A Mitsubishi le tiene sin cuidado la orden de reapertura dictada por el Mintrass

En una actitud que recuerda la máxima colonial del «se acata pero no se cumple», mediante el cual los blancos criollos reconocían la autoridad monárquica pero no la obedecían, la empresa MMC Automotriz S.A. (Mitsubishi) difundió un comunicado en el que asegura que mantendrá la decisión de cierre de su planta ubicada en Barcelona, Anzoátegui.

Cínicamente, la directiva «reitera su disposición a colaborar con las instituciones gubernamentales y a participar en los procedimientos conciliatorios que la Ley dispone para estos casos», según reseña la oficial ABN. Lo que omiten es que precisamente la empresa violó todas las disposiciones legales al cerrar intempestivamente la planta, y continúa violándolas al negarse a reabrirla.

La directiva de la transnacional japonesa se benefició recientemente de la represión ejercida el 29 de enero contra una huelga de trabajadores, así como se lucró también con la mediación del Mintrass en el mes de marzo, con la cual, bajo la amenaza de declarar ilegal la huelga y militarizarla, se presionó al sindicato para aceptar un acuerdo impulsado por el gobierno y los patronos. Ahora el gobierno se muestra dócil ante las maniobras con las que la empresa pretende extorsionar a los trabajadores y desconocer al sindicato.

ABN reseña que «este miércoles la Inspectoría del Trabajo de Barcelona, estado Anzoátegui, notificó y ordenó a la empresa Mitsubishi la reapertura de las instalaciones y el reinicio de las actividades productivas, declarando ilegal el paro unilateral adoptado por los patronos el pasado lunes 24 de agosto», sin embargo la empresa ha declarado abiertamente que no acatará la medida.