A 32 años de la muerte de John Lennon, la simpatía por el trotskismo

John Lennon nació el 9 de octubre de 1940 y lo asesinaron el 8 de diciembre de 1980.

John Lennon nació el 9 de octubre de 1940 y lo asesinaron el 8 de diciembre de 1980. Se cumplen 32 años del asesinato de quien fundara la banda ícono del rock mundial The Beatles, que marcó un antes y un después en la cultura pop. Pero existe un perfil poco difundido intencionalmente sobre Lennon, sus últimos diez años de vida han representando un interesante periodo del progreso de sus ideas, a tal punto que llegó a simpatizar con el trotskismo.

El 20 de diciembre de 2006 se desclasificaron los archivos secretos de la FBI sobre Lennon, entre los que se encuentra una carta de John Edgar Hover –quién fungiera de director del FBI entre 1924 y 1972– al entonces presidente de los EEUU Richard Nixon. En esta carta se puede apreciar que la investigación sobre el Beatle tenía carácter político, de alto nivel de significación para el gobierno de Nixon. Una de las partes de la carta ilustra bien estos conceptos:
“Lennon se ha interesado por las actividades de la extrema izquierda británica y es un conocido simpatizante de los comunistas trotskistas de Inglaterra”. La frase hace referencia a la cercanía que Lennon mantenía con los activistas de la nueva izquierda de Londres y con los escritores Tariq Ali y Robin Blackburn(trotskistas), quienes le hicieron una entrevista publicada en el periódico trotskista «Red Mole» en 1970. El FBI enfatizó que los conceptos vertidos por Lennon en ese reportaje “ponían en riesgo la seguridad de Estados Unidos”.
La entrevista para “Red Mole” es por demás sugerente; John reconoce que al inicio de su carrera no tenía una postura clara respecto sus ideas, habiendo adoptado posiciones idealistas como la religión o el creer que el rock era un instrumento revolucionario que había cambiado el mundo; parte con una interesante autocrítica respecto a sus anteriores posiciones, rompiendo con mitos que las razones para su alejamiento de los Beatles fue una decisión eminentemente política, además que la influencia que hubiese recibido de su pueblo natal Liverpool, un pueblo obrero, marcó su interés y destino político.
“…Siendo de clase trabajadora, siempre me interesaron Rusia y China y todo lo que se relacionaba con la clase trabajadora, aunque estaba metido en el juego capitalista. En una época estuve tan metido en la mierda religiosa que andaba por ahí llamándome comunista cristiano, pero como dice Janov, la religión es la locura legalizada. La terapia alejó todo eso y me hizo sentir mi propio dolor…”.

El hilo de la entrevista está signada por un Lennon que expresa con claridad su cercanía con las ideas marxistas, aunque por momentos Lennon flaquea y los entrevistadores se ocupan de alentarlo. Así ocurre en el tema del rol del artista respecto la política obrera, bien Robin Blackburn plantea a Lennon que tanto cultura como política están ligados, que la burguesía usa como instrumento de opresión y que el artista comprometido con la clase obrera debe combatir con la cultura como si fuese su fusil.

Decíamos que la entrevista es reveladora porque muestra a un John Lennon que ha superado el pacifismo. En otro instante de la entrevista, en choque frontal con su mujer, muestra su convencimiento que la vía violenta es la única manera por la cual la clase obrera tome le poder, y que además es la clase obrera la que antes y después de la revolución es motor impulsor para hacer y sostener la revolución. Es interesante ver cómo la entrevista llega incluso a poner en el tapete problemas que tienen que ver con la burocratización, y el problema de qué se debe hacer para evitar ésta después de la revolución.

La entrevista que le costó al Beatle ser uno más en la lista de la cacería de brujas tiene un final revelador y la copiamos textual:
P. ¿Cómo piensas que podemos destruir el sistema capitalista aquí en Gran Bretaña, John?
R. Pienso que sólo si logramos que los trabajadores sean conscientes de la posición realmente infeliz en la que se encuentran, destruyendo el sueño que los rodea. Creen que viven en un país maravilloso, con libertad de expresión. Tienen coches y televisiones, y no quieren pensar en que puede haber algo más en la vida. Están dispuestos a que los mandamases los dirijan, a ver que a sus hijos los arruinan en la escuela. Sueñan el sueño de un ser ajeno, no es el de ellos mismos. Deberían darse cuenta de que los negros y los irlandeses son acosados y reprimidos y que ellos mismos vendrán después. En cuanto comiencen a darse cuenta de todo eso, podremos comenzar realmente a hacer algo. Los trabajadores pueden comenzar a hacerse cargo. Como dijera Marx: ‘A cada cual según su necesidad’. Pienso que funcionaría bien en este país. Pero también tendríamos que infiltrar al ejército, porque están bien entrenados para matarnos a todos. Tenemos que comenzar todo esto desde el hecho de que nosotros mismos somos los oprimidos. Pienso que es falso, frívolo, dar a otros cuando tu propia necesidad es grande. La idea no es reconfortar a la gente, no es hacer que se sienta mejor, sino que se sienta peor, que se le muestren constantemente las degradaciones y humillaciones que sufre para conseguir lo que llaman un salario vital.
Si bien no se sabe si llegó a militar, las aproximaciones que tuvo este artista al marxismo nos parecen interesantes y dignas de analizarse y debatir.

La entrevista completa se puede leer en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=24226

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