Repudiamos los ataques de Diosdado Cabello contra sindicalistas y defensores de DDHH
Por: Partido Socialismo y Libertad (PSL)
El presidente de la Asamblea Nacional y vicepresidente del Psuv, Diosdado Cabello, ha venido empleando su programa televisivo «Con el mazo dando», desde el inicio de sus transmisiones en febrero del 2014, para estigmatizar como “golpista” o “conspiradora” a toda oposición política y social al gobierno del presidente Maduro, e incluso para atacar a quienes desde el propio chavismo realizan críticas al gobierno. Recientemente ha enfilado sus señalamientos contra sindicalistas y defensores de derechos humanos. En la edición del 10 de marzo, Cabello nombró a Marcela Máspero, Orlando Chirino y María Esperanza Hermida entre los sindicalistas presentes en la presentación pública de un informe sobre conflictividad laboral realizado por el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, organización que sistematiza y publica desde hace varios años estadísticas sobre las protestas reivindicativas en nuestro país. Cabello destacó la presencia en la presentación de dicho informe de una representante de la embajada de los EEUU. Posteriormente, la noche del 18 de marzo, Cabello mencionó a Hermida, quien como miembro de la organización de defensa de DDHH Provea asistirá a la Cumbre de las Américas en Panamá, y acusó a los activistas que viajarán a Panamá de reunirse con la embajada yanqui.
Nuestra organización tiene una posición muy clara de repudio a toda injerencia del imperialismo en nuestro país. Repudiamos las medidas injerencistas recientemente aprobadas por el gobierno de Obama, y siempre hemos denunciado el financiamiento de sectores de la derecha política mediante mecanismos como la NED o la USAID. Tajantemente repudiamos la intención del presidente de la Asamblea Nacional de relacionar a dirigentes de nuestra organización como Orlando Chirino con las actividades de los funcionarios de la embajada yanqui en nuestro país. El gobierno venezolano tiene el legítimo derecho a restringir las actividades del personal diplomático en su territorio o de expulsarlos, lo que no corresponde es criminalizar a ciudadanas y ciudadanos venezolanos por coincidir en un evento público, incluso reseñado por la prensa, con representantes de gobiernos extranjeros.
Está absolutamente claro que asistir a la presentación de un informe público sobre la conflictividad social en el país no constituye ningún delito, sin embargo los señalamientos de Cabello pretenden darle un carácter distinto al que tuvo la actividad e incriminar a los asistentes en algún tipo de confabulación proimperialista. Sirviéndose de estas insinuaciones calumniosas, burócratas sindicales del Psuv que dirigen el sindicato de la transnacional automotriz Chrysler han atacado a los compañeros de nuestra corriente sindical, distribuyendo un volante en el que aseguran que la corriente sindical C-cura quiere derrocar al gobierno de la mano del gobierno yanqui. Responsabilizamos a Cabello por cualquier agresión que puedan sufrir nuestros compañeros como consecuencia de sus señalamientos, por parte de la burocracia sindical o de simpatizantes del gobierno.
Para realizar las acusaciones en su programa, a las que denomina «mazazos», Cabello se apoya en una figura ilegal, cual es la de informantes anónimos denominados «patriotas cooperantes». Tras esta figura hay un conjunto de dispositivos ilegales de espionaje de la disidencia política, de activistas del movimiento obrero, campesino, estudiantil, e indígena. El seguimiento, la intervención de conversaciones telefónicas, entre otros, y la posterior exposición a través del programa de Cabello de detalles de la vida personal de las personas vigiladas, se enmarcan en una política de abierto amedrentamiento. Obviamente, no existe el derecho a réplica en el programa de Cabello, quien emplea el fuero parlamentario para actuar con total impunidad. Repudiamos los métodos y el contenido de dicho programa y dejamos claro que no nos intimidará a la hora de continuar denunciando las componendas del gobierno de Maduro con las empresas transnacionales imperialistas que en el sector petrolero, automotriz, el de los alimentos y otros rubros, se benefician de las políticas entreguistas oficiales. De igual forma, nos sumamos a las voces que exigen la eliminación de la figura de los «patriotas cooperantes», por su contenido antidemocrático y persecutorio.