Bolivia: ¡Gran triunfo indígena y popular!

foto: Evo explica que cede a demanda indígena. Al lado su vocero, Ivan Canelas con cara de velorio

Evo Morales debió ceder obligado por la marcha indígena y la enorme movilización popular que la respalda. El viernes 21 de octubre anunció que enviará al Congreso una reforma de la ley estableciendo que «la carretera no pasará por el Tipnis». Dijo también que gobernaba «obedeciendo al pueblo». Casi resulta un chiste para explicar una decisión después de 67 días de movilización indígena, de una brutal represión policial y de las calumnias contra los marchistas que el Evo personalmente repitió durante estos dos meses. Incluso el jueves había dicho que «la embajada yanqui» estaba detrás de la movilización.
Después de la imponente multitudinaria recepción popular a la marcha indígena en La Paz el 19 de octubre, el gobierno cercó a 200 indígenas que habían establecido una vigilia en Plaza Murillo (la plaza principal frente al Palacio Quemado, Casa de Gobierno), con centenares de policías que no dejaban entrar ni comida. Incluso metió a policías con perros en la plaza para intimidar a los indígenas y que se fueran. La policía gaseó a manifestantes que exigían entrar a la plaza con alimentos para los indígenas. El jefe de policía fue destituido por negarse a acatar una orden de desalojar a los indígenas.
Si después de todo esto el gobierno cede, no es porque «obedezca al pueblo», al menos no de buena voluntad. El gobierno no obedece al pueblo, obedece a las transnacionales. Sólo «obedece al pueblo» obligado por una gran movilización. Así fue en diciembre pasado con el gasolinazo. Así fue ahora.
También anunció como gran cosa que se va a investigar la represión contra los indígenas del 25 de septiembre. Es lo mismo que ya había anunciado el 27 de septiembre. ¡Pasó casi un mes y no investigaron nada! ¡Incluso la fiscalía perdió el expediente!
Los indígenas tienen otros reclamos que están negociando con el gobierno. Además está pendiente la exigencia de castigo a los responsables de la represión en Yucumo del 25 de septiembre.
Esta movilización histórica demostró claramente que el gobierno presidido por Evo es antipopular, antiindígena y proimperialista. Que no tuvo el menor escrúpulo en mentir una y otra vez para tratar de desprestigiar la marcha indígena, y en ordenar una feroz represión.
El triunfo mostró una vez más el inmenso poder de la movilización popular unitaria.
Es la hora de unir a los distintos sectores populares, obreros e indígenas, para luchar por un plan económico al servicio de las grandes mayorías, que arranca con la agenda de octubre, la nacionalización de las riquezas básicas hidrocarburos y minería, la industrialización y la expulsión de las transnacionales, la revolución agraria con la expropiación de todos los grandes latifundios para entregarlo a campesinos sin tierra o tierra insuficiente, la defensa de los derechos indígenas sobre sus territorios reconocidos legalmente.
La oposición de derecha es repudiada por el pueblo por haber gobernado antes al servicio de los mismos intereses transnacionales para los que gobierno ahora Evo.
Para esto necesitamos una alternativa política al servicio del pueblo pobre. Los diputados indígenas rompieron con el MAS. Es hora de que ellos convoquen, junto a la Federación de Mineros que también propuso un instrumento político de los trabajadores, a las Federaciones de Maestros urbanos combativas como la de La Paz y Cochabamba, a los maestros rurales de La Paz, y a todos los sectores sindicales, populares, indígenas, campesinos que se han independizado del dominio político del MAS.
La Protesta saluda a los marchistas indígenas por esta marcha histórica y este triunfo. Junto a decenas de miles de personas les gritamos “¡Gracias hermanos indígenas!”, al entrar a La Paz. Gracias por defender los recursos naturales de Bolivia. Su constancia y determinación, sobreponiéndose a todos los obstáculos, a la calumnia y a la represión violenta, son un ejemplo para todo el pueblo boliviano. Saludamos también al pueblo que se volcó a las calles, a los niños y niñas, a los jóvenes, a los ancianos, a todos los que vimos ese día llenos de fuerza, entusiasmo abrazando a los hermanos indígenas, gritando también su indignación: “Evo decía que todo cambiaria, mentira, mentira, la misma porquería”. Saludamos a todos los que se solidarizaron, a lo largo de estos 67 días, con movilizaciones, vigilias, huelgas, a los que concurrieron desde otros departamentos a acompañar a los indígenas. Saludamos a la delegación sindical brasileña de Unidos Pra Lutar, Neide Solimoes y Eduardo Magno que también nos acompañaron solidarios en esa marcha histórica, trayéndonos todo el apoyo de los trabajadores brasileños.
La Protesta
(laprotestabolivia@gmail.com)