El candidato que apuesta por el apoyo de los trabajadores

De dilatada experiencia gremial, Chirino aspira contar con el apoyo de los venezolanos para llevar a Miraflores «los verdaderos intereses de los trabajadores».

Como una opción que se distancia «de la propuesta empresarial» de Henrique Capriles Radonski y del «falso socialismo del siglo XXI» del Presidente Hugo Chávez, el dirigente sindical Orlando Chirino, con el respaldo del Partido Socialismo y Libertad (PSL), se inscribió en la contienda del 7 de octubre para «representar los intereses de los sectores populares y la clase obrera».

De dilatada experiencia gremial, Chirino nació hace 63 años en Coro y desde la década de los años 70 se involucró en las luchas de los trabajadores del sector textil en el cual laboró por muchos años. Siempre ha estado en la izquierda sindical desde donde atacó la conducción de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV). Con la llegada del presidente Hugo Chávez se unió a las corrientes sindicales que respaldaban su proyecto político y fue fundador de la Unión Nacional de Trabajadores (Unete). En 2005 impulsó la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (C-cura), corriente sindical que terminó separándose de la naciente central sindical cuando ésta fue cooptada, dividida y puesta al servicio del Estado.

En su lucha por lograr una corriente sindical autónoma y al servicio de los intereses obreros logra sumar esfuerzos con dirigentes que se distanciaron de la CTV y de Unete para crear el Frente Autónomo en Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato, (Fadess). Con esta organización se reactivaron los reclamos de los sindicatos para exigir al Gobierno el cumplimiento de la contratación colectiva y el respeto a la autonomía sindical.

Propuesta de Gobierno

Entre las propuestas de Gobierno que plasmó en el documento entregado en el CNE resaltan:

Rescatar PDVSA para que sea una empresa netamente estadal, eliminado las empresas mixtas. Que la administración recaiga bajo el control democrático de empleados, técnicos y obreros petroleros. Los recursos que son «saqueados por las trasnacionales imperialistas» serán invertidos para atacar las necesidades sociales y para apalancar el aparato productivo nacional para recuperar el empleo.

Recuperación de las empresas básicas de Guayana. Desarrollar la industria aguas abajo y procesar la materia prima para exportar los productos acabados. Sincronizar los planes de Sidor con las necesidades del país en cuanto a construcción de viviendas, escuelas, hospitales e infraestructura vial.
Aumento general de salarios y salario minino igual al valor de la canasta básica.
Creación de una comisión técnica Gobierno-Trabajadores para evaluar la inflación.

Plan Nacional contra el Desempleo e inamovilidad laboral.

Plan Nacional de obras públicas, construcción de viviendas y desarrollo agroindustrial para crear empleo.

Crear, transitoriamente, un seguro contra el desempleo igual al salario mínimo para apoyar a quienes no lograr emplearse.

Eliminar el parasitismo clientelar.

Reducción de la jornada laboral a 6 horas diarias y a 36 horas semanales.

Eliminación de la terciarización laboral pública y privada.

Eliminar el IVA y en su lugar aplicar el impuesto a las ganancias, las rentas y las grandes propiedades.

Control de precios bajo la supervisión de los trabajadores y los ciudadanos.

Incremento salarial de maestros y profesores universitarios. De igual forma, ajustar el presupuesto dedicado a la educación.

Mejorar y optimizar la red hospitalaria y aumentar los recursos destinados al sector salud.

Reforma agraria y desarrollo de la agroindustria bajo la conducción de los obreros.