14 junio, 2025

29 de mayo, día de luchas: El día del trabajador tribunalicio

Por Esperanza Hermida Moreno

30 de mayo de 2025. El Día del Trabajador Tribunalicio, independientemente de que casi nadie lo recuerde, se celebra porque la Organización Nacional de Trabajadores Tribunalicios (Ontrat), especialmente Argenis Acuña, Evelin Perdomo, Jaime Ruiz, Jhonny Rondón, Wilman Orellana, Epifanía López, Rodolfo Ascanio, Domingo Arteaga, Ulises Mieres y Esperanza Hermida, lo reivindicaron, lo hicieron valer, junto con un pequeño ejército de trabajadores tribunalicios que lucharon en 1989 por la homologación de su salario con el de la Administración Pública Nacional.
El 29 de mayo de 1989 hicimos la primera marcha desde la esquina de La Bolsa, hasta la sede del extinto Consejo de la Judicatura, vino gente de todas partes del país, pagando su pasaje, su comida, sus pancartas. Nos acompañaron Carlos Melo, Vladimir Villegas, Aristóbulo Isturiz.

Llevamos un esqueleto que nos prestaron los entrenadores deportivos del IND. La Policía Metropolitana nos custodió y cuando llegamos a la esquina de Ánimas, los empleados administrativos del Consejo de la Judicatura, estaban encerrados porque los magistrados pidieron apoyo a la Guardia Nacional pues supuestamente los íbamos a agredir.

Fuimos calificados de terroristas. Ese día fue el «Lobo», el trabajador de los tribunales civiles que vivía en el 23 de enero, quien se arrechó cuando vio aquel cerco militar que cruzaba la avenida Urdaneta y empezó a gritar «No somos subversivos, ni somos delincuentes. Somos trabajadores en lucha consecuente.»

Me acuerdo que todo el mundo empezó a gritar en forma de consigna porque yo le puse ritmo a ese grito. Se acercó Carlos Tablante y Enrique Ochoa Antich, para hablar con los guardias nacionales.

De pronto, una lluvia de hojas recortadas, en miles de pedacitos, empezaron a caer desde los pisos superiores del edificio El Universal: era el saludo de los empleados administrativos que no se podían manifestar a favor nuestro.

Y después bajaron los periodistas de El Universal, entre ellos, un jovencito muy revoltoso. Era Ernesto Villegas, un pasante en ese periódico. Así la cosa, nos sentamos en el piso.

Esperamos y bajó Joselín, una asistente del magistrado Pedro Miguel Reyes. Pidió 5 personas para entrar a la reunión y yo fui entre ellas. Salimos como una hora después. Abajo nadie se movió. Con un megáfono en mano leí el acta que firmamos: logramos la homologación y nuestro reconocimiento después de una huelga que arrancó el 8 de mayo de 1989.

Por eso es que un año después, dictaron esa resolución.

Ese es el origen de la resolución. Se sabe que antes, en 1975, ese mismo día, habían sido detenidos los trabajadores de los penales que hicieron una paralización de actividades en la esquina de La Bolsa, en Caracas y nosotros, en la ONTRAT quisimos hacerles un homenaje haciendo coincidir nuestra acción con aquella anterior, predecesora.

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