Según Edgar Bastidas, es necesario establecer mecanismos democráticos dentro de la gestión cultural
En momentos en que los trabajadores del Teatro Teresa Carreño están en la antesala de…
En momentos en que los trabajadores del Teatro Teresa Carreño están en la antesala de un conflicto laboral, el tenor venezolano Edgar Bastidas se comunicó con el equipo de Laclase.info para dar a conocer su postura crítica frente a la gestión de este centro cultural, en lo que se refiere a la actividad operística desarrollada en el teatro caraqueño.
«Luego de realizar estudios en el Conservatorio Tchaikovsky, de Moscú, uno de los más prestigiosos por su alta calidad académica en el ámbito de la música clásica, he obtenido la experiencia y las credenciales con las que puedo aspirar legítimamente a servirle a mi país como profesional de alto desempeño. Sin embargo, esto no ha sido posible, por el simple hecho de no pertenecer a las roscas que operan dentro de instituciones como el Teatro Teresa Carreño.»
Denuncia Bastidas que en esta institución «las escogencias se hacen en secreto, a puerta cerrada, entre amigos, violando el derecho de los otros solistas a participar en ellas, y cuando se hacen la convocatoria para las audiciones en la página del teatro, se hacen uno o dos días antes de la misma para que nadie se entere. Si músicos que no forman parte del grupo favorecido por la dirección artística del Teatro llegan a audicionar, los criterios de selección no son transparentes. En otras ocasiones, se favorece la invitación, altamente onerosa para el país, de solistas extranjeros, marginando a los artistas nacionales».
Culmina haciendo un llamado «al nuevo Ministro del Poder Popular para la
Cultura, Héctor Soto, para que investigue esta situación, investigue de
primera mano si los solistas tienen la suficiente trayectoría y competencias para cantar en óperas. Asimismo, le pido que abra espacios de participación para los artistas de este país en la gestión cultural, que lamentablemente está viciada por el tráfico de influencias, la dedocracia y el burocratismo».