No a la represión militar contra el pueblo Pemón

Por Partido Socialismo y Libertad (PSL)

Entre el 22 y el 23 de febrero el extremo suroriental del país fue el escenario de una brutal arremetida por parte de las fuerzas armadas y grupos paramilitares contra las comunidades del pueblo Pemón. El gobierno descargó todo su odio contra los hermanos indígenas, asesinando a José Hernández, José Pérez, José Barrios y Zoraida Rodríguez, e hiriendo a decenas de personas. La masiva movilización indígena contraatacó y logró la captura de varios militares, obligándolos a replegarse e hiriendo a algunos miembros de los grupos paramilitares del chavismo. En definitiva fue una violenta disputa por el control de la frontera con Brasil en la cual se puso a prueba la autonomía del territorio indígena, establecida por la Constitución pero nunca reconocida por el gobierno chavista.

El pueblo Pemón es desde hace varios años la vanguardia de la lucha indígena en defensa del respeto a su territorio, luego de las derrotas propinadas por el chavismo al pueblo Yukpa, en el noroccidente de Venezuela. Rompiendo con el apoyo brindado al gobierno de Chávez durante muchos años, en la última década el pueblo Pemón ha confrontado al gobierno y a sus mafias mineras y militares, logrando establecer la defensa armada de su territorio. En varias ocasiones han detenido en masa a los militares que se dedican a extorsionar a los indígenas y a disputar el negocio del tráfico de gasolina y de la minería artesanal. El intento del gobierno de Maduro de propinarles una derrota fue frustrado gracias a la movilización popular masiva en Santa Elena de Uairén y las zonas aledañas. Los militares sufrieron una nueva humillación con la detención de varios de sus efectivos. Lo más importante es que quedó demostrado que sí es posible derrotar al gobierno mediante la movilización popular masiva y generalizada, lo cual refuta contundentemente a sectores de la oposición burguesa que intentan desmovilizar con discursos derrotistas y favorables a la injerencia imperialista y a un golpe militar. Debemos seguir organizando democráticamente desde abajo las distintas formas de lucha y una huelga general.

Durante el 23 de febrero, como es sabido, el gobierno imperialista de Donald Trump y el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, llevaron a cabo una maniobra de provocación bajo una fachada “humanitaria”, escalando el conflicto con el gobierno antipopular de Maduro. La brutalidad represiva con la que el gobierno venezolano respondió, como es habitualmente su método, está siendo aprovechada por voceros del gobierno yanqui para reiterar sus amenazas de realizar una invasión. Guaidó, quien se trasladó a Colombia, ha planteado nuevamente su solicitud de una agresión militar contra Venezuela. Como opositores de izquierda a la dictadura cívico-militar que reprime y hambrea al pueblo, somos categóricos en repudiar la escalada injerencista del gobierno de EEUU. Solo el pueblo venezolano debe decidir su propio destino, mediante la movilización, siguiendo el ejemplo del pueblo Pemón y de los sectores populares que lucharon la semana del 21 de enero de manera autónoma contra la represión del FAES en los barrios de Caracas. Repudiamos las agresiones de EEUU, sobre todo las sanciones económicas que pretenden aumentar la miseria, matando de hambre y enfermedades a miles de venezolanos mientras hipócritamente blanden una falsa ayuda humanitaria. Las sanciones de Trump agravan el empobrecimiento de la población que desde 2013 ha sido consecuencia del peor ajuste económico de nuestra historia, aplicado por Maduro.

¡Ni Trump ni militares ni Guaidó! ¡No a la injerencia imperialista! ¡Fuera Maduro con la movilización autónoma del pueblo trabajador!

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