La ficción socialista en la Venezuela actual
Como ya es sabido, en el siglo XIX comienza la lucha de clases ante la explotación laboral, por la Revolución Industrial; que trajo como consecuencia la formación de los movimientos sociales, derivados del proletariado industrial. Cuando Marx nos refiere sobre el socialismo científico, su planteamiento se orienta a la dominación del proletariado, sobre los medios de producción, la abolición de la clase burguesa derivada de la burocracia y la oligarquía y la creación de una nueva sociedad que no tuviera ni clases sociales ni propiedad privada. Se habla entonces, de lo que las clases económicamente dominantes desestiman como la utopía de la igualdad, negando la máxima de Jesús, es posible la hermandad porque todas y todos sois hijas e hijos de un mismo Padre, lo cual nos indica que todos somos iguales y tenemos los mismos derechos y deberes.
Como ya es sabido, en el siglo XIX comienza la lucha de clases ante la explotación laboral, por la Revolución Industrial; que trajo como consecuencia la formación de los movimientos sociales, derivados del proletariado industrial. Cuando Marx nos refiere sobre el socialismo científico, su planteamiento se orienta a la dominación del proletariado, sobre los medios de producción, la abolición de la clase burguesa derivada de la burocracia y la oligarquía y la creación de una nueva sociedad que no tuviera ni clases sociales ni propiedad privada. Se habla entonces, de lo que las clases económicamente dominantes desestiman como la utopía de la igualdad, negando la máxima de Jesús, es posible la hermandad porque todas y todos sois hijas e hijos de un mismo Padre, lo cual nos indica que todos somos iguales y tenemos los mismos derechos y deberes.
Ahora bien, la teoría socialista en su esencia, actualmente es sugestivo para la mayoría popular excluida y desatendida de sus necesidades fundamentales, es decir, como discurso seductor para llamar la atención de las masas, se convierte en una excelente herramienta ante la inconformidad popular, pero en el hecho práctico podemos observar que los privilegios de la minoría burócrata, se sobreponen ante esa utopía de la igualdad socialista, también desestimada por la nueva boliburguesía venezolana “chavista” que obstaculiza las verdaderas acciones revolucionarias.
Cuando escuchamos al Camarada Presidente Hugo Chávez, en sus diversas alocuciones y distintos espacios del mundo, sentimos ese optimismo esperanzador para seguir la lucha revolucionaria; sin embargo, cuando observamos la realidad social venezolana, específicamente, en la conducta del funcionario público al servicio del pueblo entramos en un estado de shock, que atenta contra la estabilidad emocional de las personas ante el cuento de hadas que se convierte en cuento de terror.
Si bien es cierto, mucho se ha hecho en estos once años de proceso revolucionario “socialista” que lleva una tendencia a reformismo de izquierda, ciertamente, se viene conformando y fortaleciendo un nuevo estado burgués con doctrina social al servicio de las élites comunitarias, que amparan dicho reformismo. Por supuesto, que existen personas o grupos de personas que se han beneficiado de tan mentado modelo “socialista”, y sin hablar al referirnos de los avances estadísticos del proceso.
Ahora bien, es necesario observar el nivel de compromiso con el Poder Popular de este grupo burócrata minoritario que ostentan en nombre de la revolución de cuatro (4) a treinta (30) sueldos mínimos en nombre del “socialismo; es decir, desde cuatro mil (4.000,00) a treinta mil (30.000,00) Bs mensuales; sin mencionar los burócratas que ocupan dos cargos y ganan por los dos, pero no responden por ninguno. Esa es la ficción socialista que se vive en Venezuela.
Una vez más, el sueño utópico de igualdad popular, vendido a los grandes intereses de la oligarquía, amparada de la clase pequeño burgués, totalmente desinteresada por un verdadero socialismo y vestida de rojo enconmpinchados con los blancos, los verdes, los amarillos y pare Usted de contar, en todos los escenarios. Esta tragicomedia la viene sintiendo el pueblo, cada vez, con mayor ahínco y todo tiene su límite. No debemos extrañarnos entonces de la represalia popular contra la traición del reformismo de izquierda, el llamado es evitar el salvajismo, es necesario hacer revolución y no debemos dañar nuestra historia, es necesario el empoderamiento popular de las instituciones del estado para ir hacia el verdadero socialismo.
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