Dubai, la crisis aún continúa

DUBAI, Emiratos Arabes Unidos – Ante el descalabro económico de Dubai, un funcionario indicó el viernes que los emiratos preveían las consecuencias negativas de sus problemas financieros y aseguró a los acreedores extranjeros que el pedido de Dubai World de postergar el pago de unos 60.000 millones de dólares de su deuda fue «cuidadosamente planeado».

DUBAI, Emiratos Arabes Unidos – Ante el descalabro económico de Dubai, un funcionario indicó el viernes que los emiratos preveían las consecuencias negativas de sus problemas financieros y aseguró a los acreedores extranjeros que el pedido de Dubai World de postergar el pago de unos 60.000 millones de dólares de su deuda fue «cuidadosamente planeado».

El jeque Ahmed bin Saeed Al-Maktoum, presidente del Comité Fiscal Supremo de Dubai, hizo estas declaraciones mientras las bolsas de valores mundiales quedaban aturdidas ante la cuantía del impago incurrido por Dubai World, el organismo estatal de la ciudad estado, aún cuando algunas fuentes estimaban que el impago rondaría los 80.000 millones de dólares.

Ahmed dijo que el gobierno de los emiratos tuvo en cuenta las consecuencias y los intereses de los acreedores antes de anunciar que pediría una «paralización» en el pago de la deuda de Dubai World por lo menos hasta mayo.

«Nuestra intervención en Dubai World fue cuidadosamente planeada», insistió Ahmed en una declaración difundida el jueves por la noche. «El gobierno encabeza la reestructuración de esta operación comercial con el pleno conocimiento de cómo actuarían los mercados».

El gobierno de Dubai, en una breve declaración emitida el miércoles, dijo que pediría la moratoria en el pago de la deuda de Dubai World y de su brazo de bienes raíces Nakheel, cuyos bonos islámicos por 3.500 millones de dólares vencen en diciembre.

Esta situación se inserta en un escenario que ha supuesto que el emirato solicitase a sus vecinos, como Abu Dahbi, compra de su deuda para financiar el pago a «inversores» por montos que rondan los 10 a 14 mil millones de dólares, durante los primeros meses del año.

Las consecuencias de la breve declaración fueron instantáneas y repercutieron en todo el mundo. El crudo bajó a casi 74 dólares el barril el viernes en Asia ante la incertidumbre de la crisis financiera en Dubai. Baja que no hace sino acentuar la crisis del emirato y que guarda poca relación con el papel efectivo del emirato en el negocio petrolero mundial, apenas el 6% de los ingresos de este emirato provienen del petróleo, pues produce apenas 240.000 barriles diarios.

«Comprendemos los temores del mercado y especialmente de los acreedores», insistió Ahmed.

Además, consideró el pedido de congelación de las finanzas de Dubai World una «decisión mercantil sensata» y agregó que el liderazgo de Dubai tuvo que intervenir «ante la necesidad de adoptar una medida decisiva para encarar su particular carga de la deuda», lo que en un lenguaje muy eufemístico revela la magnitud del desastre.

El anuncio del pedido de la moratoria al parecer eclipsó por completo las garantías formuladas anteriormente por el gobernante del emirato, jeque Mohammed bin Rashid Al-Maktoum, quien constantemente desmintió los temores sobre la falta de liquidez y apuros económicos de la ciudad estado. Esta orientación de los gobernantes de minimizar la magnitud de la crisis ha sido constante, y no ha diferenciado a derechistas y centroizquierdistas, pues desde Bush hasta Chávez han incurrido en esta falsificación propagandística.

El jeque Ahmed, que es además miembro de la familia real de Dubai y presidente de la aerolínea de los emiratos, insistió que las conjeturas de que Dubai se había extralimitado en su endeudamiento durante la época de bonanza no estaban justificadas.

Cabe recordar que este pequeño emirato ha sido promocionado como un ejemplo de diversificación en la economía, pues en apenas 20 años pasó de depender del petróleo a tener un enorme mercado inmobiliario, el cual ha sido promocionado por programas de televisión, como los de la cadena Discovery, en los que se hacía énfasis en los logros exagerados de la industria de la construcción, no sólo con islas que modificaron el perfil y ecosistema de la costa, sino la construcción del edificio más alto del mundo (casi dos veces más alto que cualquier otro edificio actualmente).

Es así que este supuesto «paraíso capitalista», donde las empresas no pagan impuestos, y donde los extranjeros tienen beneficios respecto a la población local, como menores controles en el acceso a internet y a servicios y productos; se derrumba por efecto de la crisis financiera, precipitada por el estallido de la burbuja en el negocio inmobiliario.

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