¿Guerra económica o capitalismo rentístico?

La situación política, económica y social venezolana no es fácil, por lo menos para los que vivimos de un salario, es decir para la mayoría.

La situación política, económica y social venezolana no es fácil, por lo menos para los que vivimos de un salario, es decir para la mayoría. La inflación acumulada del año en curso hasta octubre según cifras del BCV[1] es de 45,8%. Lo más probable es que se supere el 50% al finalizar el 2013. Esto sin duda nos golpea el salario real.

Ahora bien, ¿Qué está pasando? ¿Nos ha declarado la burguesía realmente una guerra económica? El gobierno ha anunciado que desde hace meses la burguesía criolla le ha declarado una guerra silenciosa al pueblo venezolano por la vía de la especulación y el acaparamiento. Fenómenos que nadie puede ocultar y que nadie duda en reconocer, ni el gobierno ni la derecha. La diferencia está en dilucidar qué es causa y qué es consecuencia. ¿Quién es el culpable de estos males? Por supuesto que la burguesía, pero ¿por medio de una “guerra económica”? La respuesta es no.

Debemos recordar que vivimos en una sociedad capitalista, y los capitalistas no tienen otro interés que producir (o comprar y revender) para generar una ganancia. Ésta es su elixir, sin esto no pueden vivir. Así de simple. Su comportamiento, su leiv motiv, está guiado por la búsqueda incesante e insaciable de ganancias.

En Venezuela la burguesía apenas genera el 2,7% de las divisas que entran al país, es decir el 97,3%, la inmensa mayoría las obtiene el estado venezolano, 94,4%[2] a través de la renta petrolera. Y dado que somos una economía rentista por espacio de casi un siglo, tenemos un escaso y atrasado aparato industrial, que trae como consecuencia que importemos buena parte de lo que consumimos.

Para importar se necesitan divisas las cuales distribuye el estado a través de CADIVI, y que no ha escapado de la corrupción y burocracia, de hecho el presidente Maduro fustigó contundentemente contra dicho ente en su intervención en la AN señalando que el desempeño de CADIVI deja mucho que desear[3]. Por diversas irregularidades, como las mencionadas anteriormente, se crea el mercado paralelo de divisas. La diferencia es tal que hoy día el dólar negro es más de 8 veces el valor de la tasa oficial, por encima de los 50 $. Es decir si yo tengo 100 dólares obtenidos a 6,30 Bs y los vendo en el mercado negro obtendré una ganancia de 4570 Bs, es decir una rentabilidad de 725%.

Cuando un capitalista quiere invertir en un negocio compara la rentabilidad de cualquier proyecto con la tasa de interés que le ofrezca un banco, las tasas pasivas según el BCV son de 14,5%. La lógica es que si el negocio es mayor que dicha tasa el burgués invierte allí. También evalúan la inflación, puesto que si la tasa de ganancia es menor a ésta no invierten. En un país como el nuestro –con una de las inflaciones más elevadas del mundo- no se puede esperar que los capitalistas aspiren a tasa de ganancias del 20% cuando la inflación por lo menos este año ya ha superado el 45%. En fin en Venezuela comerciar con los dólares es 50 veces más rentable que dejar la plata en el banco. El negocio más lucrativo desde hace algunos años es la reventa de divisas. Obtener un cupo CADIVI, así sea fantasma la empresa o de maletín, y luego irse al paralelo para saciarse con tasas de 400, 500, 600 y 700%.

Por lo tanto el interés del burgués, ya no es traer la mercancía o los insumos para producir acá, sino quedarse con los dólares y venderlos. Por esto es que estamos viviendo problemas de escasez desde hace unos años. A los burgueses no les interesa si el país se está desarrollando o no, ni satisfacer la demanda de los venezolanos, así sus voceros de la MUD chillen y digan lo contrario. Lo que realmente les interesa es incrementar sus ganancias, y si el dólar paralelo, obtenido vía cupo CADIVI-importaciones fraudulentas (ver trabajo de Manuel Sutherland[4]) es el negocio que genera más rentabilidad, hacia allí se dirigirá todo su capital.

Es esta dinámica concreta en Venezuela la que ha estado generando la inflación, especulación y escasez que padecemos. Por ende es falso pensar que es una inflación inducida producto de un plan maquiavélico, o que los capitalistas venezolanos son unos avaros (¿qué capitalistas no?). Es la acumulación característica de capital en Venezuela con las condiciones que genera el control de cambios sin medidas conexas lo que nos está asfixiando, mientras los burgueses con los bolsillos llenos. Por lo tanto la especulación, escasez e inflación no es causa de la guerra económica sino consecuencia del patrón coyuntural de acumulación de capital de la burguesía criolla de estos últimos años. El “cadivismo”, como lo ha venido denunciando el gobierno no es sino esto. No es en el plano de los valores (amor al dinero, egoísmo) sino en el plano material donde debemos buscar las respuestas. Si hiciéramos un trueque entre los burgueses venezolanos por los noruegos, los criollos se adaptarían a tasas de ganancia menores del mar del norte y los escandinavos por su parte se volverían unos verdaderos chupasangres aquí con el dólar negro.

Ante esta realidad, en donde el gobierno le subsidia el dólar a los burgueses para que hagan negocios sin el más mínimo esfuerzo ¿Qué debemos hacer? ¿Qué debemos proponer? Víctor Álvarez, investigador del CIM y ex ministro de Industrias Básicas, propone una tasa de cambio dinámica, es decir que se vaya devaluando la moneda periódicamente[5] y no súbitamente como sucedió cuando se pasó de 2,15 a 4,30 Bs/U$ y luego de 4,30 a 6,30 Bs/U$. Su propuesta no supone un levantamiento del control de cambio pero sí “ajustes” más frecuentes que vayan contrarrestando la sobrevaluación del bolívar frente el dólar para desestimular las importaciones y estimular la producción nacional. Sin embargo es dudoso que dichos “ajustes cambiarios” dinámicos no supongan para los capitalistas aumentar los precios de sus productos, por ende, mas inflación. Por otra parte está la propuesta de mantener el control de cambio y dar un paso más. Esto sería estatizar el comercio exterior, (ver una propuesta desarrollada al respecto[6]). Si el estado genera el 98% de los dólares que entran a este país ¿por qué hay que dárselos a los burgueses para que se hagan más ricos? Para ser consecuentes es el estado quien debe monopolizar las importaciones. No entregar un dólar más a los capitalistas y que sea el estado quien importe los bienes que requiere la población, tanto de consumo como medios de producción. Esto supone un golpe mortal al negocio de las divisas, poniendo freno a la espiral inflacionaria producto de etiquetar cada dos por tres las mercancías según los vaivenes del paralelo (al alza).

Venezuela requiere de una industrialización urgente, cuestión que no es sencilla y que no es primera vez que se plantea, desde principios de siglo XX ya varios lo han señalado. Sin embargo lo que sí está claro es que la burguesía no va a desarrollar al país puesto que la acumulación rentística es la vía de incrementar sus ganancias. No porque es “apátrida” o “entreguista” sencillamente porque su patria es el capital y la vía más fácil de acrecentarlo es succionando improductivamente la renta petrolera en detrimento de la producción nacional.

La revolución socialista requiere desarrollar las fuerzas productivas, la burguesía venezolana no es para nada competitiva a nivel mundial, lo que implica que no va a desarrollar dichas fuerzas para los que plantean una supuesta alianza con ella en aras de la “liberación nacional”. Un siglo es más que suficiente como evidencia de esta incapacidad. La acumulación capitalista se realiza a nivel mundial y la burguesía criolla no juega un papel significativo, a diferencia del estado venezolano gracias a la estatal petrolera que se ubica entre las 500 empresas con mayores ingresos a nivel mundial en el puesto 38[7], de resto ninguna es venezolana. En fin, el potencial que nos da la renta petrolera no debe seguir siendo derrochado entregándoselo a la burguesía sino invertido en un plan industrializador intensivo en capital, con tecnología de punta, altamente concentrado y centralizado.

Un buen inicio, no solo para superar la crisis económica que atravesamos sino para poner en marcha tan ansiado y necesario plan, sería hacer valer el control de cambio –esto es evitando la fuga de capitales- por la vía de la nacionalización del comercio exterior. La verdadera guerra económica que sufrimos es consecuencia de la guerra entre los capitalistas por apropiarse de la renta petrolera. La forma de ganarla no es con acciones punitivas y fiscalizadoras que pretenden ponerle limite a la avara conducta especuladora de la burguesía criolla -que sólo significan una bocanada de aire para quien está siendo estrangulado-, sino yendo a la raíz del problema: controlando efectivamente la renta petrolera por la vía de un plan de industrialización teniendo como paso previo el cese de entrega de divisas a la burguesía una vez estatizadas las importaciones.

Queda por analizar cuando se tengan más destalles en qué consistirán el Centro Nacional del Comercio Exterior y la Corporación Nacional de Comercio Exterior que el gobierno ha anunciado en crear, puesto que lo que se ha manifestado es que fungirán como espacios de coordinación entre las empresas públicas y privadas para las importaciones mas no como una estatización absoluta del comercio exterior, es decir, lo que no se sabe aún es si los burgueses seguirán recibiendo dólares subsidiados.

luislozada21@gmail.com

@21luisalberto

[1] Índice Nacional de Precios al Consumidor: http://www.bcv.org.ve/

[2] Exportaciones e importaciones de Bienes y Servicios en la sección Balanza de pagos y otros indicadores del sector externo: http://www.bcv.org.ve/c2/indicadores.asp

[3] Presidente Nicolás Maduro en la Asamblea Nacional: http://www.aporrea.org/actualidad/n237699.html

[4] Sutherland, Manuel. (2013). Estatizar el comercio exterior es frenar las importaciones fraudulentas, la inflación y la próxima devaluación: http://www.alemcifo.org/uploads/3/2/3/7/3237202/pdf_importaciones_ceui_web_large.pdf

[5] Álvarez, Víctor. (2013). Como curar el cadivismo: http://victoralvarezrodriguez.blogspot.com/2013/10/como-curar-el-cadivismo.html

[6] Idem a 4

[7] 500 empresas más grandes del mundo según la revista Fortune 500: http://money.cnn.com/magazines/fortune/global500/2013/full_list/?iid=G500_sp_full

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