Organizaciones de mujeres, sociales y políticas se concentrarán en la plaza Morelos este 25 de noviembre

Por Partido Socialismo y Libertad

Este 25 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer en homenaje a las hermanas Mirabal asesinadas en República Dominicana por la dictadura de Trujillo. En este marco Venezuela se suma a la oleada de mujeres que en el mundo cuestionan las violencias machistas, a los gobiernos, partidos patronales e iglesias que defienden y perpetúan el sistema capitalista patriarcal.

Un significativo número de organizaciones de mujeres, sociales y políticas, entre ellas el Partido Socialismo y Libertad (PSL), nos concentraremos en plaza Morelos a las 11:00 a.m. para protestar apoyando las etiquetas #MujeresContraLasViolencias, #NiUnaMenos y #ElMachismoMata.

Mientras se padecen las consecuencias de una pandemia mundial, confinadas en las casas, la violencia machista asesina una mujer venezolana cada 33 horas. El grito es el mismo en todo el mundo: ¡nos están matando!. En Venezuela cuando no son los golpes o un disparo es el hambre y la precariedad.

El gobierno de falso socialismo de Maduro en medio de una catástrofe social impone planes patriarcales y capitalistas, degrada el cuerpo de las mujeres y la naturaleza para poder intensificar la explotación, privilegiando los intereses de  empresas privadas, extranjeras y transnacionales, tal como se evidencia con la ley Antibloqueo, que entrega las riquezas del país en bandeja de plata a las transnacionales.

¿Por qué en Venezuela las mujeres pobres e indígenas, también las migrantes venezolanas dispersas en el mundo y las fronteras, tienen que soportar y pagar con mayor peso, esta crisis? La violencia patriarcal y gubernamental también se hace patente en la mujeres cuando confinadas en los hogares quedamos atrapadas en el trabajo gratuito e invisible de la casa y la comunidad, dedicadas exclusivamente al cuidado de otros.

Por su parte, las mujeres devengando sueldos pulverizados en fábricas y empresas, y las del sector informal de la economía, son víctimas de la violencia patriarcal de este gobierno hambreador, las cuales salen a trabajar en condiciones de máxima precariedad sin servicios básicos, sin transporte público, y con una moneda nacional sin valor.

Ya sea en la casa o saliendo a trabajar en empleos formales e informales, la mujer venezolana es vulnerable ante la amenaza de contagio por Covid 19, además que padecen el hambre y la desnutrición de las mismas mujeres cuidadoras y de los niños, niñas y personas de la tercera edad que están a su cargo. La amenaza de contagio en esta pandemia es especialmente cruel para las trabajadoras del sector salud, tanto en hospitales como en clínicas privadas, en su mayoría son mujeres sometidas a trabajar con bajos salarios y sin el debido resguardo de las condiciones mínimas de bioseguridad.

Ajeno a esta realidad, el gobierno venezolano sigue mantenimiento una política y un discurso centrado en la maternidad afianzando el perfil de la mujer – madre – reproductora – cuidadora, sin control sobre sus cuerpos sexualizados y maternizados, mientras el Estado patriarcal y el capital privado se benefician del trabajo flexible, no remunerado, comunitario y solidario de las mujeres.

Todo lo que se ha hecho en nombre de la mujer desde los gobiernos anti populares de Chávez y Maduro, se reduce a una propaganda de atención a la maternidad. No está sujeto a debate el papel del hombre proveedor, la esposa madre y el Estado garante de este contrato que tanto beneficia y sustenta las relaciones de producción y poder capitalista.

En todos estos años no se ha hecho ni el más mínimo esfuerzo por revertir la división sexual del trabajo, ni el reconocimiento pleno y efectivo del trabajo doméstico y las garantías de una maternidad libre y elegida. Mientras que el aborto sigue estando penalizado en Venezuela. Los que sí se ha hecho es reforzar la ciudadanía heteronormal, típicas condiciones de todo Estado patriarcal.

Por eso desde el PSL repudiamos el discurso patriarcal del presidente Maduro que en una alocución en el Palacio de Miraflores volvió a realizar otra expresión patriarcal, al referirse a su compañera de vida y decir que «de lo único que soy dueño es de Cilia (Flores), verdad, es la única propiedad que tengo». Por ello exhortamos al conjunto de la sociedad a rechazar ese modelo viril de masculinidad.

Los discursos y aparentes avances legalistas y demagógicos más bien han propiciado en la práctica que algunas dirigentes feministas no confrontan, ni reaccionan ante la instauración de un Estado violento y patriarcal.

Para eso estamos aquí hoy y, con especial énfasis desde hace pocos años, para eso nos hemos venido movilizando en las calles cada 25N, articulando la mayor cantidad y diversidad de mujeres y organizaciones sociales y políticas, hemos venido propiciando espacios de coordinación y articulación que buscan de manera autónoma a la oposición patronal, así como también respecto al gobierno, ir ganando confianza en la conformación de una agenda propia centrada en las reivindicaciones feministas de la mujer trabajadora en Venezuela. Estamos propiciando acciones de protesta y movilización respetando los protocolos de bioseguridad y cuidándonos de la respuesta represiva y amedrentadora del gobierno cívico-militar de Maduro.

Este 25 de noviembre de 2020 alzamos la voz con la rabia que tanto incomoda al patriarcado exigiendo:

Que la mujer venezolana no siga pagando la crisis, exigimos un salario que cubra la canasta básica y una renta de cuarentena para las trabajadoras informales.
Exigimos el no pago de la deuda externa e impuestos a las grandes fortunas, confiscación a los bienes de los corruptos, que el petróleo sea 100% estatal sin empresas mixtas, ni transnacionales, y con todos esos recursos conformar un Fondo Social de Emergencia para enfrentar la crisis social, el hambre y la pandemia, impulsando un plan masivo de importación de alimentos, medicinas e insumos para atender la crisis sanitaria; desarrollar una campaña de sensibilización y concientización para que en el país se discuta y asuma como un problema nacional la violencia en contra de las mujeres, y se destinen recursos para el establecimiento de una red de cuidado para la mujer violentada.

¡BASTA DE VIOLENCIA GUBERNAMENTAL Y PATRIARCAL CONTRA LAS MUJERES!

23 de noviembre de 2020

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