La gerencia de Pdvsa presiona a trabajadores para normalizar operaciones sin contar con las condiciones mínimas de trabajo y bioseguridad

El proceso de destrucción de la principal industria nacional se sigue profundizando en todas las áreas productivas y administrativas de Pdvsa, como consecuencia de la falta de mantenimiento y la desinversión a la que el gobierno de Maduro y la gerencia de Pdvsa tienen sometida a la industria. Todo esto viene de la mano de la liquidación del salario y de la convención colectiva, siendo una política que tiene como objetivo entregar los activos de Pdvsa a empresas de capital transnacional y nacional con el fin de privatizar la principal industria del país.

Por Prensa C-cura

 

Puerto La Cruz, 13 de agosto de 2021. La gerencia de refinación oriente de Pdvsa, en la refinería de Puerto la Cruz, criogénico de Jose y en las empresas mixtas de la faja petrolífera del Orinoco, está ejerciendo presión para que las trabajadoras y trabajadores administrativos y de áreas no medulares, se reincorporen a sus puestos de trabajo y se “normalicen las operaciones”, pero sin ninguna orden escrita, esta situación está ocurriendo a pesar que no existen condiciones de bioseguridad para evitar el contagio de covid 19, y mucho menos dotación de equipos de seguridad industrial y personal.

El proceso de destrucción de la principal industria nacional se sigue profundizando en todas las áreas productivas y administrativas de Pdvsa, como consecuencia de la falta de mantenimiento y la desinversión a la que el gobierno de Maduro y la gerencia de Pdvsa tienen sometida a la industria. Todo esto viene de la mano de la liquidación del salario y de la convención colectiva, siendo una política que tiene como objetivo entregar los activos de Pdvsa a empresas de capital transnacional y nacional con el fin de privatizar la principal industria del país.

El desastre es de tal magnitud que en el edificio sede de Puerto la Cruz, desde hace más de 10 días no funciona el aire acondicionado central lo cual evidencia que no existen las condiciones mínimas para la reincorporación del personal en condiciones aceptables. Aunado a esta situación, está la extrema vulnerabilidad en que se encuentran las y los trabajadores petroleros, jubilados y sobrevivientes, en el aspecto de salud como consecuencia de la desaparición del Sicoprosa (servicio de salud) y por los salarios de hambre a la que mantienen sometida a la clase obrera petrolera, incluso la muy anunciada póliza de salud de 10 mil dólares anuales de Multinacional de Seguros, como un gran éxito de la recientemente convención colectiva aprobada a espaldas de las y los trabajadores, no funciona por 2 razones básicas: la primera es que se queda corta ante los actuales costos de los servicios médicos privados, y segundo, que para acceder a dicha póliza esto debe pasar por el filtro de la gerencia que de manera discrecional decide a quien se le otorga el beneficio.

Las trabajadoras y trabajadores petroleros padecen hoy la peor crisis de su historia, por el desconocimiento por parte del gobierno y la gerencia de Pdvsa de sus derechos y conquistas más elementales, en especial por la imposición de salarios de hambre y la destrucción de la contratación colectiva, el servicio médico y la desaparición de los comedores, la dotación de uniformes y materiales y equipos de seguridad industrial, esta política ha reducido a la clase obrera petrolera a esclavos modernos.

Por esta situación, desde la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (C-cura), ratificamos que es necesario la unidad de las diferentes agrupaciones de base, activistas, dirigentes sindicales clasistas y de los jubilados, para convocar asambleas de trabajadores y organizar comités de lucha en cada una de las áreas, para que se discuta de manera democrática una nueva contratación colectiva, para enfrentar los despidos masivos y las jubilaciones forzadas como las que se aplicaron contra José Bodas, secretario general de la Futpv y dirigente nacional de C-cura y una gran cantidad de trabajadores y activistas obreros, así como a otros directivos de la federación como Eudis Girot, hoy privado de libertad por exigir los derechos de las trabajadoras y trabajadores.

Estamos obligados a levantar un plan de lucha y movilización para exigir el pago de un salario igual a la canasta básica, el pago de los 17 meses de retroactividad de la Tea y demás conceptos salariales derivados de la última convención colectiva, suscrita a espaldas de los trabajadores, el fin de la persecusión y criminalización de las y los trabajadores que reclaman y exigen sus derechos, la reincorporación de los despedidos, la libertad plena para las y los trabajadores petroleros presos por luchar, denunciar o no prestarse para actos de corrupción, el respeto a la convención colectiva, la recuperación del Sicoprosa y los comedores, y la defensa de todos los derechos laborales y contra la privatización de la industria petrolera.

 

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