Ecuador: 30.000 personas se movilizan contra la megaminería en Azuay
11 de marzo.- Los manifestantes ocuparon 22 cuadras, según los organizadores, del Centro Histórico en un recorrido que partió desde el redondel de la Chola Cuencana, por la avenida Huayna Cápac, cruzó la calle Simón Bolívar y la Gran Colombia, para culminar con una concentración en la Plaza Cívica, junto al mercado Nueve de Octubre.
11 de marzo.- Los manifestantes ocuparon 22 cuadras, según los organizadores, del Centro Histórico en un recorrido que partió desde el redondel de la Chola Cuencana, por la avenida Huayna Cápac, cruzó la calle Simón Bolívar y la Gran Colombia, para culminar con una concentración en la Plaza Cívica, junto al mercado Nueve de Octubre.
Grupos de izquierda
Allí un espectáculo musical que tuvo como figura central al también asambleísta, Gerardo Morán, recibió a los manifestantes encabezados por el prefecto Carrasco y secundado por los líderes de la Confederación de Nacionalidades Indígenas, CONAIE; de la Unión Nacional de Educadores, UNE y del Movimiento Popular Democrático, MPD.
Los ex militantes de Alianza PAIS, César Rodríguez y Fernando Vega, acompañaron a Lourdes Tibán, Humberto Cholango, Jorge Escala, Luis Villacís, Carlos Pérez Guartambel y otros personajes de oposición, en esta marcha cuyo lema fue la Defensa del Agua, la Vida y la Dignidad de los Azuayos.
Carrasco fue el primero en intervenir, calificó a la manifestación como un éxito y dijo que representa “el inicio de la resistencia pacífica contra la minería”, aunque también hizo un llamado a “la unidad de las izquierdas y al consenso”.
Manifestó además que esa marcha tuvo como objetivo demostrar que “el pueblo no apoya la minería a gran escala, ni los abusos del Gobierno”. Además descartó que la intención de esta protesta y de la marcha indígena que planea llegar a Quito el 22 de marzo, sea crear inestabilidad al Gobierno, “somos los primeros en defender la democracia y venceremos en la urnas”, agregó.
Apoyos
Su intervención, y las de los otros políticos participantes, fue seguida con consignas contra la minería y el Gobierno Central por miembros de sistemas comunitarios de agua, organizaciones indígenas y campesinas, ganaderos de los cantones azuayos, de la Federación de Barrios de Cuenca y grupos estudiantiles como el Movimiento de Izquierda Universitario, MIU, entre otros.
Aunque el eje de la protesta fue la oposición a los proyectos mineros a gran escala, los participantes aprovecharon la oportunidad para posicionar otros temas.
Lourdes Tibán habló sobre el areteo de ganado y la presunta carga impositiva, que a su criterio eso representará, además hizo alusión al caso de la valija diplomática en la que se traficó cocaína y otros puntos.
Rodrigo Quezada, destituido como alcalde de Santa Isabel por el Concejo Cantonal, hizo alusión a su caso y responsabilizó de ese hecho a la Gobernación del Azuay.
Humberto Cholango hizo referencia al alza de pasajes interprovinciales y los “insultos y prepotencias que vienen desde Carondelet”.
Además hubo alusiones a los despidos intempestivos en el sector público, los salarios de los maestros, reformas fiscales, centralismo y otros temas que los opositores endosaron al Gobierno de Rafael Correa.
Al final Paúl Carrasco agradeció a los participantes y ondeó una bandera del Ecuador en señal de triunfo, “no somos cuatro pelagatos” gritó y recibió como respuesta aplausos y nuevas arengas de sus seguidores.
Según un conteo difundido ayer por la tarde por la Prefectura del Azuay, alrededor de 33.000 personas participaron en la marcha y en la posterior concentración en la Plaza Cívica. Según ese informe la marcha tuvo 22 cuadras y en cada una hubo 1.500 personas. (JPV)
Asistentes usaron máscaras
Como una iniciativa de los organizadores algunos de los manifestantes usaron máscaras de cartón con elásticos para cubrir parcialmente sus rostros.
El prefecto Carrasco justificó esa alegoría con “el temor” que a su criterio sienten los ciudadanos “de manifestarse libremente por la criminalización de la protesta social”.
Declaraciones
Aunque la asambleísta opositora, Lourdes Tibán, aseguró que la convocatoria de ayer fue una muestra de que la gente “ha perdido el temor de expresarse” y que por eso cada día más gente se expresa contra la minería a gran escala y se une a la protesta indígena.
Carlos Pérez Guartambel, presidente de la Federación de Organizaciones Campesinas del Azuay, usó la figura de los ríos que cruzan Cuenca para referirse a esa aceptación, “Cuenca tiene un quinto río de gente que defiende el agua y dice no a la minería”.