A 164 años de la partida de Flora Tristán
El feminismo de Flora Tristán es de raíz ilustrada, presupone por tanto unas reivindicaciones y un proyecto político que sólo pueden articularse a partir de la idea de que todos los seres humanos nacen libres, iguales y con los mismos derechos, pero toma cuerpo en el periodo inmediatamente posterior a la Revolución Francesa, a una derrota amarga, y seguramente inesperada del feminismo.
El feminismo de Flora Tristán es de raíz ilustrada, presupone por tanto unas reivindicaciones y un proyecto político que sólo pueden articularse a partir de la idea de que todos los seres humanos nacen libres, iguales y con los mismos derechos, pero toma cuerpo en el periodo inmediatamente posterior a la Revolución Francesa, a una derrota amarga, y seguramente inesperada del feminismo.
Tras ella, las mujeres no podían subir a la tribuna pero si al cadalso. Manteniendo la continuidad con el pensamiento de autoras anteriores (Mary Wollstonecraft, entre otras), Tristán imprime a su feminismo un giro de clase que en el futuro daría lugar al feminismo marxista.
Al tiempo, se emparentaba con las corrientes críticas a las que se ha denominado «socialismo utópico», pero teorizando ya la necesidad de una Unión Obrera, de un partido obrero. parece claro que muchos de sus planteamientos (feministas y socialistas) carecen todavía de respuesta y que el matrimonio entre el feminismo y el marxismo puede haber tenido una convivencia poco afortunada, pero las ideas de Tristán siguen siendo necesarias para entender y transformar el mundo en el que vivimos y pensamos.
Han sido sus tesis feministas las que han garantizado a Flora Tristán un puesto en la historia del pensamiento. «Todas las desgracias del mundo provienen del olvido y el desprecio que hasta hoy se ha hecho de los derechos naturales e imprescriptibles del ser mujer» escribió en 1843 en su obra más conocida «Unión Obrera». Esta mujer autodidacta, nacida en París en 1803 tuvo una vida intensa y azarosa hasta morir en Burdeos en 1844. Criada en la abundancia en los primeros años de su vida, pasó a la pobreza más extrema, sufrió malos tratos tanto físicos como psíquicos por parte de su marido, se rebeló ante el sistema patriarcal de la Francia de entonces e intentó y consiguió ser una mujer libre e independiente, en una época en la que los pilares del código napoleónico prescribían la eterna minoría de edad de la mujer casada. Su lucha incesante por conseguir una sociedad más justa e igualitaria ha quedado intensamente plasmada en su obra. Así, entre otras, en Peregrinaciones de una Paria (1883) denuncia las distintas manfiestaciones de exclusión social de la sociedad de Arequipa; en Paseos en Londres (1840) realiza una de las primeras y más duras descripciones de los desheredados británicos (los «proletarios» en el lenguaje de Tristán). Escribió entonces «la esclavitud no es a mis ojos el más grande de los infortunios humanos desde que conozco el proletariado inglés». su compromiso con los movimientos obreros y feministas propiciaron la aparición de Unión Obrera.
Nació en Le Voleur, Francia, el 7 de abril de 1803. Sus padres fueron, el peruano arequipeño Mariano Tristán y Moscoso y la francesa Teresa Lausnay.
Sus contemporáneos la consideraron una excéntrica y el poder establecido “una sediciosa”. Toda su vida estuvo marcada con ese sello. Bella, elegante y subversiva cuando las mujeres aún no se asomaban a la vida pública, vivió casi dos siglos adelantada a su tiempo. Nacida en el seno de una familia acomodada de orígen peruano, asumió posiciones y conductas que aún hoy provocan sobresaltos. La hermosísima Flora fué un ídolo de los obreros y su muerte en Burdeos en 1844, dió lugar a manifestaciones populares. En el cementerio de esa ciudad hay un modesto monumento levantado con el aporte de los trabajadores franceses.
Flora Tristán (1803-1844) llega al mundo con el siglo XIX como un símbolo emblemático de las luchas de las mujeres y de la clase obrera que años mas tarde serían protagonizadas por históricas movilizaciones de masas. No asistía a dilettantes círculos intelectuales sino que fue una consecuente activista: participó en luchas reales y concretas que la llevaron a sufrir todo tipo de dificultades, contratiempos y persecuciones. Escribió varios libros de diverso género y tuvo ideas “marxistas” antes de Marx quien más tarde afirmó que ella había sido “una precursora de altos y nobles ideales”.
La oposición que encontró a su lucha por los derechos de la mujer y los trabajadores fue lo que la llevó a decir: «Tengo a casi todo el mundo en contra mío. Los hombres, porque pido la emancipación de la mujer, los propietarios porque reclamó la emancipación de los asalariados.»
Flora fue, sin duda, una de las primeras en plantear la necesidad de una internacional proletaria, diez años antes que Marx y veinte años antes de que se fundara la I º Internacional. Flora no disocia la causa de la mujer de la de toda la clase obrera. Se dirige, por tanto, al proletariado para que libere a las mujeres de su esclavitud milenaria, al mismo tiempo que se libera a sí mismo de la opresión social que padece.
Socialista, gran luchadora por los derechos de las mujeres y del proletariado, publica en 1843 «Unión Obrera», donde propone la creación de una asociación de trabajadores con carácter mundial. Aboga por el divorcio y redacta un proyecto pidiendo la abolición de la pena de muerte. Ambos son luego aprobados por el congreso.
Siendo muy niña, en los primeros años del siglo XIX, los Tristán se relacionaron con Simón Rodríguez y Bolivar –20 años mayor que ella – cuando el jóven Simón pasó por París.
Y para más elementos que completan la descripción de la novela de su vida, hay que mencionar que fue la abuela materna del pintor impresionista Paul Gaugin, quien no la conoció por haber muerto cuatro años antes de su nacimiento, el 7 de junio de 1848. De manera que lo poco que sabía sobre esa “curiosa mujer” era lo que su madre, Aline Tristán, le había contado. Así se enteraría que cuando él nació, los obreros de Burdeos inauguraron un mausoleo a su abuela.