Desde Barcelona, España, denuncian crimen de sindicalistas de Aragua

La noche del 27 de noviembre fueron asesinados los compañeros Richard
Gallardo, presidente de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) del estado
de Aragua, Luis Hernández, dirigente de los trabajadores de la Pepsi Cola
y de la UNT de Aragua y Carlos Requena, también dirigente de la UNT de
Aragua y del movimiento nacional de Delegados de Prevención.

Luis Hernández y Richard Gallardo habían tomado parte en las elecciones
del pasado 23 de noviembre como candidatos del partido Unidad Socialista
de Izquierda (USI) para la Alcaldía de Zamora y para la Asamblea de
Diputados de Aragua.

Los compañeros habían estado participando el mismo día 27 en los
enfrentamientos de los trabajadores de la empresa láctea Alpina con la
policía, que intentaba desalojarlos de la fábrica, que habían ocupado.
Esta empresa es propiedad de capitalistas colombianos, país donde para la
patronal ya es una costumbre asesinar a los dirigentes sindicales
reivindicativos.

Richard Gallardo, Luis Hernández y Carlos Requena se han distinguido por
haber estado siempre en primera línea en las luchas obreras y populares y
por defender una Venezuela socialista, gobernada por los trabajadores.
Estamos ante un gravísimo crimen político realizado por encargo, cuya
finalidad es acabar con la organización y movilización independiente de
los trabajadores.

Semejante crimen no puede quedar impune. Si esta puerta se abriera, la
vida de muchos activistas venezolanos correría grave peligro, como en
Colombia.

Queremos expresaros nuestra solidaridad a los familiares y amigos de los
luchadores asesinados, a los compañeros de la UNT y a los de la USI.

Y junto a los sindicatos y organizaciones obreras y populares venezolanas,
pedimos al gobierno del presidente Chávez y al gobierno regional de Aragua
la inmediata investigación del crimen y el castigo ejemplar de los
culpables materiales e intelectuales. Cuenten con nuestra solidaridad.

Barcelona, 1 de diciembre de 2008

XARXA SOLIDARIA CONTRA TANCAMENTS I LA PRECARIETAT