Gobierno negocia con empresarios aumentos de 30% y 40% de alimentos regulados

Ya el gobierno anunció el aumento de los quesos y la leche, mientras que el azúcar, el café, el pimentón y los tomates brillan por su ausencia en los anaqueles de los supermercados y bodegas. Probablemente estos aparezcan luego con precios aumentados. Es el mecanismo a que nos tienen acostumbrados gobierno y empresarios. Desaparecen los productos, los patronos lloriquean, dicen que tienen pérdidas, que no es rentable producir, y el gobierno solícito se rinde a sus requerimientos aumentando los precios.

Ya el gobierno anunció el aumento de los quesos y la leche, mientras que el azúcar, el café, el pimentón y los tomates brillan por su ausencia en los anaqueles de los supermercados y bodegas. Probablemente estos aparezcan luego con precios aumentados. Es el mecanismo a que nos tienen acostumbrados gobierno y empresarios. Desaparecen los productos, los patronos lloriquean, dicen que tienen pérdidas, que no es rentable producir, y el gobierno solícito se rinde a sus requerimientos aumentando los precios.

Por otra parte, el presidente de Fedeagro, Pedro Rivas, reconoció públicamente hoy que se está discutiendo con el gobierno el incremento en un 30% y 40% de todos los rubros alimenticios que aún están regulados. Es decir, se continuará desmantelando lo poco de control de precios que aún queda.

Cuando el presidente Chávez anunció a principios de año la devaluación de la moneda en un 100%, afirmó que esta era una “revaluación” de nuestra moneda, y los voceros gubernamentales, así como el coro de sindicalistas rojos, rojitos genuflexos agregaron que esta medida, a todas luces antipopular, era expresión del “socialismo”. Hoy la cruda realidad que se manifiesta en el aumento de los precios de los productos de primera necesidad, demuestra que nada de esto era cierto.

Ya el pueblo y los trabajadores comienzan a sentir los efectos de la devaluación: aumentos de precios y caída del salario real. Con el sueldo y los cestatickets se adquieren menos productos que hace sólo unos pocos meses. Las amas de casa constatan que no alcanzan los churupos para hacer el mercado mensual.

Un tsunami de altos precios de los alimentos se descarga sobre el pueblo, es la forma en que el gobierno y los empresarios hacen que los trabajadores sean quienes lleven el peso de la crisis de sus negocios.

Ante esta situación es imperativo exigirle al gobierno un aumento general de sueldos y salarios, junto a la instrumentación de la escala móvil, mediante la cual se ajusten periódicamente los sueldos acorde al incremento de la inflación.

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