Utilizar criterios objetivos en la negociación colectiva

En la negociación tradicional de Venezuela, las partes discuten los contratos colectivos de trabajo bajo un esquema rígido donde cada parte establece previamente una posición y presiona a la otra parte para que ceda. Por esta vía se llega a firmar contratos en condiciones que no son justas ni satisfactorias para la parte que es obligada a aceptar algo con lo que no está de acuerdo o, lo que es peor, la negociación pasa a desarrollarse bajo procedimientos de confrontación o conflicto, sea encubierto como en el caso de una operación morrocoy o de conflicto abierto como en los paros intempestivos o las huelgas.

Un conflicto laboral puede significar para una de las partes correr un riesgo muy alto comparado con el beneficio resultante para quien emprende ese camino. Los conflictos laborales, en mi opinión, pueden evitarse en la mayoría de los casos. Y la metodología de la negociación moderna actualmente utilizada para toda clase de arreglo de diferencias o conflictos entre personas, familias o naciones nos aporta como unos de sus principios el de utilizar criterios objetivos, independientes de la voluntad de las partes, para buscar una solución justa de esas diferencias o conflictos personales, intrafamiliares, comunales, nacionales o internacionales.

Dependiendo del tema, nos dicen Fisher, Ury y Patton, puede Usted querer que el acuerdo se base en el valor de mercado, un precedente, juicio científico, criterios profesionales, eficiencia, costes, lo que un tribunal decidiría, criterios morales, tratamiento equitativo, tradición, reciprocidad, etc. Los criterios objetivos necesitan ser, como mínimo, independientes de la voluntad de las partes (ver el libro: Obtenga el SI, el Arte de Negociar Sin Ceder)

Estos criterios objetivos se pueden utilizar en la negociación colectiva como forma de legitimar o argumentar las propuestas de solución que propongamos en la mesa de diálogo. Se trata de razonar tanto lo que decimos como los que nos diga la otra parte. Abrirse al diálogo. Los criterios objetivos, además, pueden utilizarse de manera conjunta mediante un acuerdo de las partes.

En mi experiencia, los empleadores tienen a proponer los ajustes salariales alrededor de la inflación esperada para los años de vigencia del convenio. A fin de fijar los mínimos salariales aceptables, como asesor de sindicatos, recomiendo partir de la inflación acumulada en el renglón de alimentos (IPC, Banco Central de Venezuela) durante los años en que estuvo vigente el convenio anterior (2 o 3 años) teniendo en cuenta que entre el 80 al 90 % del ingreso dinerario mensual del trabajador es usado para el consumo de alimentos del núcleo familiar.

No debemos ceder a la presión, sino a la razón. Se trata de tener siempre una propuesta justa y de mutua conveniencia basada en criterios lo más objetivos posibles.

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