La huelga de hambre bolivariana

Los tiempos en que el camarada Chávez alardeaba con reducir los niveles de pobreza y así cumplir de este modo con los objetivos del milenio, cada vez son más distantes de la realidad. Esto lo digo porque no me canso de leer y releer un documento que me hizo llegar el Bloque de Cooperativas Socialistas del Estado Zulia, dirigido al Coronel Francisco Mota, Jefe de la Comisión Presidencial para la Región Guajira, donde dan cuenta del gran fraude nutricional que lleva acabo el Ministerio del Poder Popular para la Educación en las Escuelas Bolivarianas y Simoncitos del Zulia.

Señala el documento que ya van más de tres meses los que llevan sin comer los niños en las Escuelas Bolivarianas del Estado Zulia y del país; y esto debido a que después de nueve años de estar cumpliendo con los lineamientos establecidos para la ejecución del programa alimentario, el gobierno en su afán centralista resolvió en el mes de Marzo del 2009 disponer de los pagos a los proveedores y madres procesadoras, desde la oficina administrativa nacional del Programa Alimentario Escolar Bolivariano (PAEB) con sede en Caracas, causándole un grave daño a la ejecución de dicho plan.

Las madres procesadoras y los cooperativistas que surten a los comedores de las escuelas y simoncitos, han denunciado que de acuerdo con los requerimientos nutricionales que el propio programa alimentario exige; los niños que acuden a estos centros educativos están siendo sometidos a un masivo fraude nutricional, ya que dicho programa debería suministrar diariamente una alimentación balanceada y aportar el 75% de las necesidades nutricionales. Ahora bien, el PAEB ha calculado el costo unitario por niño, en su alimentación diaria para sus tres servicios de desayuno, almuerzo y merienda, por la insólita cantidad de cinco bolívares. Saquen ustedes la cuenta de lo que podrán estar comiendo estos infantes, cuando una arepa bolivariana cuesta la irrisoria cantidad de ocho bolívares.

Según el documento citado, en el año 2009 la Asamblea Nacional le aprobó al gobierno un Crédito Adicional por Bs. 1.253.236.000 a favor del PAEB, esto con el fin de buscarle una solución al retraso en los pagos. Este dinero fue depositado en un fideicomiso en el Banco de Venezuela para ser manejado directamente por el MPPE; pero lo que se suponía era la solución se convirtió en un problema mayor, ya que a partir de ese momento se agudizó el retraso en los pagos, lo que provocó el cese de ese programa en varias oportunidades; de hecho, durante el 2010 los cooperativistas que garantizan el suministro de los alimentos a los colegios, apenas pudieron cumplir con el 50% de los despachos de alimentos que debían realizar.

Es lamentable que este programa bandera del gobierno haya devenido en un gigantesco caos administrativo, que lo mantiene hoy paralizado. Al respecto la mismísima Viceministra de Educación, Trina Manrique, reconoce el caos administrativo en que ha incurrido el PAEB, pero pretende lavarle la cara a semejantes desaguisados con un “No niego que se hubieran podido producir ciertas incongruencias en la aplicación del programa, pero ya se están haciendo los correctivos correspondientes”.

Cuantas Escuelas Bolivarianas existen, cuantos Simoncitos habrá puesto a funcionar el comandante en sus diez años de gestión, cuantos niños acuden a esos colegios en medio de una huelga de hambre “bolivariana” y silente, impuesta desde hace meses por el despelote administrativo de unos funcionarios masca chicles, corruptos y sin ninguna valía por el futuro de nuestra patria. Alguien debe responder por este crimen y estos delitos. Tiene usted la palabra comandante, la mesa está servida.