Estado español: Murió el asesino franquista Manuel Fraga

16 de enero.- Manuel Fraga, el último ministro de la dictadura franquista con vida y fundador del oficialista Partido Popular, murió el domingo a los 89 años. Dejó por legado una estela de terror y crímenes impunes, así como una obra de propaganda que es un monumento a la cobardía y el cinismo.

16 de enero.- Manuel Fraga, el último ministro de la dictadura franquista con vida y fundador del oficialista Partido Popular, murió el domingo a los 89 años. Dejó por legado una estela de terror y crímenes impunes, así como una obra de propaganda que es un monumento a la cobardía y el cinismo.

Fungió como ministro de Turismo e Información de la dictadura fascista en los años 60, dedicándose con un celo fanático a justificar y embellecer las acciones más demenciales del régimen, como las torturas y la ejecución del opositor izquierdista Julián Grimau. Luego, dirigió la represión como ministro del Interior en la década del 70. Su estampa asesina quedó sellada cuando acuñó la frase «las calles son mías» al aplastar las protestas populares que exigían libertades democráticas.

En una transición posfranquista marcada por los compromisos con los principales actores de la dictadura, Fraga también jugó un papel importante.

Fraga fue el mentor de José María Aznar, primer ministro por el PP entre 1996 y el 2004. El propio Aznar se enjuagó las manos con sangre irakí al incorporar a las tropas del Estado español a la invasión encabezada por el gobierno yanqui en 2003.

Para los sectores más atrasados y reaccionarios del Estado español, Fraga es una figura admirada. El actual primer ministro, también del PP, Mariano Rajoy asistió al funeral y dijo de Fraga que «fue un hombre clave en la Transición, uno de los momentos más decisivos de la historia de España».

60 años de actividad política reaccionaria

Manuel Fraga se desempeñó en la dictadura de Franco como ministro de Información y Turismo y embajador en el Reino Unido. Luego fue vicepresidente y ministro de gobernación en el gobierno de Carlos Arias Navarro.

En 1976 fundó Alianza Popular que luego se convertiría en el Partido Popular, la más importante organización de derecha en el Estado español.

A partir de 1990 asume la presidencia de Galicia, hasta 2005.

Un represor insaciable

Fraga es el responsable político de la matanza de Vitoria del 3 de marzo del 1976, una de las masacres más importantes del período de transición posfranquista, el ataque armado a una iglesia en el barrio de Zaramaga, en Vitoria, para aplastar una asamblea obrera que allí se realizaba. Cinco personas fueron asesinadas por las fuerzas represivas y más de cien resultaron heridas de bala. En menos de una semana fueron asesinadas cuatro personas más en manifestaciones contra la masacre de Vitoria, y se encarceló a los principales dirigentes obreros de la región.

Su afición al crimen lo llevó a cultivar una estrecha relación con la peor clase de matones. Uno de sus guardaespaldas personales era Rodolfo Almirón, un terrorista de la organización argentina Triple A, conocida por sus métodos sanguinarios.

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