Cumanacoa: Descontento por la forma en que el gobierno nacional y el gobernador han atendido la tragedia
Por Armando Guerra (Militante del PSL)
Martes 9 de julio de 2024. El estado Sucre es una de las entidades más golpeadas, por la grave crisis económica que azota al país. El malestar sigue creciendo cuando gran cantidad de humildes pobladores entienden que la crecida del río Manzanares, que ha arrasado con el valle de Cumanacoa, era una situación previsible. Se conocía la trayectoria del huracán Beryl, de magnitud 5, así anunciada por el Inameh. Posterior a su paso, el río Manzanares arrastró con furia todo a su curso.
En varias ocasiones, aunque no por huracanes, hemos visto y oído comunicaciones de organismos del gobierno central, anunciando el seguimientos de indicadores de pluviosidad en las cabeceras de los ríos. Estas alertas, pocas veces, por no decir nunca, se traducen en planes preventivos de contingencia para salvaguardar la vida y los enseres de los humildes pobladores. La ciencia y las instituciones del Estado, tienen que estar al servicio de las comunidades, para prevenir, alertar, cuidar y atender a los pobladores, ante los cambios que nos anuncia la naturaleza. No podemos esperar otra cosa de parte del gobierno el Ministerio de Ambiente y Ecosocialismo.
Con mucha seguridad pensamos, que los habitantes de Cumanacoa, y de todo el estado Sucre, se niegan a formar parte de una estadística muerta. Es decir, un numerito más en la lista de tragedias acaecidas. Antecedentes tenemos en Venezuela, para que estas cosas sean previsibles. Esta pequeña lista, son solo una muestra, de las recurrentes tragedias, por ejemplo: el río El Limón, en el estado Aragua, es cíclico y la más reciente fue el 09/09/20. La tragedia de Miranda y La Guaira, que involucró la represa del Guapo, Dic/99. La crecida del río Mocotíes, en el valle del mismo nombre, arrasó el poblado de Santa Cruz de Mora, estado Mérida, 24/08/21. Y la más reciente en Las Tejerias, estado Aragua, el 08/10/22, deslave e inundaciones por desbordamiento de la quebrada Los Patos, durante la noche de ese día. Ahora, habrá que sumar la tragedia de Cumanacoa. Por eso nos preguntamos: ¿Que distrae a estas instituciones que no tienen una actitud previsiva, si parte de su trabajo es seguir el ciclo de estos eventos?
Pero veamos, ¿a qué obedece el malestar de la población en Cumanacoa?. Hay un hartazgo generalizado entre los trabajadores, campesinos y pescadores en todo el país, debido a que por más de dos años, mal viven con un salario de $ 3.5. Los planes de alimentación del gobierno, -CLAP- no llegan a las poblaciones más humildes y distantes. Muchos trabajadores recurren a profundizar la sobreexplotación teniendo dos trabajos y a sembrar en el patio de la casa, para poder llevar algo a la mesa. No es una casualidad que entre las manifestaciones más combativas a nivel nacional, las ejemplifican precisamente, educadores y trabajadores de la salud, en el estado Sucre.
Pero además arrancó la campaña electoral, y no se debe, ni se pueden mezclar estos sentimientos. Como por ejemplo: tomarle fotos a los pobladores de Cumanacoa, en el momento de la entrega de enseres, comida y medicamentos, o en las tareas de limpieza, -como parte de la campaña proselitista-. Esto no puede menos que arrancar un sentimiento de rechazo y utilizacion, en el marco de sus tragedias. Esto es un descaro inaceptable.
O que la militancia del partido del gobierno, sea utilizada para impedir el trabajo de los periodistas, limitando la información sobre la tragedia. Se informa de habrían seis personas fallecidas. Sin embargo, los pobladores, exigen se abra el alerta de que hay por lo menos diez desaparecidos. O que la tragedia se centra en Cumanacoa, cuando afecta a otras comunidades en el curso del río: Las Cabañas, el Totumo, y la parte norte del estado Monagas.
Desde el Partido Socialismo y Libertad nos solidarizamos con todas las poblaciones afectadas por el huracán Beryl, y con la crecida del río Manzanares. Rechazamos el cerco informativo creado en torno a la situación de Cumanacoa. Exigimos respeto al trabajo de los periodistas en el esclarecimiento de los hechos. Exigimos respeto y atención sin distingos políticos o ideológicos a todos los pobladores de las zonas afectadas. Rechazamos la utilización política de la tragedia, que es una crisis creada por falta de planes preventivos y por la condiciones ambentales, de infraestructura y de miseria en la que viven gran parte de las comunidades del estado Sucre.