Biden, Maduro y la oposición negocian y el pueblo sufre el paquetazo y la crisis

Por Prensa PSL

Un hecho político de gran importancia en las últimas semanas, son las conversaciones que se vendrían produciendo entre el gobierno de Maduro, el imperialismo norteamericano y la Plataforma Unitaria, que agrupa a los partidos de la oposición patronal.

En rigor, estas conversaciones se han mantenido desde hace bastante tiempo, no obstante, en el último período han salido a la luz pública.

Recientemente voceros del gobierno de Biden plantearon su disposición a levantar algunas sanciones económicas, si el gobierno de Maduro daba garantías para la realización de elecciones confiables y democráticas el próximo año.

De hecho, en el marco de esas conversaciones, el gobierno imperialista de Biden autorizó a empresas petroleras estadounidenses y europeas para que negocien y reinicien operaciones en Venezuela. Ejemplo de ello son Halliburton, Schlumberger, Baker Hughes y Weatherford, previamente se había autorizado a mantener operaciones en el país a Chevron.

Incluso en mayo, el gobierno venezolano firmó un acuerdo con Repsol de España y ENI de Italia, para la exportación de gas natural a otros mercados.

Y desde este mes de septiembre, por primera vez, Estados Unidos extendió la licencia a estas dos empresas petroleras europeas para exportar nafta a Venezuela, para mitigar la escasez de gasolina.

Se estaría discutiendo incluso la posibilidad de que países europeos y de otras regiones, puedan comprar petróleo venezolano, esto estaría determinado por el aumento de los combustibles como consecuencia de la invasión a Ucrania.

Lo cierto de todo esto es que más allá de los discursos altisonantes de los voceros imperialistas y la oposición patronal, y de las poses supuestamente “revolucionarias” y “antiimperialistas” del gobierno de Maduro, continúan las conversaciones a puertas cerradas de las cuales, estamos seguros, no saldrá nada bueno para el pueblo.

Mientras el pueblo trabajador venezolano sigue padeciendo las inclemencias de la crisis y del brutal ajuste gubernamental, con salarios de hambre y servicios públicos destruidos, las empresas gringas hacen lucrativos negocios. Ahora también se suman las europeas Repsol y ENI, que incluso, como ya veíamos, han firmado acuerdos millonarios que redundarán en pingües ganancias para sus accionistas.

Estados Unidos negocia con el gobierno venezolano solo en función de sus intereses de gran potencia imperialista, beneficiando a sus transnacionales, y el gobierno de Maduro hace otro tanto, maniobrando para mantenerse en el poder, mientras aprovecha las posibilidades de negocio que se le abren.

Los temas ausentes en la mesa de negociación entre la Plataforma Unitaria Democrática, Biden y Maduro son el salario, las pensiones, la salud, la educación y los servicios públicos, que siguen por el suelo.

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