17 enero, 2025

1ero. de mayo: Llamamos a apoyar las luchas de los trabajadores

Este primero de mayo, los trabajadores venezolanos conmemoramos
la histórica huelga que emprendieron los trabajadores de Chicago exigiendo una jornada laboral de 8 horas. Como sabemos, los trabajadores fueron víctimas de una terrible masacre perpetrada por la policía yanqui en la plaza de Haymarket y los dirigentes obreros que encabezaron la huelga fueron condenados a muerte y ejecutados por los tribunales burgueses. A otro año de aquellos hechos que estremecieron al proletariado mundial, honramos la memoria de los mártires de la mejor manera que conocemos: movilizándonos en defensa de nuestros derechos y por la emancipación de la clase trabajadora. 125 años después de las jornadas de Chicago, los trabajadores venezolanos reafirmamos que la lucha sigue.

Este primero de mayo, los trabajadores venezolanos conmemoramos
la histórica huelga que emprendieron los trabajadores de Chicago exigiendo una jornada laboral de 8 horas. Como sabemos, los trabajadores fueron víctimas de una terrible masacre perpetrada por la policía yanqui en la plaza de Haymarket y los dirigentes obreros que encabezaron la huelga fueron condenados a muerte y ejecutados por los tribunales burgueses. A otro año de aquellos hechos que estremecieron al proletariado mundial, honramos la memoria de los mártires de la mejor manera que conocemos: movilizándonos en defensa de nuestros derechos y por la emancipación de la clase trabajadora. 125 años después de las jornadas de Chicago, los trabajadores venezolanos reafirmamos que la lucha sigue.

La rebeldía popular en ascenso

Al llegar mayo, el país está convulsionado por decenas de huelgas,
miles de protestas y movilizaciones con exigencias sociales y laborales.
Sin distracciones electorales en el horizonte, luego de septiembre
ha venido cobrando fuerza la agenda de las reivindicaciones
propias de los trabajadores y el pueblo: salario, respeto a las convenciones
colectivas, vivienda, servicios públicos, y contra la criminalización
de la protesta. La paciencia se agotó y dio paso al actual
clima que atraviesa al movimiento obrero y popular, de beligerancia
y disposición a salir a pelear por la conquista de nuestros derechos.
Se respira todos los días en las calles, en las fábricas, hospitales y
ofi cinas públicas, y se escucha en la voz de los miles que protestan.
Todas las cifras de organizaciones de defensa de los derechos humanos,
como Provea, refrendan este ascenso en las luchas populares,
de manera muy clara. Y no es casual, se trata de la respuesta del pueblo
y los trabajadores a una política ofi cial que descarga sobre los
hombros de los más pobres el costo de la crisis económica mundial y
sus efectos sobre Venezuela.

El falso socialismo quedó en evidencia

Congelamiento de salarios, desconocimiento de los contratos colectivos,
ataques a la libertad sindical, aumento del IVA, devaluación
monetaria del 100% y la liberación de los precios de los alimentos,
son algunas de las medidas del plan de ajuste que aplica el gobierno
nacional al pueblo trabajador, que además padece el índice infl acionario
más alto de América Latina. A esto se suma una aguda crisis
de los servicios y el desastre del sistema eléctrico nacional; la industria
petrolera se cae a pedazos por falta de inversiones por parte
de Pdvsa, y las empresas compradas por el gobierno han marcado
una pauta nefasta en lo que se refi ere a violación de los derechos de
los trabajadores. Queda claro que nuestro país no ha avanzado ni un
milímetro hacia el socialismo, sino que padecemos un capitalismo
salvaje donde, y como siempre ocurre en el capitalismo, los únicos
benefi ciados son la burguesía, incluyendo en este caso a los nuevos
ricos chavo-burgueses, y las transnacionales que saquean nuestros
recursos. Estamos ante un falso socialismo que adorna los discursos
presidenciales pero no ha traído justicia ni igualdad a la sociedad
venezolana.

La oposición patronal de la MUD no ofrece ninguna
alternativa para los trabajadores y el pueblo

Las organizaciones obreras, comunitarias, estudiantiles, así
como de campesinos e indígenas, sabemos que cuando toca salir a
pelear en la calle por el respeto a nuestros derechos, no hay nada
qué buscar en los partidos que gobernaron durante cuatro décadas
nuestro país, y que hoy se agrupan en la oposición patronal al gobierno,
sencillamente no tienen nada que decirnos. La razón es muy
sencilla: durante cuarenta años esos partidos gobernaron en contra
del pueblo, reprimieron las luchas sociales, y aplicaron duros ajustes
económicos mientras que permitían a la élite política y empresarial
enriquecerse a pasos agigantados. Si fueran gobierno, aplicarían
medidas “anticrisis” iguales o muy parecidas a las que hoy aplica el
presidente Chávez, por eso no se oponen a la liberación de los precios
de los alimentos, la devaluación, o el aumento del IVA que ejecuta el
gobierno ni convocan a la movilización para combatir esas medidas.

¿Cuál es la salida?

Ante el fracaso de la llamada IV República y la estafa del falso socialismo
con transnacionales y boliburgueses que promueve Chávez,
queda claro que es necesario levantar una alternativa política que
exprese la agenda de luchas que está en la calle hoy en día. Es necesario
construir un partido de los trabajadores y el pueblo en lucha, tal
como viene haciendo y planteando la Unidad Socialista de Izquierda
para potenciar la movilización y abrir una disputa en todos los terrenos
con los partidos que son responsables de la terrible situación que
hoy nos toca vivir. Desde la USI, con los compañeros Orlando Chirino,
José Bodas, Miguel Angel Hernández, y otros destacados luchadores,
sostenemos que hay que parar el saqueo del petróleo por parte de
las transnacionales. Este debe ser 100% venezolano, sin empresas
mixtas, y que los recursos provenientes del petróleo se utilicen para
educación, salud, viviendas y seguridad social universal para todos
los venezolanos. El salario mínimo debe ser igual a la canasta básica,
tal como reza el artículo 91 de la Constitución. Debemos parar
la criminalización de los que luchan y exigir la libertad plena para el
secretario general de Sintraferrominera, Rubén González, y el cacique
yukpa Sabino Romero; las victorias parciales obtenidas con la
excarcelación de ambos, luego de más de un año recluidos, nos confirman
que la movilización es el camino. En este sentido, la creación
del Fadess es un paso muy positivo para la unificación de las luchas
obreras y la refundación del movimiento sindical. El primero de mayo
es una jornada de protesta en la que tenemos que levantar esas banderas
y avanzar hacia una salida obrera y popular para que la crisis la
paguen los empresarios y el gobierno.

¡Por un primero de mayo autónomo y combativo!
¡Por un aumento del salario mínimo del 136%, para llevarlo de Bs. 1.223 a Bs. 2.892!
¡La liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos!

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