Reeligen a fascista como presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana
La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), reeligió este 9 de enero al arzobispo de Maracaibo, Ubaldo Santana, como su presidente, al tiempo que eligió a Baltasar Porras como primer vicepresidente. Roberto Lückert, como segundo vicepresidente y Jesús González de Sárate como secretario, también fueron reelectos en la directiva eclesiástica.
Ubaldo Santana posee una amplia trayectoria política dentro de las filas del fascismo venezolano. El 12 de abril de 2002, consumado el golpe militar, el arzobispo de Maracaibo declaró al diario La Verdad que «el episcopado está dispuesto a prestar toda su colaboración en asesorías… a la junta de gobierno», durante una rueda de prensa ofrecida por el gobernador del Zulia, Manuel Rosales, y un grupo de militares y civiles comprometidos en el golpe.
La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), reeligió este 9 de enero al arzobispo de Maracaibo, Ubaldo Santana, como su presidente, al tiempo que eligió a Baltasar Porras como primer vicepresidente. Roberto Lückert, como segundo vicepresidente y Jesús González de Sárate como secretario, también fueron reelectos en la directiva eclesiástica.
Ubaldo Santana posee una amplia trayectoria política dentro de las filas del fascismo venezolano. El 12 de abril de 2002, consumado el golpe militar, el arzobispo de Maracaibo declaró al diario La Verdad que «el episcopado está dispuesto a prestar toda su colaboración en asesorías… a la junta de gobierno», durante una rueda de prensa ofrecida por el gobernador del Zulia, Manuel Rosales, y un grupo de militares y civiles comprometidos en el golpe.
Contrastando con sus antecedentes golpistas, y como fiel expresión de los pactos entre el gobierno y amplios sectores de la burguesía, Santana declaró dos días antes de su reelección que el «socialismo del siglo XXI» puede suponer una «buena y efectiva respuesta para la población del país que necesita, sin duda, superar los esquemas neoliberales y capitalistas que han causado tanta pobreza en Venezuela y América Latina». Esta declaración refleja la confianza que la burguesía tiene en que el proyecto político del gobierno no compromete sus intereses.
Reforzando la línea ultraderechista de la CEV, el arzobispo de Coro, Roberto Lückert declaró luego de su reelección que «el problema económico… va a ser más grave para el año que viene porque los reales van a menguar y, por supuesto, ya no vamos a tener tanto dinero para regalar, que es lo que este gobierno ha hecho durante estos diez años».
Por su parte, Baltasar Porras, quien también estuvo presente en la ceremonia fascista en la que se presentó el decreto de Carmona, puso de relieve su filiación reaccionaria, al realizar gestiones a favor del asilo diplomático que la Nunciatura Apostólica concedió al prófugo Nixon Moreno, un ex líder estudiantil derechista acusado de homicidio en grado de frustración, y actos lascivos en cálidad de cómplice.
Según reseñó el diario El Nacional, al ser interrogados los miembros de la directiva de la CEV acerca de la situación en la Franja de Gaza, se limitaron a responder que esperan que se logren acuerdos de paz pronto, pues a su juicio «es grave que se utilicen mujeres y niños inocentes como escudos humanos». De esta manera, la directiva de la CEV apela explícitamente a la propaganda sionista, que responsabiliza de su propia muerte a los civiles palestinos que están siendo masacrados por el ejército fascista de Israel. Actualmente Israel perpetra una matanza sistemática de civiles en la Franja de Gaza, sin escatimar en el bombardeo de escuelas, farmacias, ambulancias, y otros objetivos civiles, asesinando más de 700 civiles hasta el momento.
