Sicariato ganadero asesina a tres indígenas yukpa

Caracas, 23 de junio.- Nuevamente la falta de voluntad política del gobierno nacional para honrar los derechos indígenas establecidos en la Constitución, particularmente el derecho al territorio, se traduce en hechos de sangre y en ataques al pueblo yukpa de la Sierra de Perijá, en el estado Zulia. Los activistas de la organización para la defensa de los derechos de los pueblos indígenas, Sociedad Homo et Natura, denuncian que tres indígenas yukpa fueron secuestrados hoy en horas de la madrugada por sicarios provenientes de Colombia, y posteriormente asesinados. Las víctimas mortales son José Luis Fernández Fernández y Leonel Romero, y el ex preso político indígena Alexander Fernández Fernández, quien fue encarcelado por el gobierno en el año 2009.

Se trata de un nuevo ataque armado contra las comunidades yukpa que pelean por territorio, y fue perpetrado en la misma localidad en la que sicarios asesinaron a dos jóvenes yukpa e hirieron a dos más con armas de fuego, el 19 de diciembre del año pasado. El gobierno no ha investigado el hecho ni llevado ante la justicia a los autores de estos crímenes, cubriendo con un manto de impunidad a los asesinos.

El Parcelamiento Las Flores, enclavado en el territorio ancestral yukpa, fue el escenario en el que se perpetraron estos crímenes, obra de la acción conjunta de ganaderos, parceleros y sicarios, en una situación que se agrava con el tiempo debido a la política del gobierno nacional de negar el derecho a la autodemarcación territorial indígena.

Grupos armados al servicio de los ganaderos han amenazado de muerte también al hijo del cacique yukpa Sabino Romero, conocido por su rol protagónico en defensa del derecho al territorio y por esa razón convertido en preso político en el año 2009. Sabino Romero compartió la persecución política y la cárcel en aquel entonces con Alexander Fernández, una de las víctimas de hoy.

Los ganaderos han desarrollado una campaña racista a través de la prensa, la radio y las televisoras regionales, incitando al odio contra los pueblos indígenas de Perijá, y culpándolos por los hechos delictivos que se presentan en la zona, peparando de esa manera las atentados violentos contra las comunidades yukpa. Las acciones de los cuerpos represivos y el aparato judicial suelen ir de la mano con los intereses ganaderos en la zona.