Orlando Chirino: «La masacre en el aeropuerto de Honduras merece una respuesta contundente de los trabajadores del mundo»
Entrevistamos telefónicamente al dirigente obrero socialista Orlando Chirino, minutos después que los militares golpistas de Honduras masacraran a los manifestantes que rodeaban el aeropuerto de Tocontín, en Tegucigalpa, y evitaran que el presidente Manuel Zelaya aterrizara en territorio hondureño.
Entrevistamos telefónicamente al dirigente obrero socialista Orlando Chirino, minutos después que los militares golpistas de Honduras masacraran a los manifestantes que rodeaban el aeropuerto de Tocontín, en Tegucigalpa, y evitaran que el presidente Manuel Zelaya aterrizara en territorio hondureño.
«A nombre de nuestra corriente sindical, CCURA, y la Unidad Socialista de Izquierda, el partido de los trabajadores venezolanos, quiero expresar nuestro más indignado y rotundo rechazo a la masacre que han perpetrado los golpistas hondureños, acribillando a las multitudes que rodeaban el aeropuerto de Tocontín, con un resultado terrible, de decenas de heridos de bala y dos muertos, hasta donde sabemos en estos momentos. Este crimen cometido por este gobierno bastardo, golpista, que aglutina el apoyo de lo más rancio de la oligarquía centroamericana, merece mucho más que una condena, merece la acción unitaria de todos los trabajadores y los pueblos latinoamericanos para liquidar esta dictadura cívico-militar-religiosa que pretende consolidarse en Honduras», dijo Chirino.
Para este dirigente político y sindical, quien es también coordinador nacional de la Unión Nacional de Trabajadores (UNETE), «es urgente que tomemos medidas desde las organizaciones autónomas y revolucionarias, pues ha quedado en evidencia que la OEA, la ONU, el Grupo de Río, y todas esas instancias multilaterales burguesas no tienen el fuelle necesario para liquidar al gobierno golpista, restituir a Zelaya y reestablecer las libertades democráticas y los derechos humanos en Honduras, avanzando hacia la convocatoria de la Asamblea Constituyente. Quienes apuestan al diálogo y la negociación con los golpistas lo que hacen es permitirles ganar tiempo y endurecer sus posiciones”.
Mas adelante resaltó Chirino que «han sido positivas las sanciones contra los golpistas, sobre todo las de orden económico, como la suspensión del envío de petróleo a través de Petrocaribe y la interrupción del comercio terrestre entre Honduras y los países fronterizos. Sin embargo, ante la profundización de la represión y los crímenes del gobierno gorila, la respuesta de los pueblos latinoamericanos tiene que profundizarse también, hasta que le veamos el hueso a la dictadura».
«En estos momentos el pueblo hondureño sólo puede confiar en la huelga general y en su movilización, así como en la solidaridad de los trabajadores y los pueblos latinoamericanos y del mundo. Por eso los llamamos movilizarse, exigiendo a todos los gobiernos que rompan relaciones diplomáticas y económicas con el gobierno espurio, haciendo especial énfasis en el gobierno imperialista de Obama, que aún no ha retirado su embajador en Honduras».
Obama y la OEA están al servicio de negociaciones que favorecen a la dictadura
Haciendo referencia al papel jugado por los gobiernos de los países del ALBA, Chirino señaló que “en un principio estos gobiernos tuvieron una actuación importante, al reclamar el pronunciamiento de los demás gobiernos de la región, y rompiendo relaciones con la dictadura, sin embargo, en las últimas horas se han supeditado totalmente a la OEA y al gobierno del presidente Obama. Por ejemplo, es grave que el presidente Chávez diga que Obama es prisionero del imperio y la derecha de Estados Unidos, como si Obama no fuera el mismísimo jefe del imperialismo, el cual está implicado en el golpe y en su sostenimiento; por eso, no es casual que Obama sea el principal vocero de una salida negociada que favorece a la oligarquía hondureña. Políticas erráticas como la de Chávez, que podrían generar ciertas expectativas en Obama, son las que hacen posible que Zelaya le implore a Obama que lo reinstale en su cargo como Presidente”.
“Ante esta situación es imperioso que los gobiernos del ALBA, en lugar de andar creando ilusiones en la OEA y lavándole la cara al gobierno de Obama, le exijan a este en forma contundente el retiro de su embajador y la suspensión de todo apoyo económico, político y militar a la dictadura”.
Chirino también hizo referencia al papel jugado en el golpe por las transnacionales, “es necesario reclamar a los gobiernos del ALBA que le propinen un castigo ejemplar en cada uno de sus países, a aquellas empresas multinacionales que han patrocinado el golpe en Honduras, como la farmacéutica Pfizer y la empresa Movistar, que ha saboteado las comunicaciones de acuerdo con los intereses del gobierno gorila”.
Y refiriéndose a los países vecinos de Hinduras, afirmó “hay que redoblar la presión para que Nicaragua, El Salvador y Guatemala clausuren el tránsito terrestre con Honduras, y de esa manera estrangular económicamente a la burguesía hondureña. Hay que insistir en esto, en vista de que el gobierno imperialista de Obama ha dicho que no suspenderá la cooperación económica con los gorilas, y el ministro de comercio exterior de Costa Rica ya ha expresado su furibunda oposición a las sanciones económicas contra el gobierno espurio».
Rechazar cualquier tipo de negociación con los golpistas
“En Honduras no cabe una salida negociada. Zelaya debe ser restituido y los gorilas deben ser ejemplarmente enjuiciados y castigados. Para lograr estos objetivos es necesario profundizar la movilización revolucionaria como se hizo este domingo y darle continuidad a la lucha hasta imponer una Asamblea Nacional Constituyente, Democrática, Libre y Soberana, en la cual los trabajadores y el pueblo se presenten como opción de poder independiente de los partidos Liberal y Nacional, que históricamente han sido los instrumentos políticos de la oligarquía hondureña y el imperialismo para defender sus intereses”, dijo Orlando Chirino.
Finalmente, exhortó a las organizaciones obreras, revolucionarias, y al movimiento popular, a «emprender acciones que presionen al gobierno venezolano y a los demás gobiernos latinoamericanos a pasar de las palabras a los hechos con más contundencia, a castigar a la burguesía hondureña y a sus socios, particularmente al gobierno imperialista de Obama. Debemos marchar a la embajada gringa y exigir el inmediato retiro de la base militar yanqui del territorio hondureño, pues han sido los militares gringos quienes han tutelado y formado a los golpistas que hoy masacran al pueblo; y de igual manera debemos denunciar el apoyo velado que el imperialismo brinda a los golpistas al mantener la cooperación económica y al ubicar en igualdad de condiciones a Micheletti y a Zelaya, tratando de forzar una negociación en términos favorables a los golpistas”.