Gobierno canceló a medias bono vacacional a universitarios

Martes 24 de agosto de 2010.

Martes 24 de agosto de 2010. Por primera vez en 24 años de labores en la imprenta de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Irma Arias no disfrutó de sus vacaciones porque el Ministerio de Educación Universitaria no le depositó lo que le correspondía por bono vacacional y salario de agosto.

«Mi familia pasa por un vía crucis por culpa del Gobierno. No disfrutamos de vacaciones y asumimos deudas que no hemos podido cancelar».

La angustia de Arias la padecen los 25 mil trabajadores -profesores, empleados y obreros- de la UCV, y del resto de las universidades.

Será hoy cuando se cancele la deuda, tal como lo anunció este lunes la rectora de la UCV, Cecilia García Arocha. Sin embargo, será un pago a medias. Esto porque el Gobierno estimó erróneamente los aportes y apenas cancelará 86% del monto. «Es decir, nos adeudan 14% que suman 40 millones de bolívares para pagarle a todos los ucevistas», detalló.

Desde el salón de sesiones, y en compañía de autoridades, gremios y de un nutrido grupo de trabajadores, la rectora expresó su molestia por la morosidad del ministro Edgardo Ramírez. «El bono vacacional es sagrado. Es indignante esta situación porque el 30 de julio debimos irnos con nuestros pagos. Es una falta de respeto con la comunidad ucevista».

García Arocha anunció que acompañarán las acciones de protestas de los gremios. «Tenemos que estar juntos porque esta situación nos afecta a todos. Los acompañaremos en su lucha. No los dejaremos solos».

En bancarrota

En su intervención, el presidente de la Asociación de Profesores de la UCV, Víctor Márquez, advirtió, que la demora del bono vacacional es apenas un aspecto, porque el verdadero problema «es el deterioro de la calidad de vida de los universitarios». «Estamos soportando niveles de sueldo que no alcanzan para pagar la cesta básica de alimentación».

En una cruda revelación, Márquez le recordó al ministro Ramírez que 99% de los universitarios «no utiliza el bono para irse de viaje, sino para pagar las deudas que ha adquirido en el año porque el salario no alcanza. Hay gente que ya había asumido compromisos previos, aunque paguen mañana (hoy) el daño está hecho».

Ante esa realidad, propuso que todos los gremios exijan el pago de las deudas, pero también un incremento salarial.

El presidente del Sindicato de Trabajadores, Carlos Suárez, exigió la dimisión de Ramírez. «Señor ministro, si esta situación verdaderamente le quedó grande, ¡entonces ponga su cargo a la orden, y renuncie!».

Otra víctima del Gobierno fue Luis Mota, obrero de la Facultad de Medicina, quien no pudo recompensar a sus hijos por sus buenas notas escolares. «Les había prometido un viaje a Margarita, y por culpa del Gobierno incumplí».

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