Capriles jura que se la está comiendo: Ofrece $ 150 de salario mínimo

Por Prensa PSL

Mientras Maduro “sufre” porque supuestamente no puede aumentar el salario, Henrique Capriles, dirigente de la oposición patronal y proimperialista, hace ofrecimientos electoralistas e insuficientes, cuando estamos a un mes de las primarias.

En unas recientes declaraciones, Capriles propuso aumentar el salario mínimo a $ 150. Con este ofrecimiento cree que se la está comiendo. Esa cantidad ni siquiera es la mitad de la canasta alimentaria que está en alrededor de $ 500. Y aún está más lejos de la básica, que alcanza a unos $ 1000.

Capriles dice que se leyó el artículo 91 de la constitución, pero parece que leyó mal. Supuestamente en ese artículo diría que “el salario hay que revisarlo de acuerdo al costo de la canasta alimentaria”, pero no es así. En rigor, dicho artículo lo que establece, entre otras cosas es lo siguiente: “El Estado garantizará a los trabajadores y trabajadoras del sector público y del sector privado un salario mínimo vital que será ajustado cada año, tomando como una de las referencias el costo de la canasta básica”. Lo que hay que tomar en cuenta es la canasta básica, que va más allá de los alimentos.

Con Capriles y cualquiera de los precandidatos de la oposición patronal, tampoco se resolvería el problema salarial. Para todos ellos lo fundamental es garantizar las ganancias de los capitalistas y transnacionales, no los intereses y necesidades del pueblo trabajador. Por ello, no es casual que Capriles haga estos ofrecimientos notoriamente insuficiente, aunque pueda parecer algo sustancial, dado que ¡el actual salario mínimo es de menos de $ 4, y no se aumenta desde hace 18 meses!

Desde el Partido Socialismo y Libertad insistimos que debe cumplirse con lo establecido en la constitución nacional. Desde el año 1999, cuando se promulgó la constitución, nunca se ha cumplido con lo establecido en dicho artículo. Por ello, hemos venido planteando que el salario mínimo debe ser igual a la canasta básica e incrementarse siguiendo el ritmo de la inflación.

Pero esa reivindicación vital para las trabajadoras y trabajadores, solo la podremos lograr con nuestra lucha. Exigiéndole a la burocracia sindical de los distintos sectores que se ponga a la cabeza de esta pelea urgente. Y de no hacerlo, todos y todas debemos organizarnos y autoconvocarnos para dar esta pelea necesaria, para no morirnos de hambre.

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