.UU. a Irak en 1991, enviando incluso barcos de la Marina. Y, en especial, dando apoyo desde Argentina al estado de Israel en sus ataques contra el pueblo palestino, alineando a nuestro país en su apoyo a esas criminales acciones contra ese pueblo y las masas árabes. Aquí hay que buscar el origen del atentado.
El atentado fue una desgraciada consecuencia del tremendo crimen que practica Israel contra el pueblo palestino, protegido por Estados Unidos. Estado israelí que fue creado artificialmente usurpando las legítimas tierras de sus poseedores originarios, -el pueblo palestino-, un enclave pro imperialista contra los pueblos árabes en su conjunto. Por eso consideramos que el atentado a la AMIA, más allá de lo repudiable, no ha sido un ataque racista o antisemita –como señalaron apenas ocurrido los dirigentes de la comunidad israelita y el gobierno-. Fue parte del conflicto en curso en Medio Oriente, directamente vinculado a la lucha del pueblo palestino que rechaza los crímenes y la invasión de sus tierras por parte del sionismo israelí.
Esto para nada quiere decir que defendamos el equivocado método de terrorismo que pudo haber ocasionado el atentado por parte de organizaciones árabes. Todo lo contrario. Además de repudiarlo por los muertos que ocasionó, si los autores creían que con el mismo ayudaban a la justa causa del pueblo palestino, provocaron todo lo contrario: le dieron al imperialismo y a los gobiernos de Argentina e Israel el pretexto para esconder, tras los muertos y heridos de la AMIA, los miles de crímenes perpetrados por el estado sionista. Y en Argentina, en particular, permitiendo que el gobierno de Menem convocara a la CIA y al Mossad (servicio de inteligencia Israelí), -es decir, verdaderas organizaciones terroristas-, a “colaborar con la investigación”, lo que efectivamente se hizo. Por eso es que nuestra defensa incondicional a la lucha del pueblo palestino no significa darle ningún apoyo a acciones como la voladura de la AMIA. Siempre la hemos definido como una acción aberrante y equivocada que va en contra de los intereses que dicen defender. Lo mismo hemos dicho ante el ataque a las Torres Gemelas en 2001 y de decenas de atentados que se dieron en el mundo.
Justamente, la imputación a Irán se hizo con el fin de lavarle la cara a Israel y tratar de esconder a los verdaderos “terroristas”, el sionismo y el imperialismo yanqui. Siempre hemos denunciado la acusación sin pruebas que le puso el mote de “estado terrorista” a Irán. No compartimos que se impute a Irán -ni que se lo sancione económicamente o amenace militarmente como se vino haciendo-, dejando claro que no apoyamos políticamente bajo ningún punto de vista al gobierno de ese país, salvo si se trata de alguna agresión imperialista. Recordemos que el presidente de Irán dice barbaridades reaccionarias como negar el Holocausto, donde 6 millones de judíos fueron asesinados por el nazismo, y apoya fervientemente al régimen asesino del presidente sirio Al-Assad.
En su momento, el juez Canicoba Corral y el fiscal Alberto Nisman, a pedido del gobierno de Bush y de la comunidad sionista de Nueva York, y sin pruebas (solo “indicios”), dictaminaron que el cruento atentado de 1994 fue ejecutado por políticos del gobierno de Irán y un miembro de Hezbollah, ordenando capturas internacionales contra un ex presidente iraní y otros funcionarios. Reflotando el fiscal viejos datos que estaban en la anterior causa que seguía el destituido juez Galeano, basados casi todos en informes de inteligencia de la CIA, el Mossad y la Side. De inmediato, la embajada yanqui expresó su satisfacción por el fallo. Lo mismo hicieron los dirigentes del sionismo local.
El Memorando no es un giro antiimperialista del gobierno sino un nuevo alineamiento con EE.UU.
La firma del acuerdo Argentina-Irán sorprendió por el cambio del gobierno argentino, de embestir en todos los foros internacionales contra Irán, -como lo viene haciendo desde hace años, con Néstor Kirchner a la cabeza por orden del imperialismo-, a pasar ahora a acordar con los iraníes. ¿A qué se debe?
No se trata de ningún giro nacionalista ni “antiyanqui”. El mismo obedece a que el gobierno se está adecuando a los cambios tácticos del imperialismo norteamericano en relación a Irán. Con Obama -y luego del fracaso de la política guerrera de Bush en Irak, Afganistán y ahora con los primeros triunfos de la revolución árabe-, EE.UU. busca una negociación con Irán dandole más énfasis a la negociación por sobre la salida militar. Por eso los yanquis vienen oponiéndose a las acciones militares que está intentando Israel contra Irán para no echar más leña al fuego en Medio Oriente. En ese sentido ha trascendido una negociación entre Irán y la OIEA (Organización Internacional de Energía Atómica) sobre la inspección de las instalaciones atómicas de la República Islámica, paralela a la que Teherán lleva a cabo con las potencias del Grupo 5+1 (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU: China, EEUU, Francia, Reino Unido y Rusia, más Alemania), con las cuales Irán acordó reunirse el próximo 26 de febrero en Alma Ata, Kazajistán” (La Razón.es, portada España, 13/02, Efe, Teherán). Mientras también EE.UU. está intentando que el gobierno de Teherán le facilite una salida relativamente “ordenada” de Afganistán. “Teherán tiene una gran influencia allí y es la llave para una salida norteamericana en calma de Kabul que no parezca una retirada” (Clarín, 13/02/2013).
Basta de alineamientos con los yanquis e Israel
Al contrario de lo que dice el kirchnerismo, el combate por la verdad y por evitar nuevos actos terroristas aberrantes, no pasa hoy por aprobar el Memorando, sino por romper el histórico alineamiento de Argentina con EE.UU. e Israel. Hay que reclamar que el gobierno nacional rompa relaciones diplomáticas con el Estado de Israel; exigir a los gobiernos del Mercosur para que anulen la firma del Tratado de Libre Comercio firmado con ese país y rechazar su invasión a la tierra palestina. Y, desde nuestro punto de vista, planteamos claramente que no habrá salida para el conflicto en Medio Oriente si no se termina con el estado de Israel y se establece una Palestina democrática, laica y no racista donde puedan convivir en paz árabes y judíos.
En repudio al Memorando, la organización APEMIA –con su dirigente Laura Ginsberg- ha convocado a un acto en el Congreso para cuando se trate el mismo, en principio el próximo 27 de febrero. Acto que cuenta con el apoyo de las organizaciones de derechos humanos nucleadas en el Encuentro Memoria Verdad y Justicia. Compartimos que con el Memorando que lanza el gobierno no llegaremos a la verdad. Pero nuestro partido, Izquierda Socialista, no va a apoyar dicha convocatoria, porque nos oponemos desde consideraciones completamente distintas de las que plantea APEMIA.
APEMIA pone como centro que “el Estado argentino es el responsable de la masacre de la AMIA” y silencia la causa verdadera, que es el conflicto de Medio Oriente, provocado por el estado sionista y criminal de Israel. Reclama que Irán abra sus archivos secretos (sumándose, más allá de sus intenciones, a la campaña de que Irán sería el responsable). Y centra en la “conexión local”, haciendo referencia a los servicios de inteligencia argentinos que habrían estado vinculados al atentado. Pero esa versión fue originariamente apoyada por la dirigencia sionista de nuestro país para encubrir un delito muchísimo mayor: la agresión invasora de Israel con el apoyo del imperialismo contra Palestina y los pueblos árabes. “Conexión local” que, de investigarse, podría derivar en una caza de brujas para la comunidad musulmana en nuestro país, ya que, para la justicia y el gobierno argentino, el responsable es Irán. Por eso no nos vamos a hacer presente en dicho acto.
Nos solidarizamos nuevamente con el dolor de las víctimas, comprometiéndonos a luchar incansablemente para que nunca más haya nuevas AMIAs. Instando a todos aquellos que defienden la heroica lucha del pueblo palestino y del pueblo árabe, a que lo sigamos haciendo, en las calles y en las denuncias públicas. Para terminar con el terrorismo genocida enquistado en el Estado de Israel y en el corazón del imperialismo. Es decir, los enemigos históricos del pueblo palestino y los pueblos árabes. Y llamamos a movilizarnos para exigir al gobierno nacional que rompa definitivamente su alineamiento con EE.UU. e Israel.
Izquierda Socialista
integrante del Frente de Izquierda (FIT)
19 de febrero de 2013