Monarquía marroquí condena a 24 presos políticos saharauis

Un tribunal militar dictó ocho condenas a cadena perpetua, ocho de 25 años de cárcel y cuatro de treinta años, entre las más brutales en el juicio contra 24 presos políticos saharahuis. El régimen corrupto y antidemocrático de Rabat, empeñado en mantener a sangre y fuego la ocupación colonial del Sahara Occidental, montó un macrojuicio para dictar sentencias ejemplarizantes en contra de los activistas independentistas, acusados por la muerte de once agentes represores marroquíes durante el ataque al campamento de protesta saharahui de Gdaim Izik, ataque en el que al menos 36 saharahuis fueron asesinados por el régimen marroquí.

Un tribunal militar dictó ocho condenas a cadena perpetua, ocho de 25 años de cárcel y cuatro de treinta años, entre las más brutales en el juicio contra 24 presos políticos saharahuis. El régimen corrupto y antidemocrático de Rabat, empeñado en mantener a sangre y fuego la ocupación colonial del Sahara Occidental, montó un macrojuicio para dictar sentencias ejemplarizantes en contra de los activistas independentistas, acusados por la muerte de once agentes represores marroquíes durante el ataque al campamento de protesta saharahui de Gdaim Izik, ataque en el que al menos 36 saharahuis fueron asesinados por el régimen marroquí.

El Tribunal Militar de Rabat dictó la sentencia en horas de la madrugada, para prevenir manifestaciones.

El tribunal sentenció los supuestos crímenes de «formación de banda criminal, violencia contra la fuerza pública con resultado de muerte, y mutilación de cadáveres».

Los presos políticos saharauis recibieron impávidos las condenas. Alzaron el puño y pronunciaron proclamas por la independencia y la autodeterminación del pueblo saharahui, tal y como hicieron durante los nueve días del juicio.

Un grupo de activistas fascistas marroquíes celebró el fallo judicial a las afueras del tribunal.

«A mí no me sorprende nada; es un juicio político y con normas militares; pese a que no hemos visto ninguna prueba inculpatoria, sabíamos que iba a ser así», afirmó Brahim Dahan, ex preso político y presidente de la Asociación Saharaui de víctimas de violaciones graves de derechos humanos (ASVVDH).

Los presos políticos llevaban dos años y tres meses en detención preventiva, sin haber sido enjuiciados. Las únicas evidencias presentadas al tribunal fueron confesiones logradas por medio de la tortura por los cuerpos represivos marroquíes.

La fiscalía presentó durante el juicio fotografías de los presos políticos con autoridades saharahuis para demostrar su filiación independentista. De esa manera quedó en evidencia el carácter político del juicio.

La protesta de Gdaim Izik, a finales de 2010, ha sido considerada el punto de inicio de la primavera árabe.

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