9 diciembre, 2024

¿Muerto Bush se acabó el Imperio?

Parece que para los «enemigos» de EEUU una cosa es el Imperio con Bush, y otra con Obama. Aunque el presidente electo de EEUU ya dio pruebas concretas (a través de sus anuncios y del nombramiento de su gabinete) de que continúa con la misma política exterior (imperial) de Bush los «enemigos» declarados del Imperio siguen depositando expectativas alrededor de sus gestión en la Casa Blanca.

Parece que para los «enemigos» de EEUU una cosa es el Imperio con Bush, y otra con Obama. Aunque el presidente electo de EEUU ya dio pruebas concretas (a través de sus anuncios y del nombramiento de su gabinete) de que continúa con la misma política exterior (imperial) de Bush los «enemigos» declarados del Imperio siguen depositando expectativas alrededor de sus gestión en la Casa Blanca.

Cualquier analista del sistema que maneje información procesada y fidedigna del poder USA (aunque se la reserve para sí) sabe que la Casa Blanca con Obama (el poder político), el Tesoro (el poder financiero), el departamento de Estado (el poder exterior) y el Pentágono (el poder militar) seguirán respondiendo a los mismos intereses estratégicos del capitalismo sionista imperial que gobernó (y diseñó las políticas de conquista) durante ocho años con Bush y los halcones neocons.
Incluso el propio Obama, antes de asumir, ya delineó con claridad meridiana el continuismo (y profundizació n) durante su gestión del soporte basal estratégico de la política exterior de EEUU: La «guerra contraterrorista» .

El máximo nivel de decisión política, las áreas de ejecución presidencial y el entorno del presidente, el máximo nivel de decisión económica financiera, y el diseño y la ejecución de la política exterior (el corazón del Imperio) van a estar en manos de operadores del lobby judío sionista (en versión liberal) de la «gran manzana» bancaria de Nueva York.
El gabinete de Obama lo dice todo: Joshep Biden, Vicepresidente (control del lobby sobre la Casa Blanca), Rahm Emanuel, jefe de Gabinete (control del lobby sobre el entorno de Obama), Timothy Geithner, secretario del Tesoro (control de lobby sobre el Sistema de la Reserva Federal), e Hillary Clinton, secretaria de Estado (control del lobby sobre la política Exterior).

Parece que los únicos que no se «enteraron» de esa realidad son los asesores (y gobiernos) de Chávez, Medvedev, Ahmadineyad, Raúl Castro, y de la propia Corea del Norte.
Chávez, autodeclarado «enemigo mortal» del Imperio USA, depositó expectativas en el presidente electo de EEUU y dijo el domingo que está «dispuesto a llegar» incluso a un «trato directo, personal» con Obama, pero en un marco de «respeto».

Es más, el presidente venezolano afirmó que Caracas y Washington pueden trabajar para «rehacer un acuerdo» de lucha conjunta contra el narcotráfico, así como para el combate al «terrorismo y la delincuencia internacional» , siempre que esos convenios sean «respetuosos de la soberanía venezolana».
Como cualquier especialista sabe, el combate al «terrorismo y la delincuencia internacional» , con sus correspondiente apartado de aplicación en América Latina, es la «obra maestra» de la administració n Bush, a quien Chávez bautizó con el mote de «diablo» o de «mister Danger».
En el programa de opinión «José Vicente Hoy», que transmite la cadena privada Televen, Chávez dijo ver «con interés» que Obama haya designado a Hillary Clinton para su gabinete de Gobierno, y señaló que ello «abre una perspectiva» para las relaciones entre los dos países que «evaluará» en su momento.

«Hay que mirar con paciencia, con buen ánimo, con fe (…) creo que van a mejorar (los nexos diplomáticos) , tengo la mejor disposición para hacerlo», aseguró Chávez, que parece no estar «enterado» de que la próxima secretaria de Estado, Hillary Clinton, es la más activa operadora de la «solución final» con Irán, el principal aliado estratégico del presidente venezolano.
Ahmadineyad, que prometió «borrar del mapa» a Israel, envió a Obama una carta de felicitación, no obstante a que el gabinete del presidente electo norteamericano esté compuesto por operadores explícitos del sionismo israelí que propone el ataque militar a Irán, como es el caso de Hillary Clinton y de Rahm Emanuel.

Además, Obama ya ratificó la continuidad de la línea «anti-Irán» en la política de Medio Oriente, además de reformular la profundizació n de la «guerra contraterrorista» en Irak, Afganistán y el resto del planeta.
El director de la revista Rusia en Asuntos Globales, Fyodor Lukyanov, destacó que Dimitry Medvedev y su «tutor», el primer ministro Vladimir Putin, rápidamente retiraron su postura de línea dura después de amenazar con colocar misiles de corto alcance cerca de Polonia en respuesta al anuncio del gobierno del presidente George W. Bush de respaldar la instalación de un escudo defensivo a base de misiles.

Tres semanas después del triunfo de Obama, Medvedev habló por teléfono con el presidente electo y le dijo que está buscando «relaciones constructivas y de sociedad» con Estados Unidos, y agregó que «la conversación que tuve con el presidente electo me permite esperar una visión estadounidense similar».

«El Kremlin ha señalado su disposición a aminorar su retórica. Aparentemente decidieron intentar mejorar las relaciones», dijo Luyanov.
En Cuba, el presidente Raúl Castro dijo estar dispuesto a reunirse con el nuevo presidente en territorio neutral.
Sin embargo, su hermano Fidel (el líder de la Revolución Cubana) frenó las expectativas de un «cambio» en la política estadounidense y expresó sus dudas en torno a que se levante el embargo económico, que está por cumplir medio siglo.

No obstante, Fidel consideró a Obama como «un hombre inteligente» .

En Corea del Norte, después del triunfo de Obama, el régimen y los medios de prensa estatales se han abstenido de expresar abiertamente su acostumbrada retórica «antiestadounidense «.

La promesa de Obama de sentarse a «negociar» con sus adversarios, según algunos analistas, ha logrado atraer la atención del gobierno norcoreano.

«Corea del Norte ciertamente tiene buenos sentimientos en torno a Obama. ¿Pero ésto significa que lo apostará todo a Obama buscando ganarse su favor?, señaló Kim Yong-hyun, un catedrático de la Universidad de Dongguk de Seúl.

En suma, los «enemigos» exteriores del Imperio USA, coinciden en tirar señales de «dialogo» a Obama, no obstante las también claras y explicitas señales por parte de Obama y de su gabinete de dar continuidad a la actual política exterior del Imperio heredada de Bush.
Esta misma actitud de depositar «expectativas» en la futura gestión de Obama también la observan los analistas de la «izquierda» en sus diversos matices, para quienes el «liberalismo pacifista» de Obama es un paso adelante respecto de la «derecha belicista» de Bush.

¿Muerto Bush se acabó el Imperio?

No: Solo se acabó la gestión del lobby sionista conservador republicano en la Casa Blanca, que va a ser reemplazado por el lobby sionista demócrata en la gerenciación de la política imperial del Estado USA, que no es «personal» de ningún presidente sino que tiene una línea de continuidad estratégica.
Los presidentes pasan, pero el negocio de los bancos y trasnacionales capitalistas que guían (y diseñan) las políticas estratégicas de la Casa Blanca continúan.
Los únicos que parece que todavía no se enteraron son los «enemigos» del Imperio estadounidense.

Evidentemente, ni siquiera leen los diarios del sistema.

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